Un día estaba llegando al Metro para acomodarme en mi rincón, veía a la misma gente de siempre, apurada y deprisa, varios iban a trabajar, con elegantes trajes y portafolios,malhumor otros, hablaban por teléfono todo el tiempo, y algunos, solo perdidos, buscando a donde ir. Cuando veo a un muchacho poner anuncios en las paredes, estaba muy entusiasmado pegando estos boletines. Todos lo ignoraban, y a mí también me dio igual. Pero en un momento en el que el muchacho tiró por error unos cuantos boletines, uno llegó hasta mi. Sin tomarlo del piso, lo leí delicadamente y mi sorprendí:AUDICIONES DE MÚSICA.
Se solicita una cantante que toque un instrumento.
Requisitos:
- Sexo Femenino.
-Tocar instrumento.
- Ser amable.
-Ser social.
- Tener buena voz.Las audiciones serán en el auditorio Rosewood el día 9 de enero del 2017 a las 14:00 Hrs.
Me emocioné al verlo, nunca había intentado entrar a alguna de esas cosas, así que reaccioné rápidamente y tomé mi guitarra y mochila antes de que el muchacho se fuera.
- ¡Oye! - Le grité. El muchacho volteó y se acercó hacia mí.
- ¿Mande?
Me acerqué a él y le dije:
-¿Para qué es esto?
- Es para una audición.
- Ya lo sé. Me refiero a que ¿para qué es la audición?
- Es una productora que está sacando nuevas "estrellas", las personas que ganen van a grabar un disco con la productora.
- Wow.
- Su cada año se hace una guerra por los puestos.
- ¿Tú crees que tenga posibilidad de entrar?
- Claro que sí, si cantas bien y tocas un instrumento, tienes más posibilidad que nadie.
- Bueno, me llevaré un volante. Muchas Gracias.
- De que.Quedé estupefacta de saber que tenía una opción de triunfar en algún lado. Pero sabía que no había tanta probabilidad. Por un momento me imagine triunfando y grabando un disco, teniendo mi propio hogar y la vida que siempre he querido. Pero salí de mis pensamientos para seguir con la realidad. Tenía que seguir trabajando para poder comer y vivir. Así era mi realidad, pero podía transformarse en algo mejor.
Ese día era 7 de enero, tenía dos días para practicar lo que iba a presentar y que canción iba a tocar. Usualmente no me pongo nerviosa hasta en el momento que estoy ahí, pero esa vez, sentía que lo lograría. Una emoción surgió de mi estómago y salió hasta mi boca cantando a todo pulmón en el metro hasta lograr que la gente se me quedara viendo o me dieran más dinero. No podía parar de sonreír, pero regresé a la realidad y supe que si lo quería lograr tenía que trabajar duro. Así empezó todo.