Un Dia de Escuela

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Es un dia normal en Pensilvania un dia templado con el aire haciendo que te sientas libre , las hojas de los árboles cayendo por la época de otoño, el olor del aire a flores, el día nublado sin ningún rayo del solo asomándose, un dia perfecto bueno no tan perfecto para Charlotte.

6:30 AM sonó la alarma

-Charlotte hija ya estas...

Entró una mujer cabello de color cabello negro , ojos de color verde, tez blanca y una sonrisa deslumbradora que hipnotiza a cualquiera algo que ella siempre admiro de su madre además de su belleza e inteligencia. A solo sus 30 años ella había criado sola a Charlotte y aún asi no parecía de su edad

-¡Charlotte!

-Mamá -dijo con voz soñolienta,  tratando de abrir los ojos para poder ver la cara de su madre enojada-¿Qué horas son?

-Las 6:30 am

Entró su madre a su cuarto: un cuarto pintado de color azul marino con la torre Eiffel pintada en la pared y con estrella en el techo de su cuarto, un pequeño escritorio a lado de su cama con varios libros que le ha comprado su mamá y que no ha leído y a lado de esos libros una foto enmarcada del Arcángel Miguel.

-¿Qué?- exclamo levantándose rápidamente de la cama-¿Porque no has venido antes a despertarme?

-Claro -dijo sarcástica-. Yo tengo la culpa de que tu no te haigas despertado.

-Se me va a hacer tarde- se quejó, poniéndose los botines deprisa, su mamá se acercó a su armario donde ya tenía listo la ropa que se iba a poner.

-Ten tu ropa.

Le lanzó una blusa de color morado y una falda de color índigo que se puso encima de la blusa para hacerla parecer vestido y un sombrero negro.

-Eres muy despistada Charlotte.

-Mamá ya me conoces- La verdad ella siempre sabe todo sobre Charlotte en especial sus emociones.

-Has estado pensado en tu padre otra vez verdad - lo dijo con una voz triste, mezclada con enojó y cansancio mientras ella se cambiaba rápido.

-Si -admitio sin poder ocultarlo-. Mamá como es que no te diste cuenta que era un angel y el gran arcángel Miguel –solo se quedó pensando-.  Se que odias hablar del tema pero no crees que yo necesito respuestas- Aún seguía recriminándole a su padre haberla dejado a una mujer más hermosa y brillante que su mamá.

-Oh Charlotte -se acerco acariciándole la mejilla-. Yo más que nada quisiera contestarte todas tus preguntas pero la verdad es que no lo se.

-Te debió de haber dicho algo él.

-Tu padre -me corrigio-. Si me dijo él porque.

-No piensas decírmelo-comprendió,  mientras terminaba de cambiarse.

-Me dijo que han sido elegidos 8 arcangeles...para ya sabes -no pudo evitar sonrojarse.

-Tener sexo -completó fastidiada.

-Más bien para tener hijos -dijo haciendo que se oyera menos feo-. Esos hijos serían entrenados para luchar a su lado en el dia del Juicio.

-Es todo –dijo incrédula- ¿Porque no eligieron a más angeles? ¿Porque necesitar tener hijos medios angeles y medios...?

-Terrenales.

-¿Como?

-Asi me llamo tu padre...terrenal

-¿Para que?

-Bueno son más fuertes los hijos de ellos -explico-. Tienen más fuerza que otro humanos y al ser sus hijos heredaron sus poderes por así decirlo tu padre prefiere llamarlo dones y algunas personalidades -No podía creer lo que le estaba contando su madre-. Los angeles y nosotros no pertenecemos a la misma dimensión, ellos pertenecen a una celestial y nosotros aquí en esta dimensión los angeles no pueden hacer mucho, solo pueden manifestarse pero un hijo mitad terrenal y mitad angel pertenece a los dos mundos. Puede hacer daño aquí o haya por eso tienen hijos.

Los Elegidos (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora