El secreto detrás de un aullido

Capítulo 50

-Valentina tenemos que hablar- su tono de voz se escuchaba serio cosa que no hizo más que ponerme los nervios de punta.

Katherine se acerco a mi.

-tu...tu eres mi mejor amiga, ¿verdad?.

-ah...si...

-si sabes de que te quiero, ¿verdad?.

-...si- sentía mi corazón en la garganta

-sabes de que cualquier cosa puedes contar conmigo...

-Katherine ya no me tengas en suspenso...¿que pasa?- cuestione de una vez pues tanto suspenso me estaba matando

-...esto.

Ante mis ojos vi como le salieron orejas y cola a Katherine, le crecieron las uñas y los colmillos, sus ojos se hicieron más rojos y opacos.

-Katherine...

Me miro y ante mis ojos tomó por completo su forma de animal. Tenía un pelaje negro con blanco y era mucho más grande que un simple perro. En verdad era una criatura grande e imponente. Me quede mirándola un corto lapso de tiempo porque después tomó nuevamente su forma humana.

-hace muchos años atrás...

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KA†HERINE

*Flash Black*
( 9 años atrás)

-hija esperenme aquí- nos dijo mi papá

-esta bien papi- comenté mientras sostenía a mi peluche.

Mi papá se fue y nos dejó solas a mi amiga y a mi en su oficina

-Katy que te parece si jugamos a la pelota.

-¡si!

-esta bien, haya va- me lanzo la pelota pero yo no la pude atrapar.

Esta rebotó y se fue por una puerta que estaba en la oficina.

-voy por ella- dije con la intención de recuperar la pelota

-pero tu papá dijo que lo esperaramos.

-iré rápido.

-bueno voy contigo no quiero estar sola.

-bien.

Mi amiga y yo fuimos en busca de la pelota. Cuando entramos al cuarto vimos que este estaba casi a obscuras y que había jaulas, empecé a sentir miedo así que me apresuré a encontrar la pelota.

-¡ahí está!- dije una vez que la vi.

La pelota estaba cerca de una jaula. Me acerque lentamente, tome la pelota y en eso escuche que algo dentro de la jaula lloro, al parecer había un perrito adentro, me acerqué y...

-¡ay!- grito mi amiga

Gire mi vista hacia ella

-¿que pasa?

-un gato me arañó- se metió su dedo en su boca

-ten más cu...- en eso el perro que estaba en la jaula me mordió

-¡ahhhhh!- grite

-¡Katherine!- mi padre entró

-papá...- mis ojos estaban cristalinos por las ganas que tenía de llorar

-¿¡que están haciendo aquí!?- se escuchaba molesto- ¡ya te he dicho que no debes de entrar aquí!- fruncio el ceño -...Katherine...tu mano...-su tono de molestia cambio por uno de preocupación