Rechazada.

36 4 0
                                    

Me llamo Alejandro. Soy un tipo normal, a mi parecer... Siempre he pensado que las chicas no valen la pena, de hecho, nadie vale la pena. Todos son unos farsantes que intentan vivir "la vida perfecta", tomando fotos a su comida, emborrachandose hasta tener una congestión alcoholica, tratar de tener un cuerpo escultural pero seguir teniendo la mente vacía. Pero ¿Qué le puedo hacer? Solo soy un romantico tratando de encontrar a alguien con quien compartir mis secretos. Puedo perder la esperanza en todo, menos en el amor. ¿Suena a cliché, verdad?

Cada mañana me levanto con la esperanza de que a la escuela le caiga un meteorito o algo por el estilo pero por mas que ruege por ese milagro... no sucede nada. Se que no soy el único que lo cree.

¿Saben lo complicado que es llegar temprano a la escuela cuando hace frio? Lo suficiente como para que me pongan un reporte... por tercera vez... en la semana. Pero ya estoy en la escuela. ¿Qué puede salir peor? Oh, ya se que puede ser peor. Tener que sentarme con la persona más aburrida de TODA la escuela, Damas y Señores: Perla Ibañez. La tipa mas rechazada, aburrida, terca, nerd y virgen de todo el mundo en la peor clase de todas, Historia. Como llegue tarde ese ha sido mi castigo divino, el señor Cal, me ha "ayudado" al sentarme junto a la mejor de su clase.

-A ver si puede aprender algo de ella, joven García, mucha falta le hace.- Dijo mientras se acomodaba los lentes el pobre viejo.

-Ah, ¿Y luego?- me burle de él.

-Solo vaya a sentarse ¿Quiere?- Continuo dando el tema de la "Primera revolución industrial", que ha tratado de terminar desde hace dos clases. Camine entre las filas, evitando las miradas de toda la clase, hasta que llegue a donde estaba "Perlita", en la última banca, cerca de la esquina. Estoy seguro que no podrá resistirse a mis encantos, la enamorare y tendré acreditada la materia a fin de semestre. Pan comido.

Me senté en el banco, mientras sacaba un cuaderno y mis colores, la pobre chica se encogió en su lugar, obviamente intimidada por tener a un semental como yo a su lado. Voltee a verla. No era tan fea como pensaba. Su cabello es negro, un poco largo pero estaba disparejo, su cara no tenía facciones finas (Es cachetona, su nariz un poco grande.) Lo único que tenía fino eran los labios, de un tono rosado que me provocó querer morderlos. No tiene ese cuerpo estirado y delgado de todas las chicas, tiene un poco de exeso de grase por la cintura y un vientre abultado pero no es gorda, esta proporcionada. Ha sentido mi mirada y ha volteado sonrojada... "¿Por qué nunca la había notado?" Oh si... porque es una rechazada, una marginada social que lo único que le interesa es la escuela.

-¿Se te perdió algo?- su voz temblaba pero parecía querer que sonará segura.

-No, solo estoy observando que estas muy buena.- ¡BANG! Se puso roja. La tengo donde quería.

-¿Disculpa? ¿Quién te crees para decirme eso? ¿Tú crees que puedes agarrar y por el simple hecho de decir "Estas muy buena" todas caemos rendidas ante ti? Pues dejame ponerte en tu lugar, eres un imbecil, cretino, bueno para nada y no creas que por decirme cosas vulgares, que para ti son "refinadas" haré todo el trabajo por ti, Patan.- La chica estaba roja pero de enojo. Se hará la dificil.

-Lo dije por compasión. Ahora entiendo porque eres tan rechazada, eres aburrida y te crees muy lista pero realmente eres una pobre chica sola. Tus "amigos" solo se juntan contigo por conveniencia. Tienes que abrir los ojos, Recha. Lamento que mi nombre se vaya a ensuciar por tener que compartir una clase con alguien como tu.- Sonó la campana, tome lo más rápido que pude mi mochila y me fui sin esperar a que me contestará. La tendré en mi cama en menos de un mes.

No me odies por quererte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora