ҳ̸Ҳ̸ҳ ~Limitless~ ҳ̸Ҳ̸ҳ ||MarkHyuck||

◈Baby don't like it◈

"My baby don't like when you come around"

Han pasado 8 años de la ultima vez que me cruce contigo... Hace 10 años que di fin a esa enfermiza relación que tuvimos, donde era solo el pequeño deslumbrado porque un chico mayor se fijo en el y fue su simple juguete para sus enfermos fetiches.

Seo Young Ho o Johnny Suh como la mayoría de la gente lo conocía, era el estudiante de intercambio y chico más atractivo de toda la secundaria por el cual chicos y chicas morían deseando una cita, a simple vista era alguien normal; pero había rumores esparcidos por la gente que en su momento salió con él, que, había algo extraño y torcido en su cabeza.

-Has crecido muy bien desde la ultima vez que nos vimos... Mark- escuche su ahora mas gruesa y madura voz detrás de mi logrando hacer que me tensara.

-Es Min Hyung para ti Young Ho –le dije de forma seca girándome para encontrarme con el y su atenta mirada y aquella sonrisa que daba un aire de leve burla.

-Mark por favor... Por los viejos tiempo Lindura –me dijo guiando su mano a lo que bien sabia era mi rostro, pero alcancé a apartarme más antes de que me tocara, acción que bien pude notar por su expresión le molesto. –Valla... Parece que eres otra persona, te sentó de maravilla la pubertad gatito...

"Los viejos tiempos", ¡Ha! claro esos asquerosos tres meses llenos de mentiras que pase a su lado y que culminaron por completo con mi personalidad y amor propio. Sobre mi recayó el apodo durante mucho tiempo de "El chico que soporto más de 1 mes con Johnny Suh" que justo el día en que toda esa pesadilla terminó, me di cuenta de cuan ciego, sordo y mudo estaba en ese tiempo a causa suya.

-Basta con eso Young Ho no vengas a tratarme como si aun fueras alguien grato para mi... –le dije cuando dejaba mi copa en la mesa de donde la había tomado- De saber que ibas a estar aquí hubiese preferido quedarme en casa, y evitar este... Infortunado encuentro.

-Ah... Por supuesto seguro vienes acompañado de ese otro lindo gatito... ¿Como se llamaba? –pregunta mientras pide una copa más al bar tender del lugar. Ahora maldigo la hora en que me convencieron de venir a esta estúpida reunión de la secundaria.

-Lee Dong Hyuck... –escuche aquel nombre mencionado con seguridad seguido de sentir un abrazo a mi costado izquierdo, un segundo mas y sin ese abrazo quizá todo se habría salido de control y me hubiese ido a golpes sobre Young Ho por referirse de manera tan despectiva al amor de mi vida.

Si, desquitarme de una buena vez por todo lo que le hizo pasar a Dong Hyuck cuando trataba de sacarme de mi engaño causado por el, que sintiera el mismo dolor que la persona que más me importa y amo en este mundo sintió en aquel tiempo.

-Valla que los años realmente hicieron maravillas por aquí... –la frase de Young Ho se corto cuando analizando de pies a cabeza a Dong Hyuck noto aquel fino brillante en su dedo anular – Y parece que tendremos una boda pronto... Felicidades Dong Hyuck vas a verte adorable luciendo un traje de novio...

-Mark... Tu madre me llamo... Necesita que vallamos pronto a casa ayudarle con las cosas que llegaron de la tienda de muebles... –Dijo mientras ignoraba olímpicamente el comentario del mayor frente a nosotros –Con tu permiso Young Ho... – le dijo y enseguida me tomo de la mano para salir juntos de ahí.

El menor me llevo casi a rastras por todo el lugar hasta que llegamos a mi auto y el abordo su lugar se copiloto mientras yo subía al frente del volante y lo veía cruzado de brazos ya con el cinturón puesto con su atención en la ventanilla como si no hubiese algo mas interesante que eso en el mundo.

-Mi amor... – le llamé en busca de alguna señal de que tenia su atención.

-Conduce... En casa hablaremos... –ese tono me helo la sangre, si había algo a lo que en verdad le temía, era a mi bebé enojado. El aplicaba perfecto a la frase "Cuando Dong Hyuck se enoja, el diablo solo calla y aprende" aunque si bien en este momento no sabia cual era mi situación en el enojo sabia que debía ser cuidadoso al final del día, solo debí haber dejado a Young Ho hablando solo, pero, también necesitaba enfrentarlo, así cara a cara y de hombre a hombre en señal de que él no era nadie para intimidarme nunca más.

Conduje unos 15 minutos en silencio hacia nuestra casa a las afueras de la ciudad, no me extraño que en frente de esta no estuviera el auto de mamá ni el camión de entregas, claramente había sido una excusa de mi bebé para salir de ahí lo mas rápido posible. Ni bien estábamos llegando Dong Hyuck ya había quitado su cinturón y salió casi corriendo entrando a nuestra casa, corrí enseguida tras el para encontrarlo dando vueltas en la sala maldiciendo mil y un cosas.

-Mi amor... Amor, Bebé –le llamaba en espera de que me contestara, pero el seguía maldiciendo.

-Maldita la hora en que te dije que fuéramos, si no fuera por Jaemin que insistió como loco que fuéramos... ¡ah, pero me va escuchar! - Decía y no me quedo mas que ir hacia el y tomarlo de los hombros y hacerlo mirarme –

- ¡Lee Haechan! –le llame por aquel nombre que hacía 3 años había adoptado en Canadá cuando... Nos casamos. Al parecer Young Ho no tiene tan buena vista pues no había notado un anillo similar al de Dong Hyuck en mi dedo.

Así es esta belleza de chico frente a mí, que ha maldecido de la forma más ruda durante los últimos 20 minutos como si hubiese sido criado por marineros de agua salada durante toda su vida, contrastando completamente con aquel traje de marca hecho a su medida que acentuaba de manera peligrosa y sexy su cuerpo parado frente a mí, es mi esposo.

- ¡No me toques! Estoy muy molesto, estoy... Furioso y... –Pequeñas lagrimas comenzaron a deslizar por sus mejillas al verme y no tardo mucho en lanzarse a mis brazos –Estaba asustado... Mark, tu... Tu en verdad, nosotros, ese hombre. –me decía entre llantos leves ocultos en la curvatura de mi cuello.

-Yo, soy tu esposo, yo estoy enamorado de ti, mi corazón solo puede latir por ti bebé, eres mi mundo entero y nada puede cambiar eso nunca –Limpiaba sus lagrimas con la manga de mi camisa y acariciaba sus mejillas sonriéndole con todo el amor y ternura que sentía por aquel pequeño esposo mío que conozco desde que dios me dio razón, y que por muchas de mis estupideces casi pierdo de mi lado cuando aquel tipo me cegó de lo que verdaderamente sentía.

-Pero aun así... No me gustó, odie el que estuviera cerca de ti – Me dijo mientras me hacía frente con una mirada severa- ¡Mark Lee! Te prohíbo que vuelvas a sostener palabra con ese tipo, no me importa si te vez mal educado – Ahí estaba mi Haechan de siempre, mi pequeño berrinchudo y mimado Haechan que se sabe el rey del universo y lo que dice es una orden. – Si tu vuelves a hacerlo... Júralo, jura que te olvidas de mí y de nuestro hijo.

Con nuestro hijo se refiere a nuestro pequeño Pug de 4 años que le regalé en su cumpleaños número 21.

-Mi amor, mi Haechan... no va a volver a ocurrir – le dije con seguridad y mirándolo a los ojos a forma de que supiera que no mentía- ¿Cómo podría mirar a alguien más que no fueses tú?

Le observe sonreírme poco a poco cuando noto que me acercaba sus labios con la intención de besarlo, llevando una de mis manos a su cintura y otra a su mentón atrayéndolo mas hacia mi cuerpo, al momento que sentí el dulce sabor de sus labios y la calidez de su cuerpo todo lo sucedido antes paso a el plano menos importante. Y solo dedique mi atención a los labios de mi amado Haechan que siempre sabían como calmarme y darme la paz que necesitaba, sus besos eran mágicos, sus besos me curaban el alma, pero que cuando venían acompañados de un poco de celos previos se volvían más profundos e intensos, más necesitados de lo que eran normalmente.