Era la tarde, Sheila recién llegaba de su escuela miro a Sedrick en la sala y fue a saludarlo, el le impidió acercarse.
- Me duele el cuerpo cariño, no hay abrazo hoy- dijo Sedrick- solo quiero llegar al sillón y sentarme.
- Está bien, me sentaré contigo- se sentó en el sillón, Sedrick se acostó haciendo que su cabeza quedará en las piernas de Sheila, tenía un libro en sus manos, comenzó a leerlo- ¿no te duele sostener el libro?
- Es un dolor soportable y que vale la pena- respondió.
- Entonces mis abrazos no valen la pena- dijo Sheila.
- Te veo casi todos días, podemos estar uno sin abrazarnos- comenzó a acariciar su cabello mientras el seguía leyendo- vas a hacer que me quede dormido si sigues acariciando mi cabello.
- Eso sería algo bueno, tu no duermes demasiado- le dijo Sheila causando un sonrisa en Sedrick.
- Tienes razón pequeña- pasaron unos minutos de puro silencio entre ellos antes de que Sedrick volviera a hablar por los sonidos que Sheila hacia- ¿que estas chupando princesa?
- Una paleta- respondió, Sedrick levanto un poco la vista para asegurarse que si era una paleta.
- ¿De donde la sacaste?- preguntó Sedrick- no te vi llegar con una.
- La tenía en mi mano, solo que no la había empezado hasta hace unos minutos- respondió Sheila- la compre en la escuela.
- ¿Cuanto te costó?- preguntó Sedrick con curiosidad.
- Un dólar- Sedrick la volvió a ver.
- ¿En serio costo un dólar esa paleta?- preguntó.
- Si, es que es bastante grande, creo que por eso cuesta más que una normal- respondió- apenas y cabe en mi boca.
- Estoy seguro que si cabe bien en tu boca- dijo Sedrick.
- ¿Que cosa cabe bien en la boca de quien?- preguntó Raylen quien recién llegaba con Vladimir.
- Dice que la paleta no cabe en su boca- le dijo Sedrick a Raylen, puso su mano en la barbilla de Sheila para ver sus labios.
- Tiene pequeña boca pero no significa que no quepa- dijo Raylen.
- No tienen idea de lo mal que suena todo lo que dicen- Vladimir dijo mientras se quitaba el saco de su traje.
- Alguien está de mal humor- dijo Sedrick.
- Claro que lo estoy, ya que un niño llorón no tiene la valentía de ponerse un maldito traje e ir a su maldita empresa para hacer su maldito trabajo y yo tengo que ir todos los malditos días para hacerlo lo cual me quita el tiempo y me separa de mi amada esposa porque se tuvo que ir muy lejos para atender mi empresa porque yo no podía ir por tener que estar cuidando la del niño llorón.
- Tienes la satisfacción de ser un buen padre- dijo Sedrick- no soy un niño llorón.
- Si lo eres ya que cada mañana que te despierto te quejas de lo horrible que es tu vida y de lo mucho que te odias para después ponerte a llorar una media hora y me rindo cada mañana de sacarte de la cama- se sentó en el sillón- luego me voy a la empresa donde debo evitar a Olivia todo el maldito día ya que no deja de preguntar por ti.
- ¡¿Ella sigue ahí?!- exclamaron Sheila y Raylen.
- Sedrick no quiere que me encargue de ella- mencionó Vladimir, ambos lo vieron.
- Quiero encargarme yo mismo de ese asunto, me gusta deshacerme de mis errores- dijo Sedrick- por ahora tengo un problema mucho más grande con mi cuerpo.
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Nueva Víctima #0.5 [Editando]
Romance¿Quienes son los Blanchard y los Anderson? Los Blanchard, una familia muy grande y con mucha influencia, un apellido respetado por generaciones, reconocidos por sus únicas características y sus extrañas tradiciones. Sedrick Blanchard. Un hombre ma...