Imprescindible

Capítulo 1

Llueve y hace frío. Siempre he creído que intentamos ir contra reloj.
Bien, hoy no. Hoy me importa una mierda todo. 
Me acerco al escritorio y veo un folleto: "Salón del libro, el próximo 21 Abril" pensé ¿por qué no?
No quiero ir al colegio, llueve y hay un salón del libro, obviamente voy. De repente vi que Stephen King estaría allí, pegué un grito a no poder más. O sea, ese señor es un dios escribiendo y estaba en la ciudad.
Me cambié súper emocionada, tomé las llaves y mi bufanda-manta, of course.
Me puse la música a tope y me dirigía al salón, de verdad que amo los días de lluvia.

-Nora, ¿dónde coño estás?
-Pues por ahí, ¿Qué pasa? -dije casi suspirando.
-Tía, ha vuelto..
-¿Qué?
-David.. -me quedé en blanco. Habían pasado ya 3 años sin saber nada de David- Hemos hablado..
-No me importa, Cris.
-Hemos hablado de ti. Te estaba buscando, me ha dicho que necesita verte.
-Cris, tía, han pasado 3 putos años. Estoy flipando, te dejo, adiós.
Al bajar del bus me quedé pensando. Es típico de David eso de ir y venir pero ha pasado ya mucho tiempo.
En fin, ya me contará cris yo ahora estoy demasiado emocionada por conocer a Stephen King.
A penas entrar ya se podía ver una larga cola con un cartel de "Conoce a Stephen King".
Vale Nora, piensa, si vas ahora harás una súper cola pero si vas a la hora de comer, estará todo más despejado. Vale, obviamente primero vamos a los best sellers, siempre hay uno que acaba enganchándome.
Stephanie Meyer otra vez, es que aunque a veces escriba como una adolescente bajo los efectos del canabis, todos sus libros acaban enganchándome. Y ahí estaba yo, leyendo la contraportada. Decidiendo si comprar este o el nuevo de stephen king, qué duro. Pero pasó lo que nunca me habría imaginado. Dejé "la química" en todo aquel montón y mire ligeramente hacia la derecha.
Oh Dios mío, Mario..
¿PERO SE PUEDE SABER QUÉ COÑO HACE AQUÍ?
A ver, Nora, relájate. Mario es pasado, Mario es tu primer amor pero es pasado.
No no no, no puedo.
-¡Nora! -era su voz, era él..
-Mar.. -me giré pero no era a mí a quién llamaba, ¿otra Nora?
Entonces me vio, Mario, después de 2 años sin saber si estaba vivo o muerto, Mario..