No es como si yo odiara a esa chica, es linda y amigable, pero no es la chica ideal. Ya saben, la alta, buen cuerpo, algo tonta, manipulable y fácil, ella es todo lo contrario. Tal vez por eso no la quiero cerca, para no lastimarla. O para no aferrarme.
Los días han pasado y no me siento con ganas de nada, ahora las clases de historia las ignoro mas que antes, no puedo concentrarme y me esta matando el hecho de que siempre me ponga a hacer mis proyectos, tareas e informes. Es bastante aburrida.
Aunque me reconforta la chica de a lado, Helza. Es una chica despampanante, con un gran cuerpo, sonrisa increíble y distraída. He entablado conversaciones cortas con ella pero es divertida, algún día de estos le pedire salir. Lo bueno de Helza, es que no me esta recordando a cada rato que tengo tareas pendientes y que se lleva bien con mi mejor amigo, Mateo. Punto a su favor: No es una rechazada.
-Oye, muñeca, ¿Salimos este sábado?- Helza volteo a verme con esa sonrisa tan tipicamente seductora. Me puse nervioso. Se levanto de su asiento y fue acercandose lentamente a mi, con cada paso mi corazón se detenía, sus caderas se meneaban haciendo que se me cortara la respiración.
-¿Me hablas a mi?- dijo mientras se sentaba en mis piernas. Escuche un bufido a mi lado y en mi mente pude ver a Perla poniendo los ojos en blanco pero lo ignore.
-Claro que te hablo a ti, no seas tonta. ¿El sábado al cine?- Helza se quedo pensando un poco mordiendo su labio inferior.
-Mejor vamos a una fiesta.- Otro bufido.
-Como gustes.-
-Te espero en mi casa a las 8-
-Llegaré a las 8:30 y si te parece.-
-Típico. ok, estaré esperando.- Se levanto de mis piernas dejandome respirar y ya no hablaba como idiota.
-Esa tipa es una zorra.- Perla me estaba viendo con ojos de "Te va a dar herpes."
-No te importa.- cerré mi libro y lo guarde en la mochila.
-Se te va a caer el pene si sales con ella.- dijo Perla, mientras una sonrisa asomaba entre sus labios. Sonreí.
-Hay operaciones o incluso no necesito un pene para complacer a una chica.- comencé a mover mis dedos y mi lengua como si estuvieran exorcisados. Perla volteo a verme y no pudo aguantar la risa.
-Eres un idiota.
-Y tu una monja.
-Mínimo no se me va a caer el pene.
-Pero se te va a cerrar la cueva de las maravillas.
-Idiota.
-Monja.
Y por primera vez, me hizo reír.

ESTÁS LEYENDO
No me odies por quererte.
Ficção Adolescente¿Es solo un juego? ¿Es de verdad? ¿Traerá Problemas? Solo atrevete y relajate.