Esa es MI pizza

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-¡ADELEEEEEEEEEEEE! - justo atrás del chico nuevo estaba la mujer más hermosa del puto mundo, mi mujer favorita, mi esposa, mi nena, mi mejor amiga.

-¡CARACOLITOOOO! -nos fundimos en un abrazo de panda que hizo que cayéramos al suelo.

Adele es mi mejor amiga desde que tengo memoria, la dejé de ver cuando entramos a bachillerato, sus padres, mamá Kamila y papá Eduard, así es como los llamo, decidieron llevársela a estudiar a Londres. No la veía de hace 1 año y medio.
Seguía igual de hermosa y no exagero, su hermoso cabello rubio platinado corto más sedoso que el de Sophi, sus bellísimos y que tanto envidio ojos grises, su adorable estatura, todo, una mujer simplemente hermosa.

-Dios, Adele, te extrañé tanto - dije feliz, mi sonrisa no podía ser más grande.

-¡SEÑORITAS, SI TIENEN TANTO DE QUE HABLAR LES SUPLICO SALGAN DE CLASE! -calvitas gritó tanto que supuse que llevaba hablándonos desde hace rato.

-Disculpe, señor Fr... -interrumpí a Adele, jalándola fuera de clase y allí la volví a abrazar, después de 2 minutos así nos separamos.

-No lo puedo creer, ¡volviste! - dije feliz.

-Siií, mis padres me sacaron del otro instituto porque en Londres su empresa no fue bien como pensaron, y tus padres los convencieron de que volvieran y aquí apoyarlos - Adele sonrió.

-Creo que es lo mejor que han hecho mis padres últimamente, joder, Adele, ¿por qué no me dijiste que volverías? Pasé un estúpido y aburrido año sin ti,nena -hice un puchero, cruzando mis brazos.

-Lo sé, yo también la pase fatal, sólo quería que fuera una sorpresa, estoy de nuevo aquí para cuidarte y tratar de que no te metas en muchos proble...- una sirena de policía hizo que Adele se interrumpiera y saliéramos a ver junto con otros alumnos sin importarles la clase.

Una patrulla estaba estacionado justo a lado del carro de Max y éste hablando con el oficial, señalando el vidrio quebrado.

Adele me miró y junto sus cejas. - Dime que no tienes nada que ver con esto.

-Estaría mintiéndote - sonreí dulcemente, de alguna manera tenía que recuperar mi mochila.

Después de varios minutos que el director intentó que regresáramos a clase, llegó la hora del almuerzo.

Adele y yo no paramos de hablar durante todo ese tiempo.

-¿Hay chicos guapotes en Londres? Dime que sí y me voy ahora mismo -dije comiendo mi sándwich de carne.

-No te lo recomiendo, todos son unos tremendos imbéciles - Adele es una persona muy cuidadosa con su alimentación, por eso tiene ese lindo cuerpo, comenzó a revolver su ensalada.

Ya me había terminado mi sándwich y mi feroz hambre no había terminado.

-Nena, iré por una pizza, no te conviertas en vegetal mientras tanto -reí

-Blablabla - balbuceó rodando los ojos.

Comencé a caminar hacía la barra de alimentos, desde aquí podía ver a mi hermosa pizza.

Llegué, pero antes de tocarla otra mano ya lo había hecho.

-Lo siento, hermosa, esta ya está apartada - dijo con una sonrisa el imbécil que al parecer es el mismo chico con el que me tenía que sentar en filosofía.

-Quita tus sucias manos de MI pizza -dije molesta, odio que se metan con mi comida.

-¿TU pizza? Debo mencionar que quien tiene la pizza en la mano soy yo, por lo tanto es MÍA -el imbécil movió su mano alejando la pizza.

One Girl, 1000 problemsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora