¿Qué Soy Para Ti? Segunda Parte de "Eres Mía"

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Un año había pasado desde que Elizabeth había llegado por casualidad a Dressrosa, su relación con Doflamingo había llegado a enfriarse un poco, nunca llegaron al punto de establecer que era su relación, lo que hacía a Elizabeth sentirse un mero objeto sexual para él. Sus compañeros había seguido sus aventuras, si bien todos eran piratas, ella no compartía la idea de la esclavización que su "dueño" tenía, pues ahora sabía lo que pasaba en la isla en su totalidad; en ocasiones se preguntaba si había tomado la decisión correcta o solo una decisión de una inmadura chica de dieciocho años.

En el sexo cada vez el se soltaba mas y sobre todo escalaba mas en las cosas que hacia, ya no era delicado como los primeros meses, ahora era un completo bruto en la cama, si bien el placer era el mismo para una chica pequeña como Elizabeth y sobre todo alguien que aquello era su primera experiencia en la intimidad le causaba dolor y tristeza.

Normalmente se la pasaba sola por el lugar, casi no veía tan seguido a Doffy hasta llegada la noche.

—Toda la tarde me ignoraste Doffy —Elizabeth reclamó mientras se acomodaba para dormir a lado de él.

—Tengo cosas que hacer Vita —Respondió en tono molesto, ahora Elizabeth así como el resto de "la familia" de Doffy tenía un nuevo apodo, el de ella "Vita".

—Sabes, he pensado en que sería lindo si alguien decidiera casarse conmigo —No pudo evitar continuar expresando sus deseos y reclamos, ya había callado mucho aquellas ganas de aclarar el tipo de relación que ambos tenían ahora. No quería seguir sintiéndose un mero objeto de placer para él.

—¿Estás queriendo decirme algo? —Le respondió haciéndole sentir que aquello era solo una manera de decirle "sabes que no me casaré contigo" —Anda, mejor ven y hazme sentir bien, tengo ganas de ti —Lo que él dijo a continuación hicieron que aquel llanto que había estado ocultando saliera sin mas, sentía como las lágrimas bajaban por sus mejillas, lo último que dijo no hacían más que reafirmar su posición en ese lugar.

—Yo, no sé, no quiero que esto solo sea sexo y ya —Los reclamos de Elizabeth continuaban, no quería sentirse solo una cuerpo que poseer, aquella miel que habia experimentado al inicio se habia acabado por completo, se sentía una mera prostituta a la cual coger en las noches.

Ni siquiera pudo terminar de llorar cuando los hilos producidos por el poder de aquel hombre la había tomado de las manos alzándola unos centímetros del suelo —Doffy, no —Murmuró entre sollozos, aquel hombre solo se limitó a limpiar las lagrimas que aun caían por las mejillas de la chica, aun esperaba que aquello terminara ahí, pero para su mala suerte solo fue el inicio de ello.

Fue lanzada a la cama mientras los hilos la tomaban de ambas manos al igual que de sus tobillos, había sido inmovilizada, el hombre que aún quería se había colocado sobre ella a horcajadas por sus hombros, sus ojos observaron aquel ya bien conocido miembro acercarse a su rostro, sabía lo que quería así que solamente se limito a cumplirlo.

Un sonido molesto por parte de él le hizo abrir los ojos, se quitó de encima y por un segundo creyó que la dejaría —Definitivamente te harás la difícil hoy, ¿Solo porque no he puesto un anillo en tu bello dedo? —El tono molesto y un tanto burlón la hicieron enfadar, él era un imbécil, pero tenía sus buenos momentos, momentos que ahora eran una mera mierda. Por suerte aquello parecía haberle quitado las ganas al hombre —No tengo intenciones de ser un violador, gracias por nada —Dijo sin mas acostándose dándole la espalda evidentemente molesto, los hilos la soltaron al fin; aquella noche no pudo dormir, no hasta que se canso de llorar.