El amor. Un amor de verano, un amor adolescente. Que sentimiento tan apasionado e intenso. Que sonrisas tan
puras y verdaderas. Que mentiras para fugarme contigo, que rebeldes fuimos ante las reglas.
El enamoramiento, esos primeros meses de una relación siempre son los más bonitos... Cuando piensas que te pasaras toda la vida junto a esa persona, que jamas te cansarías de escuchar su risa, que lo darías todo y que nunca tendrías ojos para nadie mas. Cuando piensas que esa persona significa tu mundo entero y que si algún día se fuera, tu vida ya no tendría sentido. Cariño mío, nos prometimos París... Y literalmente, ¿te acuerdas? Soñábamos con gritarnos un "Te quiero" en la parte mas alta de la Torre Eiffel, prometimos correr juntos de la mano por cada una de sus calles, llenar cada hueco con nuestros besos. Prometimos tantas cosas... Y es que en eso consiste el enamoramiento, en prometerse el mundo entero. Pero después llego Roma y convirtió nuestra promesa en ruinas. A día de hoy, cuando de mí salen estas palabras por primera vez, llevo 8 meses y medio junto a ti. No se si algún día llegaras a leer esto, y si lo haces significa que nuestra historia ha llegado a su fin. Y aquí te dejo todo esto, todo lo que nunca llegue a decirte.
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Todo lo que nunca te dije lo guardo aquí
RomanceY tantas cosas que te tenía que haber dicho, y tantas otras que te dije y nunca entendiste. Y tantos sueños que nunca se podrán hacer realidad, y tantas promesas que se romperán... Cariño mío, si algún día lees esto, es que las cosas que prometimos...
