Prólogo.

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Prólogo:

“¿Quién es ella?”, pregunté mirando a la hermosa chica de cabellos castaños, que conversaba alegremente con Eleanor al otro lado de salón.

“¿Quién?” Louis siguió la dirección de mi mirada y al encontrarse con ella sus ojos se abrieron levemente. “Mi prima.”

“No sabía que tuvieras una prima”, el tono de reproche en mi voz se hizo más que evidente, no me esperaba para nada que aquella chica tan bella fuera prima suya, o mejor dicho: no esperaba que hubiera omitido ese pequeño y cautivador detalle de su árbol genealógico.

“Hasta hace dos días yo tampoco lo sabía, Harry”, explicó con un deje de frustración, lo conocía demasiado bien como para saber que este asunto no era de su total agrado.

“Es atractiva” llevé la copa a mis labios y di un sorbo sintiendo el dulce liquido correr por mi garganta, mientras seguía admirándola.

“No digo que no lo sea, es sólo que todo esto me tomó por sorpresa. Y sabes que me fastidian las sorpresas de manera monumental”, guardó silencio cuando las tres mujeres se aproximaron hasta donde estábamos, limitándose a mirarlas.

“Louis, amor. Mira quién ha llegado”, Eleanor sonrió mientras abrazaba a mi amigo mirando a sus acompañantes y a Louis, esperando que dijera algo. “¿No se ven bellísimas?”, contuve una sonrisa que estaba a punto de asomar a mis labios provocada por la intuición tan atinada de Eleanor. Obviamente sabía que este tema incomodaba a su novio y lo tocaba precisamente por eso.

Louis carraspeó varias veces y escudriñó con la mirada a ambas chicas con un brillo de incomodidad en la mirada, “Ejem… Digo, sí. Sí, claro. Se ven magnificas esta noche, chicas”, miré a la hermosa castaña y noté que estaba esforzándose por no reír, sus mejillas estaban rosadas y sus labios temblaban atrapados bajo su labio inferior. Se veía tan tremendamente sensual que mi mente comenzaba a divagar sobre cosas no muy decentes que podríamos hacer juntos. Sabría utilizar muy bien esa boca.

“Gracias, Lou. Igual te ves muy bien” la rubia vestida en purpura sonrió marcando sus hoyuelos en el acto. “¿No es así, Barbie?”, miró a la chica “labios juguetones” y le dio una sonrisa que a mí me pareció algo macabra. Barbie, ¿ese sería su nombre o tan sólo un sobrenombre?

“Emmm, sí. Te ves bien, Louis”, la incomodidad se formó en el ambiente, manteniéndome a raya, absorto en mis pensamientos sobre lo hermosa y cantarina que era su voz. Tenía que saber su nombre. Tenía que conocerla.

“Creo que aún no tenemos el gusto”, comenté mirándolas con mi mejor sonrisa. La rubia sonrió al instante y extendió su mano, la tomé entre las mías y deposité un  beso en su dorso, sonriéndole. Pude notar perfectamente como la otra entornó la vista. ¿No le he agradado?

“Elyse Summers”, la rubia captó mi atención de nuevo, sonriéndome.

“Harry, Harry Styles, estreché su mano y dirigí mi mirada a la otra fémina. “Y si no he entendido mal tú eres Barbie, ¿no?”

Una sonora risa escapó de su garganta, a mí me sonó a un sonido absolutamente encantador, pero al parecer Elyse no pensó lo mismo, pues le lanzó una mirada electrizante que sólo hizo a Barbie alzar las cejas. “Nueva vida, ¿no fue eso lo que dijiste?” Elyse soltó un bufido y Barbie rodó entornó la vista una vez más. “Babette, Babette Lewis.”

“Pues bien, Babette, ¿me otorgarías el honor de bailar esta pieza conmigo?” cuestioné extendiendo mi mano en su dirección, observando como la miraba con… ¿asco? ¿Acaso era eso asco?

“No bailo con desconocidos…”, comenzó a murmurar, pero se vio interrumpida casi al instante.

“Por supuesto que quiere”, Elyse la empujó hasta que su mano hubo casi tocado la mía, y le dedicó una sonrisa que a mí me pareció más que nada mustia. “Diviértete, Barbie”.

Por supuesto que vamos a divertirnos, pensé, si es precisamente por eso que estoy invitándola a ella. Es hermosa y cautivadora… y muy pronto será mía.

Babette's Sins [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora