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❁--Stpd jn;

Nunca pensó que el traer a un animal a su territorio sería tan horrible.

Sí, él había jodido cada día de la semana por querer una mascota, algún animalito para poder mimar y criar con tanto amor, como si se tratara de su hijo adoptivo, dándole más amor que a nadie en el mundo. O eso quería demostrar. Jungkook estaba presente que si hubiera visto en lo que se convertiría su criatura, mejor estaría descargando aplicaciones con animales ficticios.

Quien hubiera pensado que en vez de adoptar a un perrito como él quería, trajeron a un gato. Quien hubiera pensado que el gato iba a ser amoroso con todos menos con él. Quien hubiera pensado que el gato sería el preferido de Jimin.

Quien hubiera pensado que Jungkook se pondría celoso de un minino. Un tonto gato que pasaba en los brazos de su pareja y que a el ni caso le daba.
Jungkook se sentía indignado por esa gorda bola de pelos. Estaba mejor alimentada que todos los demás.

—Jimin —gritó estando tirado en el sofá —. ¡Tengo hambre!

El nombrado arrugo la nariz. Estaba ocupado por estar haciendo algo para comer, entonces venía su pareja y gritoneaba que tenía hambre. Ni que fuera su empleado.

—Pues levanta tu trasero inexistente y vete hacer algo para comer —terminó de picar las verduras —. Y de paso me ayudas por aquí.

—Pero Jimin —volvió a gritar —. Estoy cansado.

—Yo también estoy cansado y mira que no me quejo ni te hago hacer cosas —fue donde reposaba el castaño.

—¿Me traes algo de comer? —sus ojos brillaron y por unos instantes, trato de actuar lindo —. ¿Traes comida para tu novio favorito?

—Lo que te traigo te va a encantar —le mostró una sonrisa, esas de ángel y luego pateo a Jungkook, haciendo que cayera —. Ahora levántate y sigue haciendo las cosas tú.

Jungkook se quejaba mientras estaba en el suelo y acariciaba su espalda. Siendo menor, terminaría igual que un abuelo.

Incluso, estaba actuando como uno muy cascarrabias. Se levantó de a poco y con la nariz arrugada por el disguto del trato, se fue del lugar para ir a la cocina y hacer algo de comer. Antes de salir por completo, se giró para mirar a Jimin como si fuera un cachorrito, sabía que él daba ternura y muchas veces lo usaba a su favor.

—Jimin —hizo un puchero con sus labios —. Vamos bebé, estoy cansadito.

El chico de cabellos rosa lo pensó unos momentos y mordiendo sus labios, le dio un pequeño vistazo al menor.

—Jungkook —suspiró.

—¿Si bebé?

—Dale de comer a Carlotiña, su alimento se acabó y cambia su agua también —se tiró tal y como estaba el más alto anteriormente.

Jeon se indigno de forma horrible. Había preferido a un gato antes de él.

¿Es en serio? Yo soy más guapo y adorable que esa cosa peluda que ni puede hablar. Además de que me rasguña cada vez que puede y lo escoges a...a esa cosa. Me pierdes Jimin, me pierdes. Pensó irritado.

—¿Y por qué a ella no le dices que se alimente sola, eh? —se cruzó de brazos bastante cabreado.

Jimin levantó una ceja sin poder creer la estupidez e inmadurez de su novio. Vamos, era un pobre e inocente animal.

—Jungkook, es un animal —su mirada había comenzado a inspeccionar el sofá —. Una linda gatita que no le hace mal a nadie y que no puede hacer ese tipo de cosas —cuando encontró el control de la televisión la encendió.

Pet 猫: KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora