I- Una invitación al infierno.

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¡Salut~! Lo se, lo se, no saco nunca THS, memento mori, o los demás fics, pero ¡Hey! me sobra imaginación y en algo tengo que desperdiciarla :c 

¡Pero bueno!

Esta historia es un Acuario x Piscis (Los de la portada), pero contiene otras parejas también. Ojo, no se confunda, soy cruel y me gusta destrozar is propias otp's por que soy multishipper~ 

¡No quiero aburrirlos, así que continuemos!

Advertencia: Todos los signos aquí están en primer año de preparatoria y tienen entre 15-16 años. Conforme avance la historia ellos irán creciendo, tanto en edad como en personalidad do físico. (Por ejemplo: Los que son de Piscis, no me odien por que hice al personaje muy "quedito" o timido, o a Libra lo deje como un santo chismoso, pues a medida que avancemos iran cambiando~, ya saben, la edad~) 

Aclaraciones: Aun que todos parezcan conocerse, solo lo hacen de nombre o reconocen sus rostros, realmente ninguno de ellos se conoce verdaderamente hasta que pasa "La fiesta" [La tipicaaaaaa~]. También se mencionan hecho que se explicaran mas adelante.

Si no conoces a los persoanjes que narro, puedes ver dibujos (feos) en mi tumbrl, Juterhell. 

¡Ahora si! ¡Enjoy!

~O~  

Mental Breaker.

I- Una invitación al infierno.

~O~

La preparatoria, ese lugar donde entras siendo un joven inocente y sales convertido en un completo adulto o un futuro delincuente, si es que ya no lo eres, listo para irte de casa (o a la cárcel). Donde muchas personas jóvenes se dejan influenciar por los más grandes, entre fiestas, sustancias desconocidas, sexo sin control, rumores y reputación. Siendo estas dos últimas las más importantes para la mayor parte de los estudiantes. Ya sabes, siempre pendiente, siempre etiquetado.

Bueno, casi.

Aún quedaba ese pequeño porcentaje de alumnos que se sentaba en el rincón oscuro de su aula, a desaparecer los tres años que el duraba la preparatoria. Piscis era uno de ellos, solo que no lo hacía apropósito.

Piscis juraba, a sus quince años recién cumplidos, que podría vivir una vida pacifica sin mayores contratiempos, ignorando completamente aquellas cosas de las que su primo, Sagitario, solía hablarle con tanta diversión.

No destaco por nada en particular en la primaria o secundaria, más que por un par de dibujos que colgaron en ese cuadro de honor por el cual todos pasan de largo, o solo se burlan porque no tienen nada mejor que hacer. No era un hombre fuerte, alto o el chico malo que todas amaban, así que ninguna chica se interesó por el tampoco (El cabello y los ojos rosas no ayudaban en nada). Bueno, solo tenía quince, seguiría creciendo. Eso esperaba.

Y cuando entro en la preparatoria no pareció ser la excepción.

Siguió sin destacar demasiado y con un par de buenos amigos, clases regulares y problemas cotidianos y simples como saber que ropa interior se pondría ese día, creyó que podría llevar su vida escolar como un ser humano normal.

Eso fue solo hasta que llego a la mitad de su primer año.

Piscis aprendió de buenas fuentes, como el chiquillo extraño de ojos afilados de la clase B y el chico rata (literal) que te vendía cosas en cubículo cuatro, que los rumores y el estatus social, eran cosas que dominaban la preparatoria. Como si fuera la típica película estadounidense, pero sin musicales. (Aunque en palabras de ese chico extraño, era más como una jungla, donde si te descuidabas, adiós a tu cabeza o tu virginidad, lo que pasara primero).

Mental Breaker  •☆• Acuario x PiscisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora