Capítulo 4

14 2 0
                                    

—El jóven Crondol saldrá a ver quiénes son.

—No hay problema —afirmo con una arrogancia demasiado finjida, espero el gori... El señor no lo haya notado —. Michi, acompañame un segundo, debo conversar contigo.

—Claro, volvemos enseguida. —Dice mientras le guiña un ojo.

Vamos a un rincón a la vista del hombre, pero donde no puede oír nada de lo que digamos gracias a la distancia.

—¿Pero qué rayos haces, boba? ¿No vés que cuando salga el tal Crondol nos va a mandar a la... A muy lejos? —Le pregunto con histeria en la voz.

—Lo sé, lo sé, pero hay una posibilidad de que nos deje pasar. Además no es que se vaya a acordar de nosotras cuando lo veamos en el concierto.

—El concierto... ¡Nos va a reconocer! No debes ser Albert Einstein para darte de cuenta de cosas así, Michi. —No levanto la voz, para que el hombre no sea capaz de oír nuestra "discución". Aunque creo que debe estar riéndose de mí, acabo de tener un ataqué de pánico con lo que me decía mi prima y no creo que el estar jalándome el cabello y casi tirándome al suelo sea denominado normal.

—¿Estás de acuerdo, no?

¿Qué? ¿De qué me perdí? No he oído nada, ¡caramba!.

—Si... —Era una pregunta, pero no he sido lo bastante normal como para que suene a pregunta.

—Entonces vamos.

¿En qué lío me he metido?

Me lleva nuevamente hasta donde se encuentra el hombre, riéndo a carcajadas con los ojos cerrados; sin siquiera abrir los ojos nos dice:

—¿Ustedes creen que el joven Crondol ha querido saber que estaban aquí como mínimo? —Se ríe a carcajadas. Ríe, ríe, que tu muerte está cerca— Me ha dicho que todas sus invitadas estaban ya dentro, que deje de hacer caso a niñatas como ustedes, y que me he ganado buen dinero de ustedes sin tener que hacer nada. —No lo soporto más y se lanzó al suelo, sosteniendo su estómago y con muchas lágrimas en los ojos —Lauren, vámonos. —Dice Michi entre dientes. Si hay algo que ella no soporta es: ser ignorada o ser tratada de esta forma.

Caminamos por las calles para tranquilizarnos, ninguna tiene automóvil así que de igual forma hubieramos caminado.

• • •

Cuando se nos pasa la rabia del momento —¿Para qué mentir? Me ha molestado de sobremanera lo que pasó— nos ponemos a conversar, hace tiempo que no tenemos una noche de chicas.

—Cuéntame, Lau, ¿algún amor platónico? —Pregunta con un interés nada justificable.

—No, lo sabés, esta chica no va por la vida buscando el amor. Algún día el amor me va a buscar a mí. —Le respondo y quitándole imprtacia hago gesto con mi mano.

—Un día de éstos, cúpido te va a cobrar caro todos los años que te has ocultado del amor. —Me dice con gesto pícaro. Bah, eso solo sucede en los libros y en las películas.

—No lo creo. ¿A ti cómo te ha ido en el amor? —Es solo un intento de cambiar de tema, qué se que funcionará, ya que estoy empezando a incomodarme.

—Ah, yo... Eh... N-no lo sé. —Tartamudea Michi. Me oculta algo.

—¿Cómo va eso de que no sabes? —Le pregunto irónica.

—Yo... —Duda en contármelo— ¡Me gusta alguien!

Oh, tenía que haberlo suponido. Es que en realidad no me lo esperaba, a Michi —Casi como a mí— Es muy rara la vez que le gusta alguien. Aquel chico tubo que hacer méritos con ella.

—¿Cúal es su nombre? —Le pregunto con una sonrisa, tal cual la de El Joker*.

—Eh.. Yo, creo que ha sonado mi teléfono. Quizás es Jessica, u Ópalo. Debo contestar, nos vemos luego.

Esa escusa barata... ¡La he invenyado yo!. En algún momento la voy a interrogar, y de mí nadie se salva. Nadie.

• • • • • • • •

El Joker: El Joker es un personaje ficticio, un supervillano que aparece en los cómics publicados por la editorial estadounidense DC Comics.

Lo que sea por mi carrera #ShineAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora