💮 Capítulo uno; Inicio. Editado [♡]

9K 434 25
                                    

Akane Uchiha.

Créanme ha sido duro volver a la Aldea de la Hoja. Más cuando me fui de niña, había vivido más tiempo en la Aldea de las Rocas.
Tenía amigos, pero no importaba. De hecho, dejó de importar aquello. Dejó de tener importancia una vez mis padres fueron asesinados frente a mí. Enseguida recibo un escalofrío por todo mi cuerpo recordando aquel instante. Como cae los cuerpos de ellos, y la sangre salpica en mi rostro.
Nunca olvidaré ese día.

Puedo ver, todo alrededor de mí: Árboles, el cielo azul. Es un ambiente bastante tranquilo. Sonrío volviendo a cerrar mis ojos sin ningún miedo pués no estoy lejos de la Aldea. Todavía estoy a tiempo de llegar a la Academia. Lastima como iré hoy.
Tengo varios cortes, y la ropa está manchada con mi propia sangre. Apenas y algunas gotas, mis nudillos lastimados y siento pesado las piernas. Hoy sí que entrené a primera hora ya estaba golpeando los troncos mejorando el Taijutsu.

Tuve entrenamiento especial desde chica, mis padres y no duden en qué tuve un maestro también. Aunque sea una simple gennin, esta gennin tiene varios trucos bajo la manga.

─Ahg. Maldita sea...─Maldigo una vez me levanto del suelo respirando con dificultad. Llevo mis manos a mi pecho sintiendo dolor en aquella parte. Intento tranquilizar mi respiración.─Como sea, pronto estaré bien. Llegaré tarde sino me apresuro.

Entro a la Aldea. No fue complicado de hecho hay pasadizos por la aldea en distintos sectores y yo, con orgullo, digo qué encontré uno de casualidad que me llevó hasta aquí.
No me hago problemas, sabía que podría hacerme tarde irme a entrenar. Había dejado anoche, una mochila con mis apuntes de la Academía dónde repasaba todo lo qué habia hecho alguna vez en clases y libros para leer en el receso o cuando éste yendo para allá.

Salto hacía el árbol que se encuentra cerca de la Academia. Comienzo a escabullirme hasta arriba, sin problema salto al suelo en una caída perfecta una vez tengo un libro. Era avanzado para mi edad, pero no era problema. Se trataba sobre el ninjutsu.
Una vez entro, noto que Iruka todavía no habia ingresado. Sonreí, no podría retarme por no llegar a horario. Me encamino hacia los asientos, fijo mi vista en la parte de arriba. No me gusta sentir la mirada de todos puestas en mí por cualquier circustancia.

Sin embargo, como todos los días recibo bromas pesadas, a veces insultos por parte de varios de mis compañeros. Hoy no iba a ser diferente claramente. Una niña coloca su pie entre mis piernas cuando paso ocasionando qué tropiece.
Respiro profundo, sintiendo mi sangre arder en un sólo instante. Me tranquilizo y intento encontrar esa paz en mi interior. Me levanto ignorando sus risas y voy a mi asiento. Me siento con cierta violencia, no puedo evitarlo. Ya estaba a mi límite ante estas situaciones que me ocurren.

─¡Pueden dejarla en paz de una vez! Siempre es lo mismo contigo Fuji─Escuché. Reconocí esa voz al instante. Era de una rubia qué estaba unos puestos más abajos del mío.─

─Cierra la boca Naoko, no la defiendas o también te sucederá lo mismo.─Amenazó la otra junto con sus amigas, o mejor dicho. Sus complices.─

Esa chica me defiende aunque no seamos amigas, ni tampoco hablamos alguna vez. Pero me siento agradecida con su persona. Sé que estoy a otro nível en cuanto habilidad, pero tampoco me gusta recurrir a la violencia. Nunca me ha gustado, me hace gracia. Una Uchiha pacífica, creo que he sacado eso de mis padres. Viene de familia saben.

Mis pensamientos son interrumpidos al reconocer a Iruka-sensei y no llega sólo, está acompañado. Por nadie más que Naruto Uzumaki. Ese chico siempre se está metiendo en problemas, es un caso pérdido. Ignora los regaños de Iruka y se va a su asiento qué es justo a mi lado. No duda en hablarme, pués he hablado con él desde niños hasta a veces nos buscabamos para irnos juntos a la academía. No dudo en responderle.

Sasuke Y Tú En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora