Ser libre.

La hermana de Paul Brooks

"La hermana de Paul Brooks".

La nariz de Jason O'Conner no dejaba de sangrar, quizá estuviera rota, quizá no, pero eso no lo detenía en tener que seguir golpeando al chico que no conocía debajo de el, cuando se dio cuenta que el chico ya no se movía y tras comprobar que seguía vivo, se levantó a festejar su victoria con el círculo de personas que se había formado a su alrededor para ver una más de las victorias de el Rey. Agarró el dinero ganado, su amigo Sean Júnior, más conocido como SJ (EsJey) era el que arreglaba las peleas el hombre afroamericano ya rondaba los treinta años, pero era la mejor edad para estar en los circuitos. 

-Estuviste muy bien hermano, ya sabes mis ganancias son del veinte porciento. -Dijo animado pasando un brazo por los hombros de Jason mientras el intentaba llegar a su Cadillac entre la oleada de gente que había a su alrededor y festejaban por su victoria, más que el mismo.

-Eres un estafador, maldito marica. -Dijo riendo junto a el.

-¡No lo digas tan alto Rey! Las personas ya no querrán hacer tratos conmigo -Jason se hecho a reír ante eso y al mismo tiempo dándole el dinero a su amigo el simpático estafador.

-Adiós SJ -Dijo antes de llegar al Cadillac y entrar en el.

Esta noche no había carreras, era día o más bien noche de sangre, y Jason tenía la regla personal de no más de tres peleas en el día o noche. Mientras paseaba por las solitarias calles de unos de los barrios más peligrosos de Miami, pudo distinguir a una chica pequeña y enconrvada por el frío, la chica en cuestión venía caminando tranquilamente como siempre la veía a esa hora, o al menos eso aparentaba, como en pocas ocasiones estaba sólo en el auto fue a la misma velocidad de su andar, bajo la ventanilla.

-¿A donde vas? -Dijo Jason.

-A casa -Contestó, pero no lo miraba.

-Te llevó -Le dijo intentando ver su rostro.

-No, gracias -Dijo ella educadamente.

Jason detuvo el auto, no se molestó en orillarlo aunque allí fuera peligroso nadie se atrevería a intentar siquiera robarle. Ella no había parado, seguía caminando, fue caminando un poco más rápido hacia ella, y la tomo por el codo para que se detuviera.

-Espera, no fue una pregunta -Dijo con la mandíbula tensa con una falsa expresión de enojo, enmascarando una de pura diversión, por primera vez la chica que no recordaba nombre, aunque en realidad no lo sabía, volteo hacia el, su expresión era de miedo.

-Cla-claro i-iré -Dijo con las palabras entrecortadas.

-Que buena chica, muevente -Dijo empujandola ligeramente, quiso soltar una carcajada pero se contuvo. 

Annie temblaba y no sólo por el frío que hacia a las dos de la madrugada, si no por el guapo pero tenebroso chico de ojos chocolates y cabello color miel. Entró al auto, pero se dio cuenta que Jason no entraba, estaba recargado en el auto y salía humo cerca de su cara, estaba fumando. Alrededor de diez minutos estuvo afuera y después entró, entró en el auto.

-Tu nombre -Ordenó Jason, por un momento Annie se pregunto si el pediría alguna vez algo educadamente.

-Annie. 

El auto arrancó y aunque Annie sabía que nunca se había sabido de un accidente con Jason O'Conner, sabía que para todo había una primera vez y la ponía muy nerviosa.

-¿Puedo? -Dijo haciendo referencia con la mano hacia el radio, quería llenar el incómodo silencio.

-No -Dijo seco por fuera, soltando carcajadas por dentro. Annie no sabía a donde se dirigían pero tampoco es que quería llegar a casa, seguramente su padre estaría borracho y buscaría cualquier escusa para querer golpearla, ese era el día de paga y el así lo festejaba.