George Shelley y tu (One Shot)

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Pesadilllas. 

Las pesadillas jamás me dejaban en paz.

Gracias a ellas, otra noche sin poder dormir. Y si llegaba a lograrlo, solía despertarme en horas de madrugada con el rostro lleno de lágrimas... Lagrimas ya acostumbradas a salir a diario.

Miedos, complejos, el sentimiento de impotencia... Todo se mezclaba en ellas. Y... No es que quiera culpar a nadie, pero el hecho de que mi familia me presione constantemente no ayudaba demasiado.

Desperté horrorizada tras otro sueño que ojalá algún día consiga sacar de mi mente. Tenía miedo, más miedo que nunca antes. Encendí la luz de la mesa de noche inmediatamente, necesitaba tranquilizarme con urgencia.

Desde que tengo memoria, le he tenido terror a estar sola, a estar lejos de mi familia... Aunque nuestra relación era muy buena, la nostalgia me invadía. Tal vez era una fobia, pero me paralizaba y no podía evitar caer en llanto hasta el cansancio.

¿Por qué mis padres tenían que hacerme esto?, ¿Por qué tenían que mandarme a un internado músical en Londres? Tomé el telefono con las manos temblando increiblemente. Era mi primer noche, creí que iba a estar bien, lo estuve en la mañana, pero cuando me encontraba sola era otra historia.

-Mamá, por favor, ven aquí..

Sollocé en un susurro mientras me cubría por completo con una manta.

- Tengo miedo, quiero ir a casa. 

El llanto se intensificó. Mi voz temblaba al igual que el resto de mi cuerpo.

- ¡Madura Tn:____!- Gritó lo suficientemente fuerte como para inmovilizarme un segundo. -¿QUÉ NO VES LA HORA?, VE A DORMIR INUTIL.

Y cortó la comunicación.

Entré en un estado de pánico, en la habitación se escuchó un ruido, luego otro. Pasos. Algo venía hacia mí.

Salté de una vez de la cama y salí corriendo de allí, pasos se escuchaban tras de mí, mis gritos se ahogaban en el terror.

Ví luz en el fondo del pasillo, corrí decidida lo más rápido que pude.

El jardín.

Todo estaba cubierto de blanca y espesa nieve y una intensa luz alumbraba el lugar. Se veía seguro y tranquilo. Tal vez podría tranquilizarme allí. Caminé hacia un arbol y me senté descansando la espalda contra él.

Gracias al cielo, llevaba puesto un sueter de lana inmenso que me mantenía tibia, seguía nevando y me congelaría de no ser por él.

Observé con detenimiento el trabajado del tejido, era trenzado, color carmín. Pequeños copitos de nieve completaban el estampado junto a algunas franjas color arena. Era hermoso, el único inconveniente era que casi me llegaba a las rodillas, era tal vez unos cinco talles más de lo apropiado para mi tamaño.

Oí algo. La paranoia se apoderó de mi otra vez, pero con mucho valor alcé la mirada. Era sólo un chico. Bien, no era nada sobrenatural que intentara asesinarme. Volví mi cabeza hacia abajo, era muy bonito, a diferencia mía.

- Hola. - Luego de unos segundos se sentó a mi lado; Y esperó a que yo levantara la mirada hacia donde él estaba para sonreirme.

- Hola. - Respondí mientras estiraba las mangas de mi sueter para cubrirme las manos. - ¿Qué haces aquí?

- No podía dormir...- Me observó fijamente y me sentí intimidada. El era tan hermoso y yo tan... yo.- ¿Tú?

- Tampoco podía... Eres Tn:____, ¿no?- Lo miré confunfida, ¿como sabía? - Estuviste en la bienvenida de la clase de guitarra hoy.

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⏰ Última actualización: Jan 30, 2014 ⏰

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