Francisco

3

  Ya en Argentina, no sabía si iba poder volver a estar sin ella, pero la vida me tenía planeado otras cosas por las que preocuparme.

  Algunas personas creen que lo que nos rige es el "destino", que es eso que nos maneja, que nacimos con un destino que seguimos en cada paso que damos, es el camino que seguimos por así decirlo; yo creo que en realidad el destino nos sigue a nosotros, si las cosas que dicen del destino son ciertas no tendríamos libre albedrío, no habría sorpresas, nuestras vidas estarían escritas en un libro con nuestro nombre en letras de oro. Tal vez el destino me guío a Melina esa noche, pero prefiero creer que fue la suerte, el azar, porque si lo que me va a pasar a continuación estaba escrito, quemaría todo ese capítulo.

***

-¿En serio los vas a hacer hermano?- me dijo Lucas.

-¿Qué crees que no debería? Sé que es algo apresurado, pero en serio la amo...

-Entonces hermano, vos sabes que contás conmigo siempre- y me abrazo emocionado.

-Además ya le conté a Vanesa, estaba más feliz que yo- le comentaba mientras salía de comprar el anillo.

-No puedo creer que se lo vayas a pedir- me grito Carolina, que por casualidad cruzaba la avenida (Lucas intentaba esconderse).

-Sí, no es increíble...

-Todavía pude buscar a otro así que no te emociones- (siempre pesimista).

Lucas salto de atrás mío - Hola... Carolina, te acordas de mi soy...

Creo que no se esperaba la cachetada que le pego, aunque lo tenía merecido.

-Haber haber, los dos, no me importa lo que haya pasado entre ustedes, pero espero que se lleven bien para cuando llegue Melina- dije queriendo calmar la situación.

-¡Espero que este idiota no se emborrache! - vocifero Carolina.

-Pero olvídate de eso ya pasó hace mucho... No puedo creer que te enojaras porque te dije que te amaba.

-¡¡¡No me dijiste que me amabas, me dijiste que te querías acostar conmigo y un montón de otras cosas!!! ... Degenerado de mierda.

-Entendé estaba borracho y...

-¡¡¡Me lo gritaste cuando estaba en el aniversario de bodas de mis papás!!! - en la discusión Carolina tenía la ventaja, y Lucas se negaba a pedirle disculpas. Yo esperaba que se arreglaran para dentro de una semana, que era cuando llegaba Melina (justo para el 2 de mayo, un día después de lo habría sido el cumpleaños de mi madre).

No sé qué sea la vida, pero seguro me odiaba.

***

-¿Qué se le ofrece señor? 

-Estoy buscando un traje de bodas, me voy a casar... Bueno espero que sí.... - ya habíamos hablado con Melina de casarnos, por eso sabía que iba a decir que sí (y como se iba a quedar dos semana acá, tenía planeado celebrarlo lo más pronto posible).

-Felicidades señor, debe ser una chica afortunada su prometida. Venga sígame para qué le muestre la selección de trajes qué tenemos- 

En ese momento sentí una felicidad.... Qué no duró mucho... De un momento a otro la vista se me volvió borrosa, todo el lugar dio vueltas y lo último qué sentí fue un fuerte golpe en la cabeza.

Me costaba abrir los ojos y estaba desorientado (creí qué había vuelto a beber y tenía resaca).

-¿Dónde?, ¿Dónde estoy?- pregunte intentando levantarme.