Capítulo 4: Problemas

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Al ver la expresión de aquel chico, junto con esas palabras ''Esto va a ser divertido'' ocasiono que mi corazón casi se saliera de adentro mío. Debo de admitir que después de eso la incomodidad por parte mía no tardó en hacerse notar en el salón. Rogaba porque el timbre sonara y pudiéramos salir por fin, pero lo único que conseguía era desesperarme aún más con lo lento que avanzaban las manecillas del reloj.

Me removí un poco incomoda en mi lugar por las constantes miradas que sentía por parte de los dos chicos, de las cuales dos veces voltee involuntariamente por la intensidad que poseían estas, los vi a los dos esperando que dejaran de verme por fin, pero lo que conseguí como respuesta solo fue una risa burlona por parte de ellos, lo que hizo que me pusiera aún más nerviosa. Pasaban miles de preguntas por mi cabeza en ese momento, '' ¿Por qué me veían solo a mí? ¿Acaso trataban de intimidarme? ¿Por qué demonios les prestaba tanta importancia?''. Me decía eso a mí misma, pero no conseguía ninguna respuesta.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por un timbrazo que anunciaba el término de la clase y mi salida de ese pequeño lugar.

Tome mis cosas lo más rápido que pude y salí casi como un rayo. Al llegar a la salida del salón escuche unas voces en el fondo, unas ya conocidas y que hacían que me llenara de nervios. Me gritaron como si se fueran a quedar roncos del esfuerzo empleado '' ¡oye linda! ¡Se te callo algo en el camino!''. Al escuchar eso voltee para ver que se me había caído, pero  si hubiera sabido lo que estaba en el suelo en ese momento juro que jamas hubiera volteado.

¡Así es! Era eso que todas las chicas esconden en el fondo de sus mochilas para no ser molestadas y evitar accidentes no muy agradables, ¡era eso! ¡Si! ¡Eso! ¡una toalla femenina tirada al lado de mi banca!.

Al ver lo que se me había olvidado lo tome con rapidez y automáticamente le mande una mirada fulminante al chico que lo había gritado por todo el salón y que por su culpa ahora las miradas de todos se posaba en mí.

-¡No pudiste dármelo sin anunciarlo por todo el salón idiota!- Le grite molesta y totalmente apenada por lo que había pasado

-¿Qué?, no te enojes querida, ¿es algo normal no chicos?- Lo último lo dijo con un poco de sorna y enfatizando el termino ''chicos''

Este sujeto realmente me estaba sacando de mis casillas, como podía hacerme esto, ni siquiera llevaba un día en la escuela nueva y ya había tenido mi primera vergüenza gracias al estúpido de Jimin que me exhibió con todos mis compañeros. Este día comenzaba a ir mal.

-¡Y que importa si es algo normal! ¡Te recuerdo que también es algo personal!- Mi cara estaba roja del coraje y la vergüenza, pero eso no detuvo a mi boca, la cual escupía cosas por el enojo que recorría mi cuerpo.

Después de gritarle esas palabras, tome mis cosas y salí del salón sin más.

¿Que se creía ese tipo? Yo no le había hecho nada para que comenzara a fastidiarme, pero igual y si fue mi culpa, esta estúpida mochila ya está más vieja que la directora de mi escuela pasada (y dejenme decirles que a ella ya se le podía considerar monumento histórico de la escuela). Talvez tenía un agujero por algún lado y el solo me quería ayudar pero yo me moleste con el. Tal vez lo de que me molesta solo son conclusiones mías y delirios ¿verdad?, es decir, porque me molestaría si no le había hecho nada.

Mientras seguía mandando al carajo a toda la gente y tenía una pelea mental conmigo misma, sentí un golpe en mi cabeza y un dolor un poco fuerte pero tolerable, al agacharme a recoger el objeto que me había golpeado me topé con una pelota de básquetbol, haciendo que me volteara con molestia casi al instante, para atrapar al idiota que me había lanzado eso.

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⏰ Última actualización: Jan 22, 2017 ⏰

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