magia

castigo

Comenzar aquí no me emocionaba mucho, pero me emocionaba más que volver a la celda, por lo menos aquí había una cama de verdad y no tenía que estas siendo vigilada a cada momento, desafortunadamente este lugar está lleno de nobles, cosa que arruinaba un poco mi buen humor,

Mi plan para sobrevivir a este lugar era no interactuar con los demás más de lo necesario, cosa que costaba un poco con todas las miradas curiosas yendo y viniendo, llegado el medio día, un chico de un metro ochenta se paró frente a mi mientras estaba comiendo, tenía una túnica azul que le llegaba hasta las rodillas y una cara simplona, su cabello era rubio, y por la forma de moverse era de suponer que estaba acostumbrado a que los demás le obedecieran en todo

-te llamas sora, no?- pregunto con un tono superior en la voz, le lance una mirada molesta

-si, quieres largarte y dejarme comer tranquila- su cara se retorció pero no se largo

-yo me llamo chess y vengo de los rtyn- los rtyn eran una de las familias más acaudalas de esta ciudad, el solo hecho de saber que era un noble me molesto, ya que su ego era algo que me causaba rabia

-eres un noble- pregunte con sarcasmo

-si, lo soy, sorprendida?, yo en tu lugar lo estaría, ya que soy muy poderoso- dijo con la voz llena de arrogancia

-ya, y que se supone, que eres el bueno de aquí? no me hagas reír

-soy el bueno, y deberías de tenerme algo de respeto- dijo algo a la defensiva

-entonces si tú eres el bueno, yo soy el malo de por aquí, deberías temerme- dije llena de rabia- no sabes de lo que soy capaz- luego de esa escena en el comedor me largue, camine por la puerta que se encuentra en el centro del comedor y Salí hacia un pasillo largo y ancho, a los costado se encontraban las salas y después de cada cinco salas se encontraban otros pasillos más largos que el anterior que llevaban a las diferentes salas de entrenamiento, seguí derecho y Salí a las afuera, a un gran jardín con bancas y fuentes de agua, me fui a sentar a una banca y me quede dormida en ese lugar.

Cuando desperté ya estaba atardeciendo y decidí entrar a buscar el dormitorio, pero cuando entre comencé a sentir que algo andaba mal, toda la gente se me apartaba y susurraban hasta que logre captar lo que decían

-ella es peor que una asesina- susurro una chica bajita a otra más alta

-baja la voz si te escucha podría matarte- susurro la más alta de vuelta, seguí caminando y escuchaba cosas como

-dicen que pueden manejar magia oscura- mi paciencia ya se estaba comenzando a colapsar, pero intente seguir caminando

-es un demonio- esa frase me enfureció, lo tome del cuello y lo mire con los ojos rojos llenos de sed de sangre

-un demonio?- pregunte, el chico estaba temblando de miedo, lo pude ver en sus ojos también, los cobardes con los que estaba hablando huyeron- pues lo soy- sonreí mostrando mis dientes

- Combustio - susurre e inmediatamente prendió en fuego, sus gritos eran desgarradores se esparcían por todo el lugar, su piel comenzó a cambiar de color a un rojo asqueroso, estaba tan concentrada en el fuego que no note como una chica se paraba frente a mi

-detente, que demonios haces?- la chica era más baja que yo, su cabello rubio parecía casi blanco su contextura era delgada, sus ojos parecían océanos, y su actitud desafiante me sorprendió, pero no deje que me molestara

-lo estoy quemando, no lo vez?- ella iba a decir algo pero sentí la presencia de un profesor acercándose

- mittite ex vobis- susurre, el chico dejo de arder, estaba a punto de irme cuando la chica hablo nuevamente

-espera, no puedes herir a la gente como si nada, ese chico no te a hecho nada

-me insulto, se lo merecía

-nadie merece que lo dañen- esas palabras me enfurecieron, no se por qué, pero lo que esta chica decía me molestaba más de lo normal, la tome del cuello mientras gritaba

-yo puedo dañar, matar, volver cenizas a quien quiera porque soy fuerte, si alguien más fuerte me derrota estará bien, la fuerza, el poder mide tu autoridad, no los sentimientos- su cara no mostraba ni una pizca de temor, todo lo contrario, estaba igual de enfurecida que yo

-entonces e mataras?, vamos hazlo aquí y ahora si eres tan fuerte y descorazonada- su mirada me penetro y no pude decir nada, la solté y ella callo al piso

-no te matare a menos que tenga una razón para hacerlo- me disponía a marchar cuando sentí una mano en mi hombro, estaba a punto de golpear lacara de quien fuera cuando note la túnica azul que estaba hecha especialmente para los maestros de esta academia

-suéltame jodido bastardo- susurre mientras le lanzaba una mirada de odio

-dudo que quieras matarme, ya que los castigos no son muy lindo para los asesinos, señorita sora- tenia razón, los asesinos son tratados como basuras, ratas de laboratorio, se le suciona toda su magia hasta que mueren, me quede callada sabiendo que no haría nada ya que aun tengo que hacer algo

-buena decisión, acompáñeme- miro a todos a su alrededor, habían muchos alumnos reunidos alrededor de nosotros- ustedes vuelvan a sus dormitorios, vamos sora- lo seguí mientras la multitud se disolvía, este tipo se llama rex flis, es profesor de canalización y control de magia, mide más o menos un metro ochenta, no es flaco, pero tampoco gordo, debe estar en sus cuarenta, sus ojos son cafés al igual que su pelo, me llevo a la dirección donde lleno una formula, luego de eso me llevo a los calabozos mientras caminábamos hacia las celdas me comento mi castigo

-bueno sora, la jodiste, bueno, aunque no esperaba menos de ti, después de todo eres una basura que esta acostumbrada a las cárceles- sonrió sínicamente, por un momento me sorprendí, pero luego llegue a la conclusión que esta es la verdadera personalidad de este tipo, probablemente solo aparente fuera de aquí

- a diferencia de ti me muestro tal cual como soy, y no finjo ser un amable profesor preocupado de sus alumnos mientras pienso en insultarlos- dije indiferentemente, comenzó a reír

-eso es todo? Por qué pasaras los próximos 15 días dentro de una sucia celda con una botella de agua , la verdad también te darían comida, pero les diré que no lo hagan, tómalo como un regalo de mi parte- cuando termino estábamos frente a la celda, entre y el cerro la puerta sin dudarlo

-bastardo, te matare algún día- dije antes que se fuera totalmente

-esperare a ver eso- y con eso se fue