El mundo siempre me resultó un lugar oscuro, lleno de gente que solo quiere sobresalir aún si tienen que cortar un par de cabezas o más, con otros tantos que ven la mierda frente a ellos y deciden negar o evadir esa realidad solamente por el odio que tienen hacia otros. Siempre me pareció un lugar lleno de hipocresía donde el que hoy te tiende la mano, mañana te pide la vida entera a cambio por el favor, donde no importa qué pase o a quién, todos miran a otro lado o aún peor, ven lo que pasa y se quedan quietos como si de una película se tratase solo por el morbo y la intriga de querer saber como terminan las cosas. En fin, el mundo jamás me pareció un lugar agradable. Y mucho menos después de lo que sucedió aquel día y que confirmó todo lo que creía.
Todo comenzó cuando salía de la secundaria, era mi último año y por fin podría alejarme por siempre de la gente que conocí ahí. El día comenzó normal, conmigo sentándome en el fondo del aula, mirando a la ventana y cada tanto respondiendo alguna de las estúpidas preguntas del profesor o de algún compañero que se acercaba a mí con una sonrisa llena de falsedad que hasta daba asco para pedirme ayuda, cada un par de minutos me ponía a sonar los dedos o a garabatear alguna idiotez en el cuadernillo y cada otro par, revisando el celular para perder tiempo. Pero en el momento en que nos avisaron que salgamos al segundo recreo, sentí que algo andaba mal.
Bajé las escaleras como siempre, con las manos en los bolsillos y encapuchándome en mi buzo de egresados. Me senté en el banco de siempre mirando el cielo y viendo como los chicos de 1ro y 2do se juntaban y reían. Pero en ese momento el tipo más idiota de todos, al menos en la secundaria, se sentó a mi lado y me pidió que lo ayude de nuevo para no desaprobar otra materia así podía irse a Porto Alegre y luego Barcelona de vacaciones, pero yo le dije que no tenía tiempo esta vez porque yo también estaba atado con las materias y necesitaba aprobar para poder cursar al año siguiente una carrera universitaria. Parece que a Sir Idiota no le gustó que alguien en su vida le dijera que no podía hacerle un favor, por lo que furioso me escupió en la cara, aunque eso fue peor ya que antes que se fuese lo agarré de la ropa y lo empujé, haciendo que se caiga y quedara en medio del patio mientras otros se reían o arengaban para que me pegue, y me fui al aula así evitaba cruzarme con él por un rato.
Al rato se fue la última hora del día en ese lugar, caminé por la vereda como siempre y de pronto veo pasar el auto de unos tipos de mi curso, y luego pararse al final de la cuadra en la que yo estaba. Para evitar problemas decido cruzarme de vereda, pero ellos bajaron y corrieron a donde yo estaba, y para poder atraparme, ya venían otros 2 desde detrás mío. Antes de darme cuenta estaba acorralado por 6 tipos y uno de ellos era Sir Idiota que estaba frente a mí. Me agarraron dos desde detrás, y Sir Idiota usando su fuerza casi humana me golpeó en la boca intentando bajarme algún diente, no lo logró y al contrario se lastimó la mano. Entonces uno de sus amigos me golpeó en el estómago dejándome sin aire, y mientras me inclinaba, un rodillazo en el mentón. Luego me soltaron los dos que me tenían agarrado y me empujaron al suelo para luego patearme entre todos, ya cumplido su acto cobarde de darme una paliza, me dejaron pararme y arengaban para que Sir idiota y yo peleáramos, el aceptó y me dio unos buenos golpes, los cuales devolví, y en un descuido, volví a agarrarlo y a empujarlo contra sus amigos para escaparme, algo que logré por poco.
Mientras corría, cansado y golpeado, vi entre la gente que me miraba con un poco de desprecio o asco a uno de mis profesores. Le pedí ayuda y él solo me miraba como si yo fuese un loco (¿acaso no veía que estaba hecho mierda?) y luego se alejó antes que mis agresores me alcanzaran. Ya agotado, uno de ellos me miró, sacó una navaja y la clavó en mi estómago mientras la gente a mi alrededor solo veía y mientras me desangraba pude ver que un chico de unos 12 o 13 años filmaba toda la escena mientras los padres no hacían nada. Cuando mis piernas no aguantaron más mi peso, caí al suelo y el que sostenía la navaja simplemente abrió más la herida y luego, mientras yo aún seguía consciente, simplemente la sacó de mi estómago, la limpió y la guardó antes de irse. Pero lo peor no fue el haber terminado así mi día y mi vida, sino que el mismo profesor que se había marchado unos momentos antes, estaba viéndome morir sin siquiera inmutarse.
Una vez muerto, me quedé esperando a ver cuanto tardaba la policía en llegar... Tardaron al menos dos horas completas en siquiera asomar la cara por el lugar, y obviamente nadie de los que estuvieron ahí cerca estaba siquiera cerca en ese momento. Nadie declaró por el crimen e incluso algunos se atrevieron a decir que era suicidio. Hijos de puta malnacidos. ¿Suicidio?¿en serio? un adolescente es asesinado en plena calle por un grupo de matones con familias adineradas y nadie, absolutamente nadie es capaz de siquiera quedarse e intentar llamar a la policía, una ambulancia o al menos intentar evitar que muera. Y así, en un charco de sangre, con el estómago abierto y gente mirándome como si fuese una obra de teatro fue que terminó mi vida.
Muchas gracias profesor, usted me enseñó que la vida de los demás le importa menos que la de una cucaracha. Gracias Sir Idiota por intentar darme una paliza con tus amigos y luego dejarme morir ya que no me necesitabas más. Gracias a ustedes espectadores que se quejan de la inseguridad, de los asesinatos y robos, de los "villeritos" y "negros villeros", del aborto y no se cuántas mierdas más, pero cuando un grupo de adolescentes matan a otro frente a ustedes, no son capaces de siquiera llamar a la policía. Muchas gracias a ustedes padres del niño que filmaba una muerte por enseñarle a su hijo a respetar tanto la muerte que no es necesario intervenir en un asesinato. Muchas gracias a todos por ser una mierda de personas y demostrar una vez mas que el problema de la sociedad no es otro que la sociedad misma...
Muchas gracias a todos.
Atte: a nadie le importa el nombre.
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Historias Sobre La Muerte y El Tiempo
Short StoryLa Muerte está siempre presente, esperando en cada rincón del universo hasta que nos llegue el tiempo. El Tiempo, su hermano, corre imparable en su total eternidad. Azrael, el ángel de la muerte, se encarga de cosecharnos una vez que nuestro momento...