Agonía.

7.7K 829 308
                                    

Nuevamente había pasado, Yuuri se sentía como basura, como si no le importara a nadie. Su mirada estaba perdida en el vacío, nisiquiera se había vuelto a poner la ropa interior, no tenía ganas de nada.

Victor había salido, no le había dicho a dónde iba a ir o a que hora regresaba y la verdad es que tampoco le importaba.
Lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos mientras recordaba el pasado. Cuando Victor era lo más importante en su vida, aquéllas caricias que antes anhelaba y ahora odiaba.

-Te quiero Yuuri.-

-También te quiero Victor.-

Tapó su rostro con sus manos mientras lloraba, ¿Cómo había sido tan tonto para creer en éso?

Cada recuerdo que tenía de Victor lo quería destruir, palabras, sentimientos y... Hasta al propio Victor si era posible.

Pero como imaginar que sucedería éso, debió fijarse en cada cosa, aún cuando comenzaban a salir. Cuando a sus celos irracionales los llamaba "Amor".

"Quiero que estés conmigo."
"Quiero que pienses en mi."
"Me perteneces."

Tantas cosas que era obvio que no estaban bien. El amor duele... Pero éso no era amor.

Comenzó a sentir como dolía su pecho, mientras seguía llorando, gritando, sintiéndose miserable, rogando que alguien lo ayudara. Su llanto resonaba en las paredes.
Su corazón se rompía cada segundo que pasaba ahí. Victor se estaba encargando de destruirlo poco a poco.
De lo que hubo no quedaba nada, desde hace tiempo que no había nada, desde que estaba con Yurio.

-Yurio.- Dijo entre sollozos. -No me despedí de ti... Te extrañó.- Colocó una de sus manos en su pecho. -Será mejor decir adiós. Lo siento.- Le decía a la nada mientras continuaba llorando, sacando todo lo que sentía, tomando valor para continuar con la vida que ahora tenia.

Se calmó un poco, respiró profundo y se puso nuevamente la ropa interior al terminar se puso de pié y caminó para la recámara a ponerse algo más de ropa, no quería estar así. Pudo encontrar algo que había dejado Victor.

La puerta se abrió, era Victor.

-¿Yuuri?- Preguntó con algo de emoción en su voz, traía unas bolsas en sus manos las cuales colocó en el piso, ya después las levantaría.

Al escuchar la voz de Victor comenzó a temblar, no quería salir de la habitación pero sería peor que el otro le fuera a buscar. Caminó nuevamente a la estancia ya con la ropa puesta.

Victor le vio de arriba a abajo. Notó sus ojos hinchados y llorosos, pero eso era lo de menos. Se preguntaba por que estaba cambiado.

-¿Saliste?- Fue hasta donde estaba el otro y lo sujetó del brazo alzándolo un poco.

-N-no.- Sintió el tirón que le había dado el otro y le sujetó la mano. -Me lastimas.-

-Lo siento.- Camino de regreso a donde se encontraban las bolsas. -Compré unas cosas para preparar algo de cenar.- Mencionó en cuanto tomó las tomo.

Yuuri volteó a verlo con algo de preocupación. "Otra vez cambió." Soltó un leve suspiro lleno de alivió y temor.

En cualquier momento o con algún comentario que el pelinegro hiciera podía complicarse la situación nuevamente.

-¿Qué tienes en mente?- Nuevamente tenía que fingir que todo era de su agrado.

-Mmh~- Posó el dedo índice en su barbilla. -Ahora que lo mencionas... No tengo nada en mente.- Soltó una leve risa.- Lo que gustes esta bien para mi.- Se puso en marcha hasta la cocina, el pelinegro le seguía a lo lejos.

Victor coloco las bolsas sobre la mesa que se encontraba en el centro de la cocina, comenzó a sacar lo que en ellas había pasándoselas a Yuuri el cual las iba acomodando en una pequeña alacena que ahí se encontraba.
Al terminar ambos comenzaron a preparar Borsch. Una sopa de verduras, que incluye generalmente raíces de remolacha que le dan un color rojo intenso característico. Al finalizar su preparación los dos se sentaron en la mesa a comer un poco.

Todo estaba fluyendo con normalidad, terminarían de cenar he irían a dormir o éso pensaba el japonés.

El pelinegro se estremeció al sentir la mano del otro sobre la suya y volteó a verle.

-¿Q- qué pasa?- Le pregunto Yuuri al otro.

-Lamento lo de esta tarde.-

Se quedó sin palabras al escuchar al otro, era lo que menos quería recordar y él iba y lo decía como si nada.
Apartó la mano sin importarle la reacción del otro, no quería que lo tocara, nisiquiera sabía que contestar.

-Me gustaría estar bien contigo.- Agregó el peliplata mientras dibujaba una sonrisa en sus labios y veía con emoción al otro.

La ira se apodero de Yuuri al escuchar al ruso.

-A mi no.- Contestó cortante y con la mirada agachada.

-¿Eh?-

-Ya me escuchaste. No quiero estar con tigo.-

-Yuuri.-

-Olvidé lo que eras para mí. No me interesas.- Dijo Yuuri mientras veía al peliplata. -Entiende que no siento nada.- Se levanto de la silla mientras daba un leve golpe a la mesa que se encontraba frente a él. En ése momento no pensó nada más que en decirle todo a Victor... Entonces, ¿Por qué temblaba? ¿Por qué quería huir de ahí?

Era por Victor que se había levantado muy tranquilo de la mesa... Estaba sonriendo, se estaba burlando de Yuuri.



Obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora