Sin flach.

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Caminamos por un rato por las calles aledañas a mi casa, cuando comenzó a oscurecer Martín tuvo la idea de adentrarnos en un barrio que estaba catalogado de peligroso pero más que eso era pobre, yo quería estar con él y parece que mi conciencia se averió desde que me acerqué a este chico. Entramos por un callejón estrechó al final se veían un par de muchachos sentados en la acera, Martín me dijo -vamos saquemos una foto, quedará genial- no sé cuál es el concepto que tiene de genial pero a mí me pareció un poco atemorizante, mi teléfono comenzó a sonar era mi mamá, no quise contestar siempre pienso que en esos lugares lo primero que te quitan es el celular, así que lo guarde en mi bolsillo luego la llamaría. Martín ya iba adelante aunque se veía tímido era tenaz o por lo menos eso estaba mostrando en estas horas, cuando logre alcanzarlo estaba conversando con dos chicos un poco  mayores que nosotros de hecho pude reconocer a uno de ellos había estado en la escuela en tercer año pero lo habían echado por mala conducta si nombre era Fabián.
Vi que Martín comenzó a preparar la cámara a estos dos les hacía gracia lo que estábamos haciendo, mientras miraba la escena Martín me pidió que alumbrará con mi celular las caras de Fabián y su compañero que sonreían a la para La foto, me sentí más tranquila parecía que todo iba bien, pero cinco minutos después llegaron 6 chicos más y no eran amigos de los otros dos comenzaron a discutir yo instintivamente comencé a retroceder, pero Martín estaba ahí para mi impresión sacando fotos, los otros chicos comenzaron a insultar a Fabián y amenazarlo, uno de ellos sacó una pistola, mis piernas comenzaron. Temblar, Martín comenzó a guardar sigilosamente la cámara no estábamos a una buena distancia para correr juntos,uno de los seis chicos se me acercó sorpresivamente y en su jerga callejera me obligó a entregarle mi celular !lo sabía ¡, Martín intento persuadirlo y solo consiguió enfurecerlo al punto que le dio un golpe en la cara, Martín cayó al suelo y aunque no quedó inconsciente le costó ponerse de pie corrí hacia él para ayudarlo y mis ojos siguieron la trayectoria de un disparo, me tire sobre Martín que aún no terminaba de levantarse y la bala pasó sobre nuestras cabezas siendo detenida por el amigo de Fabián, en una segundo volvimos a estar solo los cuatro todos los demás corrieron antes que llegara la policía, un charco de sangre corría por la calle y ahí estábamos nosotros a oscuras y solos en una calle perdida.

Desde lejos Where stories live. Discover now