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(EDITÉ)

Otra vez iba tarde a la universidad.
Lo mejor que podía hacer era pegar post it en toda la habitación, que dijeran "¡SEUNGKWAN! MORIRÁS SI LLEGAS TARDE", lo que no era tan falso teniendo el decano que tenía.

La facultad estaba realmente alejada de mi dormitorio, pero aún así, no cambiaría aquellas comodidades por unos metros más de cercanía. Mi departamento era realmente genial, no se entendía como no conseguía compañero aún.

Mi primera clase era Actuación, y para mi mala suerte la sede correspondiente parecía un estadio de fútbol (de esperarse al compartirla con la carrera de animación).
Llevaba solo semana y media de clases, lo que obviamente significaba que estaba un poco perdido en cuanto a la ubicación de aquel o cualquier salón. Por lo que sabía, el de actuación número 1 estaba en el segundo piso.

Después de la universidad, volaba a casa con el solo propósito de descansar. Mi carrera no era la más agobiante, pero aún así, que todos los aprendizajes me quedaran en el cerebro al mismo tiempo era un poco abrumador.

En mi piso, solo me recostaba por hora y media antes de volver a salir.

A las cinco de la tarde en punto, comenzaba el grupo de apoyo en la iglesia de la escuela de al frente.

—¿Y bien? ¿Como están hoy?

Los seis chicos de los que estaba a cargo me miraron con muecas que supuestamente eran sonrisas. Ninguno habló, entonces fue yo mismo quien decidió comenzar.

—Hoy almorcé en la universidad —dije orgulloso—, aún me senté solo, pero de seguro haré amigos pronto. Todos en mi clase parecen geniales... ¡Incluso los profesores!

Todos comenzaron a relajarse al oír los relatos nada extraordinarios de mi día. Volví a pedir que comentaran un poco de sus días desde izquierda a derecha en el círculo y esta vez Danny se aclaró la garganta rápidamente.

—Yo, ya saben que me cambie de escuela —se encogió de hombros—. Hice un par de amigos, todo es genial por ahora, ojalá continúe así.

El chico nos sonrió, haciendo que sus ojos se hicieran pequeños al hacerlo. Danny tenía 18 años y era el mayor del grupo (Sin contarme). Estaba en último año en aquella escuela, pero se había salido después de someterse a la ultima de sus operaciones con respeto al cambio de sexo, luego, como decía, había tenido que encontrar una nueva institución para reanudar sus estudios. Danny es transexual y fue bienvenido en el grupo.

Entre todos sonreímos, y pasó el turno a la siguiente, Amber.

Amber era una chica de carácter muy fuerte. Tenía el cabello corto y teñido de rubio. Era bajita para sus 17 años y parecía siempre estar cansada. En el pasado había tenido una serie de problemas con su madre y su padrastro sobre su forma de ser, y es que estos dos estaban seguros que las niñas solo ocupaban el cabello largo y solamente vestidos para salir. Pues Amber no estaba de acuerdo. Amber es genderfluid y fue bienvenida en el grupo.

—Pues volví a hablar con mi madre sobre casarse con John, pero aún no entiende —rodó los ojos—, creo que me iré a vivir con papá. Y la universidad va bien, mis amigos están genial.

El siguiente fue Chan. Él era un chico muy mono, pero bastante tímido, casi demasiado. Tenía el cabello negro con un corte muy básico y siempre se perdía en las nubes cuando nadie le hablaba. En el pasado había tenido malas experiencias por rumores sobre su sexualidad en su escuela. De vez en cuando terminaba siendo el objetivo de los bullies por aquella razón y la peor parte no era el que no pidiera ayuda, pero que los justificara. Los padres de Chan tampoco tenían idea de que su hijo no era heterosexual, al fin y al cabo no estaban tan diferentes al propio chico.
Chan a sus 15 años, tenía un revoltijo en la cabeza y fue bienvenido en el grupo.

GAY; verkwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora