Capítulo 5

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Hoy es ya el día del concierto. No puedo creer que ya vayamos a conocer Tyler Crondol, espero que no sea el típico niño mimado.

— Lau, estoy muy, muy feliz de por fín conocer a mi ídolo. —dice remarcando la palabra muy.

— Sí, ajá. Yo también —le respondo sin esforzarme siquiera en que sea creíble — ¿No han llamado mis tíos? Porque mis padres no han llamado.

Como ya había mencionado, Michi y yo vivimos solas, mas nuestros padres no llaman una o dos veces por semana para ver cómo estamos.

— No... Esto es raro —dice haciendo una mueca divertida, que se supone expresa pánico. No aguanto más y me pongo a reír como si mi vida dependiera de ello, sin darme cuenta de que mi vida corre peligro. Michi se ha molestado y viene hacia mí con una escoba.

— ¡Michi, lo siento! —le grito aterrada, pero ella no se detiene. Viene a paso firme directamente a mi persona.

A todos los que conozco, nunca lo digo; los amo.

«Tenías que hacer enojar a Michi, he ahí las consecuencias»

Está a punto de golpearme.

Dios mío, ha sonado el teléfono de Michi.

Se detiene y contesta:

— ¡Hola! —dice con un volumen alto, no grita, pero es suficiente hasta para aturdir a un sordo — está bien.

Pone el altavoz y escucho la voz de mis tíos.

— Mis chicas, ¿cómo han estado? —pregunta mi tía.

— Bien —respondemos ambas casi al mismo tiempo. Luego empezamos a reírnos.

— ¿Cómo está el clima por allá? Por acá casi se cayó el cielo ayer por la noche, Lau, tus padres estuvieron aquí cuando empezó la tormenta, se fue la luz y no recordamos llamarlas. —cuenta animadamente Roger, mi tío.

Creo que no mencioné que vivímos en diferentes ciudades.

— Ya veo. —respondo.

— Nosotras no tenemos mucho que contar, solo que hoy vamos a un concierto. El de Tyler Crondol. —Michi intenta ocultar la emoción en su voz, pero es evidente.

— El cantante del que tenías tantas fotos y tonterías, ¿no? —pregunta y ríe tía Mary.

Roger y yo también nos reímos, y rio más al ver la cara de Michi tan roja como el centro de la bandera de Japón.

— Mamá, ya dimos suficientes detalles, hablamos la próxima semana. Adiós. —dice mi prima con un hilo de voz, para luego terminar la llamada.

• • •

Nos arreglamos y vamos al concierto.

Al llegar pasamos directo a la primera fila, Michi está más nerviosa que nunca. Ni siquiera puede caminar como una persona normal.

— Oye, cálmate. Camina como una persona.

— Y...yo esto...oy mu...uy nervi...iosa. —tartamudea.

— Agh, solo respira, necesitas respirar para vivir, no lo olvides.

Mientras hablo suelta todo el aire que había contenido. Estámos sentadas en los lugares más cercanos de todo el lugar.

— ¡Buenas noches, ciudad mía! —grita una voz masculina desde algún lugar. En el mismo momento que habla, todas las personas comienzan a gritar, incluida Michi.

— ¡Tyler te amo! —grita la chica que está al lado mío.

— ¡Casémonos, mi amor! —grita la de atrás.

— Mon amour! Je te veux dans ma vie! —grita alguien más alejado de mi posición.

«Locas»

— Chicas y chicos —suspira—, necesito que me digan con que canción iniciaré este grandioso show.

— ¡Amor distorisionado! —gritan casi todas a coro.

El chico, muy guapo además, empieza a cantar una dulce canción. Su rítmo no es ni lento, ni rápido, es perfecto. La letra es de amor, pero desde una perspectiva distinta. Y su voz, es simplemente única; grave y con un dominio de tonalidades agudas que ningún chico que conozco alcanza.

• • •

Caminamos hacia el camerino de Tyler, si Michi antes estaba nerviosa ahora se está muriendo.

Tocamos la puerta y pasamos, tal y como indicaron los guardias que nos acompañaron casi todo el camino, dejándonos en la entrada de éste pasillo.

Entonces lo veo, es él, es Tyler Crondol.

— Buenas noches, preciosas. —saluda coqueto.

— Bue...enas no...no...oches. Me... Lla...amo Michelle. —Se presenta Michi entre tartamudeos, solo se presenta con su nombre cuando: es alguien que no le cae bien, o un adulto u otra persona a la que cree que se debe tratar con respeto.

— El concierto estuvo genial, me llamo Lauren. —le digo al chico lindo al ver que se queda mirando raro a mi prima.

— Un gusto, Michelle y Lauren. Espero que hayas disfrutado el concierto igual que tu amiga. —le dice Tyler a Michi.

— ¡Claro que lo hice! —le grita.

Parece que por fín reaccionó

— ¿Estabas en estado de shock o algo así? Sé que por aquí no se ven cuerpos y rostros como el mío pero no es para tanto. —le pregunta Crondol, para luego echarse a reír— es broma.

Michi estaba roja, no sé si por rabia o por vergüenza.

— ¿Valió la pena lo que pagaron para verme? —pregunta socarrón.

— Yo pagaría para no ver tu actitud. —murmuro, y me gano un golpe mal disimulado en el estómago por parte de Michi.

— ¿Qué has dicho? —me pregunta con notable molestia

— Dije que pagaría para no ver tu actitud. —repito de manera pausada y con calma

— Pueden irse. —exclama enojado pero midiendo el volumen de su voz.

— ¿Qué? —pregunta anonada Michi.

—  Vámonos Michelle, ni yo puedo bajar el ego de este tipo.

Tomo la mano de mi prima y la jalo hasta salir del camerino.

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⏰ Última actualización: Jan 25, 2017 ⏰

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