chopin

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Los gritos de Hatsune no paraban de salir de sus suaves labios rosa pálido mientras su visión se desvanecía poco a poco lentamente y acercándose el sonido del piano la envolvía y hacía que sus piernas retomarán la fuerza que hace poco se había desvanecidoLa curiosidad mató al gato

Ya estaba frente a la puerta de la que provenía el sonido hace apenas unos minutos la había revisado y nadie ni nada se encontraba en aquel lugar, dudaba que fuera algún animal o acaso un animal sería capaz de tocar tan perfectamente aquellas notas

- es imposible - susurro para ella misma recordando cuando el amante de los helados tocó esa melodía unos días antes de que ella partieraAbrió la puerta lentamente tratando de no hacer ruido, pero el rechinido la delató y más aún la paz de aquel magnífico músico había sido quebrada en un segundo a pesar de que por la puerta algo entre abierta podía observarlo una figura aparentemente humanoide, pero por los rayos de la ventana no podía distinguir bien la figura solo sabía que era aparentemente masculina y muy alta mucho más de lo que abría imaginado El piano tembló cuando las notas se detuvieron bruscamente y el pianista la miró fijamente en un segundo para comenzar a levantarse sin hacer ruido

Hatsune cerró la puerta bruscamente cuando vio su rostro blanco como la nieve solo fue un segundo y su corazón se detuvo se alejó de la puerta hasta topar con la pared no sabía si era su mente o la realidad

Las paredes comenzaron a chorrear sangre, no dejaban que sus ojos se quedarán quietos los pasillos parecían interminables miro hacia ambos lados la oscuridad de los pasillos la devoraban mientras ella corría la herida de su pierna se abrió y comenzó a sangrar, los cuadros de niños aterrorizados y gotas de nervios recorrían su frente y mejillas. La cabeza le daba vueltas no podía evitarlo hasta que tropezó y cayó por las escaleras, pero no había tiempo de sentirse mal por heridas debía escapar de aquel lugar la gran puerta esta vez era muy liviana y dejando todo atrás. Corrió a la salida, la salida del bosque que apenas hace 48 horas había cruzado, pero por más que recorría el bosque los caminos no la llevaban a ningún lugar se volvían laberintos y cada vez que volvía a mirar se encontraba regresando al enorme árbol una y otra vez
a su espalda le recorría un sudor frío de miedo y por más que pensaba en que la noche ya había caído no quería regresar a aquella mansión con un pianista extraño

Siguió el camino detrás del árbol más caminos nacían de este llevándola a lugares abandonados una cabaña casi destruida apenas en pie

- creo que este será el primer lugar en
que busque aquel hombre - dijo en un susurro Siguió su camino hasta encontrar un auto corrió hasta él, ya que tenía los faroles encendidos

- por favor necesito ayuda estoy perdida y...Se detuvo en seco y sus pupilas se dilataron la puerta del auto estaba abierta y lo único que quedaba eran unas manos humanas arrancadas de su dueño firmemente en el manubrioTomó aire y luego exhalo lentamente- muy bien, pero puedo hacerlo.... puedo hacerlo..... puedo hacerlo puedo.... Hacerlo.... esto no es nadaNo dejaba de repetirse a sí mismadarse ánimos mientras quitaba lentamente los dedos apretados en el manubrio dejó caer los brazos al suelo y se subió al auto

- como funciona esta cosa maldita seaHatsune jamás decía ese tipo de cosas, pero esta ocasión la merecía se odiaba a sí mismo por no aceptar cuando gakupo le ofreció enseñarle a conducir
Las luces del día hace ya minutos se habían apagado por completo y estaría en completa oscuridad de no ser por las luces del auto

- debería pasar la noche aquí? Si me escondo en la parte de atrás talvez no me encuentre - susurro para sí misma - como se apagaran las luces de esta cosa Si esa era su única opción por ahora el bosque en la oscuridad parecía interminable y de tanto correr ya estaba agotada después de todo había corrido gran parte del día tratando de escapar, apretó cada botón que se encontró, pero ninguno apagaba las lucesHatsune miró hacia el frente y en frente de las luces se encontraba una niña de cabellos castaños sujetando un oso de felpa, la chica abrió la puerta y bajo lentamente mirándola con temor

- estás sola pequeña - se acercaba lentamente

- quieres jugar conmigo?! - exclamó la niña- jugar ahora? -

Hatsune se dio cuenta del aspecto de la niña tenía sangre en su rostro que caía desde su cabeza y sus ropas o más bien su vestido estaba totalmente rasgado se veía desorientada apretaba su oso¿tal vez ese hombre, el pianista la había atacado? Hatsune tomó aire

- ven no tienes frío podemos jugar dentro del auto - dijo temblando por el frío mirando hacia todos lados

- está bien - dijo la niña sonriendo

- por fin podré jugar!!Hatsune sonrió y ambas entraron al auto, logro apagar las luces y quedaron en completa oscuridad

- cómo te llamas pequeña - dijo Hatsune sentándose en el asiento trasero y dejándole un espacio

- me llamo Sally dijo la niña con voz algo infantil

- buena pequeña sally es un gusto conocerte - le sonrió

- estoy aburrida cuando jugaremos!
- su voz chilló- ahora es de noche deberíamos descansar mañana jugaremos si - dijo mirándola en la oscuridad

- yupi... - dijo tallando sus ojos - me perdí camino a casa papi slender debe estar buscándome
¿tu papi?

la melodía del bosque [Slenderman X Miku ] En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora