¿Qué Soy Para Ti? Segunda Parte de "Eres Mía"

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Al día siguiente al fin probo bocado, se sentía adolorida, pero el médico enviado por Doflamingo le había ayudado a bajar el dolor con un buen analgesico, si bien el hacia lo que quería con ella no detenía los cuidados, llegó a pensar que ello era su manera de decir "lo siento".

El día fue tranquilo, por lo menos para ella, él parecía preocuparse por algo, pero nunca hablaba con ella sobre eso, todos los días solo se la pasaba merodeando por el castillo y por la ciudad, eso o siendo penetrada por doflamingo. En las calles la gente me trataba bien, pues era parte de la familia de su rey.

Se sentía cada vez más y más vacía, más usada. Su sueño de casarme parecía cada vez más lejana e imposible.

Pasaron 5 días en los que ni siquiera dormía con ella, se la pasaba hablando con sus oficiales, la ignoraba cada vez más, sentía que comenzaba a aburrirse de ella, si antes le hablaba poco ahora era nada, ni buenos días o algo parecido. Solo se la pasaba con sus oficiales, además de hablar con ellos, especialmente con esa chica, esa tal Violet.

En la noche por fin entró a la habitación, pero solo se acostó en la cama dándole la espalda, se sintió aliviada pero aislada, era algo confuso todo aquello que sentía.

—¿Dime qué carajo pasa doflamingo?, porque me ignoras ahora por completo —A pesar de todo no podía evitar quejarse de su nula comunicación en los últimos días, él no dijo nada.

—Dime, ¿acaso ahora me reemplazaste con ella? —No pudo seguir callando, había comenzado a sentirse insegura.

—Sé lo que pasó entre ustedes dos hace tiempo, ¿Acaso la extrañas?, ¿La amas a ella? —

El solo rio —Dime, ¿Estás celosa?, ¿Reemplazarte con ella? —Rio

—Si, tuve ciertas cosas con ella en el pasado, pero no es de tu incumbencia lo que pasé ahora, cállate y duérmete ya —Agrego en tono molesto.

Ella simplemente se quedó en silencio aguantando las ganas de llorar, quería solo irse de ahí y no volver más, de nuevo se durmió luego de llorar un poco.