Sonrie

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Esa mañana no pude ni comer, aunque me mi mamá siempre estaba preocupada por mi alimentación tanto así que un día llegó hasta mi escuela para llevarme algo para comer por qué me había quedado en un taller de dibujo, recuerdo que estaba en primer año y me sentí muy avergonzada al verla asomada en la ventana de la puerta con una bolsa en la mano.
En fin me estaba desviando del tema corrí para no perder el autobús era para mí un lugar donde no tenía distracciones por qué Martín jamás lo había tomado y esa mañana no fue la excepción así que mientras nos dirigíamos a la escuela pensé en que hacer, esa tarde cuando tuviese a Martín tan cerca.
Mi plan a era parecer desinteresada casi aburrida al estar con el una vez vi en una película de romance que el protagonista se enamoraba perdidamente de una mujer que ni la hora le daba, aunque ser desagradable no era mi fuerte haría el intento si fuese necesario, mi plan b era reírme de todo lo que dijera aunque no me pareciera chistoso creo que todos los chicos que conozco les gusta parecer divertidos, realmente no sabía si Martín era de esos pero podría correr el riesgo y el último plan era hacerme su amiga pero sin quedarme en la "zona de amistad ", era difícil pero si caía en ella jamás podría salir creo que era el plan más peligroso, pero el que más me convencía.
Martín se me acercó a la hora del primer descanso yo estaba sentada con dos de mis compañeras de biología esa mañana debíamos entregar un informe y trabajábamos en el, Martín sin más me saludo y dijo
-te espero afuera al terminar el día, nos vamos juntos a tu casa.
Y se fue mis compañeras comenzaron a molestarme con el había pasado casi cuatro años desapercibida pero esa frase de Martín había echado por tierra mi bajo perfil, y aunque lo negué cuando surgieron las hipótesis de que teníamos algo para ellas mis palabras no tenían valor, la oportunidad para fastidiarme no sería desperdiciada, así que preferí hacer como que las ignoraba aunque por dentro hubiese querido decirle que me encantaba y que por mi si sería su novia a ojos cerrados, obvio que de mi no saldrían esas palabras ni aunque me aplicarán corriente en el cuerpo.
Y ahí estaba parado a las 15:15, me acerqué a el y  no pude evitar sonreír y el me devolvió una especie de sonrisa como una mueca pero en el se veía  atractiva o yo estaba muy embelesada no lo sé, solo sé que caminamos uno al lado del otro conversando de cosas banales pero entretenidas y también naturalmente pregunte por qué le gustaba tanto la
Fotografía me contó que su abuelo antes de morir le regaló una cámara y que eso fue cuando él tenía 9 años y desde ahí su pasión por la fotografía comenzó a crecer día a día hasta el punto que todo lo que pensaba lo pensaba en imágenes, me dijo que a veces creía que estaba loco por pensar así.
Ya en mi casa lo hice pasar a la sala mi mamá saludó con una sonrisa maliciosa que para mi desgracia Martín también captó pero por qué es muy ubicado no dijo nada, cuando ya estábamos cómodos comenzamos a decidir de qué se trataría nuestra fotografía yo aunque estaba nerviosa  por estar con el también había pensado en el proyecto, aunque no me gustaba tanto como a el, la fotografía  me parecían maravillosa, así que le lance mi idea quería hacer una foto blanco y negro de diferentes sonrisas me parecía que así mostraríamos un contraste, le pareció bien hasta me encontró ingeniosa todo iba bien hasta que me dijo
-conoces a Karla, la que está en nuestra clase de literatura
Respondí que sí con desgano, entonces me dijo lo peor
- ella debería ser la sonrisa principal, creo que su sonrisa es la más hermosa.
Pensé que perdería los estribos, por qué siempre andaba baboso pensado en Karla si ella a penas sabía su nombre, por qué no era capaz de ver más allá por ejemplo ver me a mi que estaba en frente de el y accesible.
Sabía que esto era difícil pero sus palabras me desanimaron por qué quería decir que no me veía o en realidad yo no le parecía para nada atractiva.
Martín mientras yo divagaba en mi frenesí mental, me dijo que saliéramos para ver si en la calle encontrábamos a alguien con una linda sonrisa o a alguien más triste para unirlas a la de la famosa Karla, no entiendo cómo no fui capaz de negarme  a la idea, pero tampoco podía decirle que dejara de perseguirla y que me viera que por fin quería ser vista pero por él.

Desde lejos Where stories live. Discover now