Mensaje de Twitter: Tantsor16-EloySierra.
@cisneblanco Estas preparad@ para jugar? #Dead7 te busca a ti. 1 777 777 € para el mejor. Estas invitad@ a visitar: www.dead7eljuego.comEra la séptima vez que Eloy me reenviaba la invitación en Twitter para aquel estúpido juego. Estaba harta de recibir spams en los que me prometían sumas millonarias, cosméticos para estar eztupenda, teléfonos móviles de última generación o viajes al Caribe, para que además mi propio novio añadiera más basura a mis correos y menaajes.
Llevábamos tres meses saliendo y hasta aquel sábado antes se Navidad, me había negado a contestarle, pero aquello era el colmo. Si no le había mandado ya al infierno era porque el muy listo usaba una foto de Nuréyev como imagen de perfil. Conocia mi debilidad por el bailarín más grande del siglo XX. A él nunca podría reñirlo.
Iba a apagar el ordenador para retomar la lectura de los cuentos de Chéjov cuando entró un mensaje en Twitter de Tamara, la espalda que veía siete horas al día en clase. Y mejor así, porque de frente era insoportable. Desde que se había operado los pechos todos los tíos de la clase babeaban por ella. Yo estaba contenta con mi silueta de bailarina y no la envidiaba lo más mínimo, pero me desquiciaba que siguiera probocando a Eloy después de que cortaran como si yo fuera idiota y no me diera cuenta.Baby doll- TamaraGon
@cisneblanco #Dead7 ¿Sabes cuales son las reglas? Me encantan los juegosm ¿Habrá que ir ligera de ropa?Cisneblanco- KatinkaBi
@Babydoll #Dead7 No voy a participar, así que dejad de mandarme gilipolleces. Sayonara, baby.Dejaría de seguirla en Twitter pero ya. Por mucho que se pavoneara por el instituto con sus nuevos pechos, no iba a sentir que me sintiera mal con mi talla 34 de pantalón y la 85 de pecho. Además, en los últimos dos meses, desde que mis padres se separaron, yo estaba ya lo bastante agobiada como para entrar en el juego de Tamara.
¿Pero cómo lo vería Eloy? Eso si me perturbaba. ¿Qué hacer? Contárselo a mi madre, a la que antes le confesaba todo, bueno, casi todo, ahora era imposible. Desde que papá se marchó, mamá no levantaba cabeza y dejaba los asuntos de la casa en mis manos.
Precisamente, oí cómo la puerta de la casa se cerraba de forma brusca. Acababa de llegar de trabajar. Adiviné que venía bastante mosqueada porque el coche había derrapado en la última curva antes de transpasar la verja del jardín. Apareció alterada y dando un portazo en la buhardilla, con los ojos rojos como si hubiera estado llorando. Noté apenada que, aunque tenía poco más de cuarenta, los últimos dos meses parecía haber envejecido diez años. Pero¿ Qué podía hacer yo que tenía mis propios problemas? La vi y tuve la tentación de mirarme al espejo y comprobar si también las provocaciones de Tamara estaban haciendo estragos en mí.
En realidad, laa decisiones de mamá tampoco habían dado buenos frutos. En Madrid yo era feliz, y todo había ido a peir desde que nos habíamos instaladl en Siberia; no había escuela de baile en cincuenta kilómetros a la redonda y tuve que dehar la danza; no había cines, ni tiendas de ropa con mi talla, y si con suerte encontraba alguna prenda, era para niñas de diez años que todavía no habían hecho ni la comunión.
Cuando vivía con mis abuelis todo era distinto. Pasábamos solo unos días de verano que yo vivía coko una aventura. Papá había construido una casita de madera en el jardín trasero, y también colgó un columpio donde yo ne sentía una mariposa que volaba muy alto.
"Mi pequeño cisne blanco", decía papá, " algún día estarás en un escenario y yo le diré a todo el mundo lo orgulloso que estoy de ti".
Quizás porque mamá se sentía culpable de haberme desterrado al lejano oeste, lo primero que había hecho al tomar posesión de la casa había sido darme la buhardilla como estudio. "Tienes espacio para bailar", habían dicho mamá. Pero lo cierto era que alumnas peores que yo se examimaban por el Royal Ballet de Londres e incluso obtenían becas para dar clases magistrales con los grandes.
Esa clase de cosas no te suceden cuando vives en medio de ninguna parte.
Pero mamá se había empeñado en que lejos de la ciudad seríamos más felices. ¿De dónde habría sacado esa idea? ¿O había algo más que yo no sabía? Aunque, pensándolo bien, era allí dónde había encontrado a Eloy; con el podía compartir mos sueños, ¿pero y Tamara? Otra vez Tamara.
-¿Ha llamado tu padre? - dijo mi madre, como si lo estuviera preguntando por tercera vez.
-Sabes que no-Reprimí un bufido que contenía mi impotencia; hubiera sido muy duro para las dos decirle algo que ella no quería reconocer: que papá rechazaba todas sus llamadas, que no quería saber nada de ella, de nosotras. Desde hacía tres meses había sido así. ¿ Qué le hacía pensar que hoy cambiaría la cosa?
Necesitaba poder hablar con mi madre de otra cosa que no fuera mi padre. Desvié la mirada hacia la pantalla. Los mensajes en Twitter se sucedían uno tras otro. Dead7 se había contestado en trending topic. Mientras, mamá insistía con sus desventuras y yo trataba de escaparme mirándola y leyendo los mensajes, para eao tenía doa ojos.
ESTÁS LEYENDO
#Dead7
Mystery / ThrillerKatinka sueña con llegar a ser, algún día, una gran bailarina. Este sueño permanece en ella desde que descubrió unos viejos vídeos de Nuréyev. Debido a una siniestra conciencia, a sus 16 años va a tener que danzar con la muerte. Este libro present...