capítulo 4 "sentimientos"

17 2 3
                                    

Narra doriel

Eran las 7 de la tarde y ya estaba oscureciendo, estaba ansioso de verlo pero, tenía un terrible miedo de que me dejara plantando o se le olvidara, no creo que lo olvide digo esto es una cita, el tiempo pasa lento estaba sentado en en la sala en espera de Edgar.
En la mañana había venido Carolina y le conté todo, le tenía mucha confianza, ella estaba casi loca aunque me advirtió que tuviera cuidado, que ese tipo podría ser peligroso o algo así, yo creo lo contrario es muy lindo conmigo, también le había tenido que contar todo a mi mamá la cual lo tomo muy bien.

-Aun no llega hermoso?- pregunto mi madre.
-No mamá, supongo que vendrá más tarde.
-Hermoso no quiero que salgas tan tarde porque mejor no se quedan en la casa-dijo en un tono preocupado.
-Mama! Ya me habías dado permiso-dige haciendo un puchero.
-Esta bien esta bien solo avísame cualquier cosas tienes tu Celular y llámame si necesitas algo, también abrígate, ah!! Y lleva dinero, compren algo de comer y cuídate mucho porfavor-dijo todo con un tono muy dulce.
-Si mamá no soy un niño.
-Para mi lo eres-ambos sonreímos.

Seguí esperando a Edgar un buen rato ya iban a dar las 8 de la noche, en eso escuché que tocaron la puerta, y corrí para abrirla.
Cuando la abrí suponía que era Edgar
Y así era, , cuando lo vi empezó una sonrisas en mi cara demasiado grande, seguía pensándolo es demasiado guapo.

-Me extrañaste niño-dijo algo dulce.
-Pense que no llegarías-comente algo tímido.
-como podría faltar a una cita-menciono mirándome fijamente.

Edgar empezó acercarse mucho a mi con la intención de besarme, cuando estaba apunto de hacerlo, sentí una mano agarrando mi playera jalándome hacia atrás, era mi madre la cual había cambiado de lugar conmigo.

-Oyee!! que sucede-dige algo sorprendido.
-mucho gusto jovencito-extendió la mano hacia Edgar-mi nombre es Dania soy la mamá de doriel.
-Mucho gusto Dania-estrecho su mano amablemente- soy Edgar, el novio de doriel.

Me puse rojo como un tomate y mi mamá solo me miro y río un poco, estaba demasiado avergonzado pues solo había pasado un día y ya estamos algo así como novios, no quería que mi mamá pensara que era algo tonto o asi.

-Cuida de mi hijo, si le haces algo me las pagarás-su tono de voz cambio.

Ya no era tan alegre si no serio y muy fría la voz nunca había visto a mi mamá en ese estado Edgar y mi mamá se miraron dígame te ambos con una mirada fría, aunque la de Edgar era como si fuera un hielo. Era demasiado fría o por lo menos eso sentía yo.

-Claro, no se preocupe Dania, su hijo estará bien-dijo en un tono muy amable y dando una pequeña sonrisa.
-muy bien, doriel diviértete-agarro mis cachetes y los apretó-cuídate hermoso te quiero.

Sin más mi mamá me abrazo y se metió a la casa Edgar y yo caminamos a su carro, el camino era muy callado así que decidí hablar de algo.

-Y entonces soy tu novio verdad-dije algo dulce.
-Claro niño.

No mencionamos nada más durante el camino, era algo incómodo para mí, pero el parecía normal solo conducía, no tardamos mucho hasta que llegamos a la casa de Edgar, ambos bajamos del auto y caminos a su casa.

-Te gusta mucho, los colores pasteles verdad.
-Claro me gustan mucho-dige alegremente.
-Se nota.

Entendí porque lo decía, tenía puesto un pantalón azul un poco ajustado mis tennis eran también azules y mi playera era roja, tenía puesta una sudadera delgadita negra, me quedé un poco penando sinceramente parecía armado de legos.
En cambio el tenía puesto un Jean negro y unos botines grises, llevaba puesta una camisa negra, y tenía sus mangas arremangadas, al parecer le gustaba mucho usar camisas de vestir
o algo casual.

-Puedes sentarte.
-Claro, gracias.
-Traeré algo de tomar

Me senté en ese sofá tan grande y muy cómodo, Edgar fue a la cocina y regreso en pocas tiempo con dos vasos de agua, me dio el vaso con agua y se sentó enfrente de mi, mirándome.

-Así que cuéntame de ti doriel, quiero saber de ti.

Era muy buena idea digo no sabíamos nada uno del otro.

- bueno tengo 17 años y estoy cursando la preparatoria, me gusta mucho más música pop, me gustan los colores pasteles, no tengo mucho amigos, no me gustan las fiestas, no tomo ni fumo.
-cuéntame sobre ti doriel de tu vida.
-Bueno yo..
-Por la forma en que actúas siempre algo tímido, y por el escándalo de la otra vez en el restaurante supongo que no eres alguien con muy buena suerte con las personas cierto niño.
-Bueno yo no soy muy social-dige agachando la cabeza.
-todo eso se debe a que eres gay cierto, algunos te rechazaban y muchos te hicieron bullying aunque tienes una muy buena amiga supongo que ella te ayuda mucho, eres tímido, algo torpe, no tienes casi amigos, y temes que esto se acabe en cualquier mento cierto-lo decia demasiado directo.

Yo solo estaba mirándolo fijamente y el igual no podía creerlo, había dicho muchas cosas ciertas, me hicieron algo de bullying en la preparatoria antes de Carolina y en la secundaria era pero, todos me discriminaban empeze a recordar todo lo malo, me estaba sintiendo algo mal.

-Ya estás seguro doriel, no tienes porque preocuparte, te protegere, te quiero niño-dijo dándome una sonrisa

Aunque era algo directo dice eso y hace que sonría, decidí confiar en el aunque no lo conocía, quería saber de él.

-gracias Edgar yo también te quiero-dige en un tono muy feliz-y sobre ti.
Suspiro un poco y prendió un cigarrillo fumo un poco y decidió hablar

-Bueno mi vida gira en torno a mi mundo, no tuve una infancia normal, pero aprendí a valorar la vida, tengo 22 años, y he vivido bastantes cosas en tan pocos años, no me importa lo que diga la gente solo me importa mi opinión y pensamientos-fumo de su cigarro nuevamente- quiero estar contigo, te quiero doriel.

Le sonreí en respuesta y bebí un poco del agua, realmente estaba enamorado, se que es es tonto llevamos dos días viéndonos y veo el amor volando pero me gustaría estar con el mucho tiempo.

-Bueno tienes hambre niño.
-Claro, traje algo de dinero compramos algo.
-Necesitas conocerme niño, ven sigeme.

Nos levantamos y lo seguí hasta la cocina entonces volteo a verme, con es mirada tan congelante y sonrió un poco,

-Veras niño-agarro un cuchillo y jugó un poco con el- que te gusta comer.
-Bueno cualquier cosas podríamos pedir una pizza.

Alzó su mano jugando con el pequeño cuchillo jugando con el entre sus dedos, estiro su mando y tomo un sartén y lo puso en la estufa, la cocina era muy grande y blanca, era genial.

-niño te diré lo que debes de saber de mi primero, soy jefe y chef de uno de los restaurantes más famosos de esta ciudad, cocinare lo que quieras.

-Eres cocinero! Genial! No me lo espera Edgar-dige muy feliz.
-Siempre he cocinado bien y decidí hacer mi propio restaurante.
-Y como se llama Edgar.
-"lost stars".
-Queee!!!! Lost stars es el restaurante más caro de la cuidad, es el más famoso creo yo, dicen que su comida es la mejor se la cuidad.
-Gracias niño, bueno solamente quise cocinar y logre hacer eso.
-Esta genial Edgar.
-Bueno te prepararé algo vale.
-Claro gracias Edgar, estoy ansioso de probar algo así.
-Espero en la mesa niño estará en unos minutos.

No podía creerlo era genial era imposible, me enamoré de alguien así de increíble, sonreí un poco al parecer no era broma creo que si me quiere después de todo, paso un rato y Edgar me trajo un platillo, cuando lo vi me deleite, era un filete con verduras, puré papa, algo de spaguetti amarillo y una salsa roja ensima del filete, se veía increíble.
-Se ve increíble! Gracias.
-Disfrútalo, pero que te guste.
- y tú no comerás.
-No tengo muchas hambre prefiero ver como te gusta mi comida.
-Bueno gracias! Seguir me gustará.
-provecho.

Había estado increíble la cena, estaba realmente delicioso, era lo más rico que había probado en mi vida.

-Te gusto-pregunto algo dulce
-Me encantó cocinas delicioso, Edgar eres muy buen cocinero eres excelente eres-edgar me había callado con un beso.
Se separó un poco y tomo mi barbilla para levantar un poco mi cara, se acercó y susurro algo que hizo temblar

-Es hora de pagar la cuenta doriel-antes de que pudiera decir algo me dio un dulce beso

"El amor es peligroso"


Irresistible Corazón De Hielo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora