Capítulo único

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Y ahí estaba él. El gran magnate millonario dueño de Industrias Stark. Tenía todo para vivir cómodamente; servidumbre, lujos y propiedades, sin embargo, había algo más importante aún, algo que él no tenía en esos momentos: amor.

Arrojó su copa de vino, con lágrimas en los ojos. Lo tenía todo, pero a la vez nada. Su mejor amigo se fue, que aunque se siente traicionado, Steve no dejaba de ser una parte importante en su vida. Rhodes se fue a otra ciudad, donde pudiese recibir mejor atención y rehabilitación. En cuanto a los otros integrantes de su equipo... nadie era tan apegado a él.

Pero había algo que le dolía aún más...

Se levantó de su silla y se sirvió otro trago. Después, fue directo a su cuarto, enorme y solitario. Tenía una vista preciosa, desde luego, pero la disfrutaba más en compañía de esa persona.

El aburrimiento lo consumió, e hizo que Stark se acercara a su baúl de recuerdos. Había tantas cosas que no recordaba, como viejos regalos de él a su padre, cartas a su madre y a una que otra conquista que, por nerd, lo rechazaban sin piedad alguna. Siguió hurgando en sus cosas, hasta que cierta fotografía —y única foto en el cofre— se cruzó por su camino.

En ella estaba él y Pepper. Ambos asistieron a una reunión de negocios muy elegante, no obstante, la fiesta era un total fracaso. Según Tony, había sido la fiesta más aburrida a la que ha asistido.
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La rubia notaba ese aburrimiento en el hombre. Anthony Stark no sabía disimular cuando se encontraba aburrido, al menos para ella cada expresión que emitía el castaño la conocía y conocía con claridad el significado de ella.

Sonrió por sus adentros, recordando aquella cámara fotográfica en su bolso. Nada aseguraba que tomarse un par de fotos sería divertido, pero cuando compartes esos momentos con la persona que amas, ¿quién no disfruta de unas simples fotos?

Se acercó hasta Tony. Le dio una mirada pícara, a lo cual Stark no podía responder sin morbo.

—Conozco esa cara. ¿Quieres tener sexo, Potts? —la rubia carcajeó.

—No es un lugar para la acción, Stark.

—¿Ah no? Y, ¿quién lo dice? —la jaló bruscamente hacia él. Seguido de esto sonrió coquetamente, a lo cual Pepper le respondió con una sonrisa tímida.

Le susurró su pequeño plan al oído. Tony sonrió y la siguió. Se escondieron en el baño, cerrándolo con seguro. A los segundos, Pepper sacó su cámara fotográfica y comenzó a tomar fotos al azar, haciendo que Stark saliera en sus peores poses.

Estuvieron horas ahí, encerrados en el baño. Es cuando te das cuenta cuánto quieres a una persona pues, tenerla ahí, junto a ti, sin nadie que los molestase... cualquier otro pudo aprovechar el momento y tener relaciones ahí, sin embargo, ellos no.

Para Tony era un tanto cursi decirlo pero... cuando amas a una persona, no importan los meses que sus cuerpos no hayan hecho contacto, simplemente con la compañía de ésta es todo lo que necesitas para sentirte pleno y completo. Eso le hacía sentir Pepper.

—Te amo, Pepper —la miró a los ojos y sonrió. Pepper, nuevamente, le respondió con una mirada tímida. Acto seguido, Tony se acercó al rostro de la rubia y depositó un pequeño beso sobre sus delgados labios.
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El recuerdo a través de una fotografíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora