la reacción

468 44 6
                                    

*any*

verguenza

eso es lo que siento justo ahora, mi papá acaba de quedar impactado y como no. con el show que poncho y yo le preparamos de bienvenida, me coloco mi blusa a lo que da, él no es tonto y sé que ya vio todo. sabe perfecto lo que estaba a punto de pasar entre poncho y yo.

va a matarnos

—Señor Enrique, que gusto tenerlo de vuelta— poncho apenas y respira su voz es rapida y agitada, él le estira su mano a mi papá pero este la rechaza aun lo observa con severidad —¿por que no nos aviso que vendría antes?

—Ja, Ahora resulta que debo de dar por enterado a un simple chofer que llegaré a mi casa— De verdad esta furioso, mi papá no es así. tiene coraje lo sé se siente en su voz en cada una de las palabras que acabe de mencionarle a poncho, que a la final me duelen más a mi

—No señor usted tiene razón, pero any y yo hubieramos ido juntos a recogerlo al aeropuerto

—¿Any?... ¿Desde cuando tienes autoridad para llamar así a mi hija? se llama anahi y para ti es señora

—PaPá...— trato de hablar ya que logro respirar un poco y apartar el miedo de mi, pero poncho me interrumpe

—Tiene usted razon señor enrique, es solo que su hija y yo nos hemos empezado a llevar muy bien y somos...

—Nada, tú y mi hija nada. tú no eres más que un simple empleado en esta casa— su tono de voz es mas fuerte y me asusta

—Papá ya basta ¿no? Deja de hablarle así

—Basta nada estoy hablando con él ahora, tú y yo ya tendremos tiempo de hablar. por ahora vete a tu habitación

—Pero papá...

—Que vayas— Grita haciendo que salte de un susto, no puedo evitar la rabia, subo corriendo cada escalón de las escaleras hasta llegar a mi habitacion de donde espero no salir nunca

*poncho*

No tarda ni dos minutos en subir any a su habitación, y menos de un segundo es lo que le toma a enrique para pegarme una clara cacheta en la cara. Una fuerte más que las que un día me dio mi madre para que reaccionara cuando no sabía que hacer con las situaciones de mi vida, pero esta. esta es dolorosa. mi mejilla palpita, despues de tener unos segundos mis manos salvaguardando mi cara me percato de no estar sangrando. Y no, levanto la mirada hacia él donde lo unico que veo es rabia, lo último que puedo hacer es reclamarle algo. sería muy poco hombre al hacerlo. tiene coraje y yo soy el menos indicado para pedirle calma en estos instantes

—Dudo mucho que te estes preguntando el por que de esa cachetada, es claro que has abusado de mi confianza y de mi hija de la cual te has estado aprovechando todo este tiempo

—Aprovechando? No, eso no es cierto

—Claro que lo es, o vas a negarme en la cara que hace unos minutos la estabas besando y a punto de hacer quien sabe que cosas con ella 

—No, no se lo voy a negar. así fue, pero yo no me estaba aprovechando de ella su hija y yo nos queremos

—¿¡Que barbaridades dices!?, any es una niña todavía

—Por dios tiene 19 años y yo 22 señor ya deje de tratarla como a una bebé

—Puede tener la edad que sea pero vive en mi casa y es mi hija, deja tus cosas y retirate de aquí

—¿Me esta usted echando?

—¡Si!

—¿Pero por que?

—Que sinico; no tenías que meterte con mi hija

—Enrique entienda yo no me aproveché de any yo la amo y por eso no pienso alejarme de ella

—¿Acaso quieres que te mantenga aquí?

—No, hasta donde yo sé usted a mi no me mantiene yo trabajo por un sueldo

—Si, Y vaya trabajo tan agotador que haces he— ironiza —Mira te lo voy a colocar así. alfonso, te vas por la buenas o será por las malas

—Sera por las malas entonces por que No me iré, aún hay un contrato de por medio el cual falta un mes para vencerse ¿lo recuerda?

—Ah... hablas de este contrato— abre su portafolio y saca este mismo. —Hablas del contrato que especifica que no te puedes relacionar de otro modo que no sea laboral con any por que puedes ir a la carcel— no hay forma de olvidar ese acuerdo me viene rondando la cabeza desde el día 1 que decidí pisar esta casa, y justo ahora lo había olvidado —hay una solo forma de que yo me olvide de este contrato y no termines en la carcel por incumplirlo

—¿Cual?

—Bueno es simple, Te irás hoy mismo de mi casa y no volveras a buscar a mi hija

¿Como puede pedirme eso?

Me tomo mi tiempo para pensar un poco en any en ¿como voy a hacer para estar un mes lejos de ella, su boca, su olor, su voz, su cuerpo? pero entonces. llego a la conclusión mas clara eso puede ser lo mejor, total 1 mes lejos de ella hasta que el contrato termine es mejor a 7 meses y peor que sea en una carcel —¿Me puedo despedir de ella al menos?

—No

—Esta bien, pero al menos expliquele como han pasado las cosas, y yo sé que usted no me quiere con ella pero de verdad yo la amo a any, así que por favor almenos digaselo ¿si?

—Se lo diré, por Ahora solo vete de mi casa y ya sabes no quiero verte por aquí ni cerca de lo que rodea a any ¿entendido?

—¡Entendido!

Obligada A Convivir Con El CharritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora