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sasuke

 alguna vez el arrepentimiento se apoderado de tu mente sin dejarte dormir, mientras tu luchas por redimir tus pecados, así es como siento que mi alma arde en el infierno aun en vida, al ver que no puedo estar al lado de la mujer que amo en verdad, como puede ser tan injusta la vida como para jugar con mis sentidos, mas de una vez e intentado suicidarme por la culpa que me inunda cada noche al encontrarme deseando el poseer a un ángel que es sólo prohibido para mi, acaso fuy tan malo en otra vida que ahora tengo que sufrir cada dia como un episodio de un drama tortuoso.

mi nombre es sasuke uchiha tengo 18 años y tengo una hermana de solo 16 años es la luz de la casa o así la nombró mi madre en cuanto la tuvo por primera vez en sus brazos, recuerdo a mi madre cargar a un bebe, aquel bebe crecio y yo queria jugar con esa bola de carne pero siempre me era negado ya que yo era mas grande y podía lastimarla, a sus 7 años deje de verla, segun mis padres estaba enferma y por ende estaba internada, los años pasaron y yo casi olvido que tengo hermana hasta que mi padre la trajo de vuelta a sus 10 años y a mis 12 años nos vimos a los ojos, quede magnificado ante su belleza y su forma de actuar y de moverse con tanta delicadeza, podría jurar que no había nada mas hermoso en este mundo que ella.

ella era un poco caprichosa y yo solo me e esmerado por complacer cada petición de mi hermana, poco a poco me di cuenta que no la quería como se quiere a una hermana, en realidad la amaba como papa ama a mama, desde entonces comenzo mi lucha contra todo lo que me hiciera amarla mas.

en el verano siempre vamos a la casa de campo hay tenemos una vecina la cual es muy linda y amable, siempre juega con mi hermana, una tarde la encontré llorando intente darle consuelo y a mis solo 15 años tuve mi primera vez con ino, creí que ya no amaba a mi hermana al poder ser capaz de estar con aquella chica de cabello rubio y sensuales labios.

un dia sin mas hinata volvió a recaer en su enfermedad así que se fue de nuevo, eso me dejó tranquilo al pensar que tal vez la lejanía me obligaría a dejar de amarla carnalmente.

ahora a mis 18 años  mis padres decidieron que viviríamos en la casa de campo, solo por la salud de hinata, fue dificil ya que no queria dejar a mis amigos en tokio mas no me pude negar mucho, al final del dia ya solo es un año para terminar la academia, llegamos a aquella casa que tenía un lindo jardín el cual mi madre a cuidado cada vez que llegamos a venir,  toda la mudanza estaba en la casa así que mi padre y yo acomodamos todo incluso el cuarto de mi hermana el cual mi madre adorno con aquellos muñecos raros, puso repisas para poner aquellas casitas y  colocar cada set de ternurines.

no lo negare el cuarto era digno de una princesa, en color lila y con algunas lunas y soles color crema, solo unos cuantos peluches  ya que al ser mi hermana asmática no podía tener mucho de ellos, había un tocador que adornaba el dormitorio con una silla acolchada en color rosa, la cama adornada con muñecos de anime, solo mostraban lo mimada que estaba mi hermanita.

muy en el fondo de mi ser esperaba verla cruzar la puerta para poder abrazarla, además de comprobarme que había superado aquel amor prohibido, mi padre salió  para ir por ella a la central de autobuces, mi madre y yo nos quedamos para preparar la comida especial que había preparado mi madre.

los minutos eran eternos hasta que escuchamos que la puerta se abrió, ahí estaba ella parada con sus hermosos ojos color perla como los de mi madre, su cabello negro azulado que combinaba con toda ella y su blanca piel, aun no podía creer que ella fuera mi hermana apesar de ser identica a mi madre, mi padre la tomó de los hombros y le pido que entrara ya que la esperábamos, mi madre rompió en llanto al ver a su hija tan grande y hecha una señorita.

hinata me miró y me sonrió para decirnos que nos extraño, la abrazamos como bienvenida, mi madre la tomó de la mano y la guio a su habitacion, yo me quede viendo a mi padre que tenía un semblante tranquilo, hace mucho que no lo veía de esa manera, yo quería abrazarla ya que me había hecho tanta falta, pero me contuve para no dejar que creciera esto y mas ahora que su cuerpo esta bien desarrollado y ya no es una niña.

venenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora