CAPÍTULO I

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Al abrir los ojos quedé aún más aterrado, el fuego se había ido por completo y aquel hombre ya no estaba dentro del carro, el vidrio del parabrisas se había hecho añicos por el tamaño del sujeto (es un hombre aterradoramente grande).
No entendía que me estaba pasando y fue cuando lanzaron una vara de hierro hacia mi que me di cuenta.

- ¿Telequinesis? - me pregunté en voz alta mientras aquella vara flotaba delante de mis manos, sin pensarlo la arrojé fuera del carro y al parecer todos estaban aterrados con la imagen del hombre atravesando el vidrio y cayendo a 5 metros del parabrisas, ahora me temían mucho más.
- No se me acerquen porfavor, no quiero herir a alguien - ni bien mencioné esas palabras la mirada de las personas pasó de temor a odio.

Casi todos se abalanzaron sobre mí con intención de asesinarme pero tan solo con pensarlo y un leve movimiento de brazos aquellas personas fueron empujadas hacia atrás y cayeron al piso.

- ¡Les dije que no se acercaran! - dije casi gritando, asustado de mí mismo - No soy un monstruo, no soy un monstruo, no soy un monstruo, no soy... - Me repetí esto hasta que un tipo sacó un arma de su chaqueta y la apuntó hacia mi.

- Sí eres un monstruo, y si no te asesino ahorita estoy seguro que tú nos matarás a todos - mientras ese imbécil hablaba sentía que mis latidos se aceleraban, y no exactamente por tener un arma frente a mi cara. Mis reflejos y sentidos se volvieron más agudos, en mi perspectiva, todos a mi alrededor parecían moverse por cuadros. Cuando me percaté del tipo con el arma escuché el sonido de la bala saliendo de la pistola - Arde en el infierno, maldito demonio - Dijo con una risa que expresaba su poca cordura, pero al instante desapareció al verme atrapar la bala con mi mano.
Corrí a una velocidad descomunal y lo tumbé para quitarle la pistola antes de que vuelva a disparar.

- ¡¿Intentaste matarme?! - Grité furioso.

Aún sin saber que me sucedía, lo único que pasaba por mi cabeza era llegar a mi casa, dormir y despertar recordando esto como solo un mal sueño.
Olvídense de todo esto por favor... Debo correr - ni bien terminé de hablar salí corriendo a una velocidad increíblemente imposible, sentía como si mi sangre estuviera electrificada y como cada nervio de mi cuerpo respondía a mi cerebro de una forma inhumana. Ya cuando estaba cerca de llegar a casa, no tenía la menor idea de cómo detenerme y fue entonces que ese extraño impulso eléctrico en mis venas desapareció, lo cual hizo que saliera volando contra una pared y luego de eso todo se puso oscuro.
- ¿Donde carajos estoy?, solo sé que sigo con vida, bueno... o eso creo -  todo lo que veo es como la sombra de la ciudad.
Cada segundo que pasaba en aquel extraño lugar mis sentidos se hacían más agudos y me podía mover rápidamente por cualquier lugar (no tan rápido como antes, pero igual era sorprendente). Pasado unos minutos me di cuenta de algo completamente importante.

- ¡¿Como rayos salgo de este lugar?! - grité con la esperanza de que alguien me escuchara pero no encontré respuesta alguna, pero luego de unos segundos o unos minutos (no estaba muy enterado del tiempo, es como si no afectara en ese lugar) vi a una persona a unos metros de ahí, moviéndose a la misma velocidad que yo, solo que parecía saber lo que hace. Cuando intenté llamarlo, este apareció a mi costado dándome un golpe en el abdomen lanzándome hacia arriba.

-¿Por qué mierda me golpeaste? ¿Quién crees que eres? ¿Dónde estamos? - Dije mientras me levantaba del suelo, y fue cuando me di cuenta que había vuelto al mundo normal, fuera de las sombras.

-Hola Tobías, soy Gabriel, y una nueva vida te espera.

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Gracias por leer y lamento la demora, tuve un pequeño problema al guardar la historia. Si les está gustando voten y dejen sus comentarios para saber sus opiniones. ¡Muchas Gracias! n.n

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⏰ Última actualización: Feb 15, 2017 ⏰

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