Hoy es ya el día del concierto. No puedo creer que ya vayamos a conocer Tyler Crondol, espero que no sea el típico niño mimado.
— Lau, estoy muy, muy feliz de por fín conocer a mi ídolo. —dice remarcando la palabra muy.
— Sí, ajá. Yo también —le respondo sin esforzarme siquiera en que sea creíble — ¿No han llamado mis tíos? Porque mis padres no han llamado.
Como ya había mencionado, Michi y yo vivimos solas, mas nuestros padres no llaman una o dos veces por semana para ver cómo estamos.
— No... Esto es raro —dice haciendo una mueca divertida, que se supone expresa pánico. No aguanto más y me pongo a reír como si mi vida dependiera de ello, sin darme cuenta de que mi vida corre peligro. Michi se ha molestado y viene hacia mí con una escoba.
— ¡Michi, lo siento! —le grito aterrada, pero ella no se detiene. Viene a paso firme directamente a mi persona.
A todos los que conozco, nunca lo digo; los amo.
«Tenías que hacer enojar a Michi, he ahí las consecuencias»
Está a punto de golpearme.
Dios mío, ha sonado el teléfono de Michi.
Se detiene y contesta:
— ¡Hola! —dice con un volumen alto, no grita, pero es suficiente hasta para aturdir a un sordo — está bien.
Pone el altavoz y escucho la voz de mis tíos.
— Mis chicas, ¿cómo han estado? —pregunta mi tía.
— Bien —respondemos ambas casi al mismo tiempo. Luego empezamos a reírnos.
— ¿Cómo está el clima por allá? Por acá casi se cayó el cielo ayer por la noche, Lau, tus padres estuvieron aquí cuando empezó la tormenta, se fue la luz y no recordamos llamarlas. —cuenta animadamente Roger, mi tío.
Creo que no mencioné que vivímos en diferentes ciudades.
— Ya veo. —respondo.
— Nosotras no tenemos mucho que contar, solo que hoy vamos a un concierto. El de Tyler Crondol. —Michi intenta ocultar la emoción en su voz, pero es evidente.
— El cantante del que tenías tantas fotos y tonterías, ¿no? —pregunta y ríe tía Mary.
Roger y yo también nos reímos, y rio más al ver la cara de Michi tan roja como el centro de la bandera de Japón.
— Mamá, ya dimos suficientes detalles, hablamos la próxima semana. Adiós. —dice mi prima con un hilo de voz, para luego terminar la llamada.
• • •
Nos arreglamos y vamos al concierto.
Al llegar pasamos directo a la primera fila, Michi está más nerviosa que nunca. Ni siquiera puede caminar como una persona normal.
— Oye, cálmate. Camina como una persona.
— Y...yo esto...oy mu...uy nervi...iosa. —tartamudea.
— Agh, solo respira, necesitas respirar para vivir, no lo olvides.
Mientras hablo suelta todo el aire que había contenido. Estámos sentadas en los lugares más cercanos de todo el lugar.
— ¡Buenas noches, ciudad mía! —grita una voz masculina desde algún lugar. En el mismo momento que habla, todas las personas comienzan a gritar, incluida Michi.
— ¡Tyler te amo! —grita la chica que está al lado mío.
— ¡Casémonos, mi amor! —grita la de atrás.
— Mon amour! Je te veux dans ma vie! —grita alguien más alejado de mi posición.
«Locas»
— Chicas y chicos —suspira—, necesito que me digan con que canción iniciaré este grandioso show.
— ¡Amor distorisionado! —gritan casi todas a coro.
El chico, muy guapo además, empieza a cantar una dulce canción. Su rítmo no es ni lento, ni rápido, es perfecto. La letra es de amor, pero desde una perspectiva distinta. Y su voz, es simplemente única; grave y con un dominio de tonalidades agudas que ningún chico que conozco alcanza.
• • •
Caminamos hacia el camerino de Tyler, si Michi antes estaba nerviosa ahora se está muriendo.
Tocamos la puerta y pasamos, tal y como indicaron los guardias que nos acompañaron casi todo el camino, dejándonos en la entrada de éste pasillo.
Entonces lo veo, es él, es Tyler Crondol.
— Buenas noches, preciosas. —saluda coqueto.
— Bue...enas no...no...oches. Me... Lla...amo Michelle. —Se presenta Michi entre tartamudeos, solo se presenta con su nombre cuando: es alguien que no le cae bien, o un adulto u otra persona a la que cree que se debe tratar con respeto.
— El concierto estuvo genial, me llamo Lauren. —le digo al chico lindo al ver que se queda mirando raro a mi prima.
— Un gusto, Michelle y Lauren. Espero que hayas disfrutado el concierto igual que tu amiga. —le dice Tyler a Michi.
— ¡Claro que lo hice! —le grita.
Parece que por fín reaccionó
— ¿Estabas en estado de shock o algo así? Sé que por aquí no se ven cuerpos y rostros como el mío pero no es para tanto. —le pregunta Crondol, para luego echarse a reír— es broma.
Michi estaba roja, no sé si por rabia o por vergüenza.
— ¿Valió la pena lo que pagaron para verme? —pregunta socarrón.
— Yo pagaría para no ver tu actitud. —murmuro, y me gano un golpe mal disimulado en el estómago por parte de Michi.
— ¿Qué has dicho? —me pregunta con notable molestia
— Dije que pagaría para no ver tu actitud. —repito de manera pausada y con calma
— Pueden irse. —exclama enojado pero midiendo el volumen de su voz.
— ¿Qué? —pregunta anonada Michi.
— Vámonos Michelle, ni yo puedo bajar el ego de este tipo.
Tomo la mano de mi prima y la jalo hasta salir del camerino.
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Lo que sea por mi carrera #ShineAwards2017
Teen FictionLauren Hock, cantante en ascenso. Quiere con todas sus fuerzas que su trabajo llegue a ser reconocido. Tyler Crondol, cantante famoso mundialmemte. Sabe como llamar la atención de sus seguidores. ¿Amor? No, eso no existe. ¿Final Feliz? Ni que fuera...