Trampas del destino.

Capítulo 1: Una desagradable sorpresa.

Antes de que comiencen a leer, quiero aclararles que esta relacionado con estos Oneshots, y fics:

-Fic "Primer beso", donde inicia todo.

-Oneshot "Sueño de una noche de verano". Tres meses después.

-Oneshot "En un segundo". Unas semanas después de lo ocurrido en "Sueño de una noche de verano".

-Fic "Encuesta". Tres meses después de lo ocurrido en "En un segundo".

Este es el fic principal. Inicia una semana después que "Encuesta". No es taaan necesario que los lean, pero se los recomiendo. Especialmente el de Encuesta, porque si no, mas adelante van a pasar cosas que tal vez no entiendan.

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Furihata y Akashi descansaban en la gran cama de este último. Algo agotados, ya que acababan de tener una larga sesión de sexo desenfrenado.

El día anterior, Furihata supo por las sirvientas, que su novio tenía una cita. Molesto y dolido por esta noticia, viajó a Kyoto, y fue hasta la mansión para impedirlo.

Una vez ahí, encerró al pelirrojo en su habitación, discutieron, y terminaron haciendo el amor.

—Maldición, ya es tarde. No llegaré a tiempo —se quejó Akashi, mirando la hora en su teléfono.

—¿Acabamos de hacer el amor, y tú aún piensas en ir a esa cita? —Molesto, se removió entre las sábanas, dispuesto a levantarse—. Me largo.

— ¡No! Espera Kouki, no es lo crees... —De un rápido movimiento, lo detuvo tomándolo del brazo, mientras se sentaba.

—¿Ah, no? ¿Y entonces qué es? ¿A dónde ibas tan elegante? Yo escuche muy bien la palabra «cita». No soy idiota, Sei.

—Kouki... —Cerró los ojos, y suspiró con pesadez—. Cuando las sirvientas dijeron «cita», se referían a la cena que tenía con mi padre, y a unas personas que quería presentarme.

—¿Q-Qué? —Sus ojos se agrandaron de la sorpresa por escucharlo.

—Realmente eres un mal pensado, amor... ¿Por qué no confías en mí? Sabes que yo jamás te engañaría.

—¡Por supuesto que confío en ti! Es solo que... ¿Qué querías que pensara?

—La próxima vez llámame, en lugar de actuar impulsivamente.

Furihata bajó la mirada, apenado y avergonzado. Su novio tenía razón. Se sentía como un idiota, lo había arruinado todo.

—Lo siento, Sei. Perdóname... —De un gesto veloz, se abalanzó hacia él para abrazarlo—. D-De verdad lo siento... —Se disculpó otra vez, con voz temblorosa.

—¿Estás llorando? —Levantó su vista tomándolo del mentón, y al verlo, sintió una punzada en su corazón. Furihata había comenzado a derramar algunas lágrimas, las cuales se deslizaban con rapidez por sus mejillas—. Kouki, amor, discúlpame... —Lo tomó del rostro con ambas manos para secar sus mejillas—. No estoy enfadado, así que no llores. Por favor.

Lentamente acortó la distancia, y unió sus labios con los suyos en un beso suave y apasionado. Unos minutos después, se separaron para respirar.

—Yo soy quien debe disculparse, tonto... —Manifestó Furihata, dándole un beso casto—. Lamento haber arruinado la cena de tu padre.

—Al contrario, me hiciste un favor. Lo que menos quería era estar con mi padre y dos desconocidos.

—Esas personas... ¿Tu padre no te dijo quiénes eran?