Prisionero del Tiempo (Nowaki x Hiroki)

CAPITULO 2 En la oscuridad.

---Kyo----

Otro año más de mi vida eterna.

¿Ya cuánto ha pasado?

¿Décadas?

¿Milenios?

¿Siglos?

No lo sé.

El tiempo ha pasado muy rápido.

Y he visto morir a tantas personas.

Maldición.

-Kyo.
-¿Sí Nowaki?
-¿Dónde está mi hermano?
-Debe de estar en Europa, pero le aseguro que llegara para la fiesta.
-Ya veo.
-Pero Takafumi volverá pronto.
-Lo sé, seguramente ha sentido que he despertado.
-Aunque él ha cambiado, incluso su apellido.
-Tsss, de seguro que convivio con humanos.
-Y heredo una gran herencia.
-Siempre fue tan sentimental con nuestro alimento.
-Sabes muy bien que Takafumi no consume humanos.
-Jeje, si, prefiere los animales, más los que nadie extrañara, -rio- recuerdo que cuando éramos niños cazo una rata, puaj, repugnante.
-Tú hermano valora mucho...
-Ya no quiero ese tipo de clases, iré a dar una vuelta.
-Está bien.
-Supongo que en estos tiempos conseguir a una chica virgen es imposible.
-Algo así.
-A veces me desesperas Kyo.

Se marchó y yo fui a dar una vuelta al pueblo.

Ya está oscureciendo.

Es el mejor momento de una caminata.

A pesar de ser vampiro no nos vamos en ese cliché del agua vendita, objetos religiosos, las estacas o hacernos cenizas cuando sale el sol.

Nosotros somos más poderosos.

Solos los neófitos, los impuros son los que se queman por el sol.

Nosotros somos sangre pura, aunque Nowaki es un descendiente más directo.

Yo sirvo como su sirviente.

Ah...

A veces es pesado tratar con él.

Y ahora que ha despertado después de casi un siglo.

Creo que tendrá un carácter más pesado.

Seguí caminando por las calles mirando a todo a mi alrededor.

-Hiroki, creo que tenemos todo, deberíamos ir a dormir.
-Está bien. –comento un castaño.
-Además tengo mucha hambre.

Mire al pelinegro, su sonrisa era cautivadora.

Su aroma inundo mis fosas nasales.

Es un olor tan dulce y delicioso, se me hace agua a la boca.

Relamí mis labios y mi mirada se encontró con la de él.

Sus ojos son tan hermosos, me dedicó una sonrisa tímida.

El olor se hizo más intenso.

Es como si...

¿Dos personas?

Es tan extraño.

Ese chico se fue con el castaño y los observe hasta que se perdieron a mitad de la calle.

He leído en algunos libros que sí encuentras a una persona con la sangre más deliciosa que se ha olido o probado es que esa persona será especial y única.

En ese caso...

Creo que lo he encontrado.

---Kirishima---

Maldición...

Perdí a mi linda musa de inspiración.

Soy un gran fotógrafo y tengo 27 años.

Hace un par de meses conocí a un chico muy hermoso.

Tan serio y callado.

Realmente perfecto.

Lo conocí en un crucero, sin quererlo le tome una foto y salió tan hermosa que quise tomarle más.

Realmente me cautivo.

Lentamente me fui enamorando de él.

No puedo creer que llegando al embarcadero lo haya perdido.

Ni una nota, nada...

Quisiera verlo.

Ahora estoy en Transilvania ya que me enviaron un boleto y una invitación a una fiesta.

Supongo que es una buena oportunidad para tomar fotografías...

Aunque....

Después de haber conocido a mí musa...

Todo esto me pare tan simple.

Él simplemente ilumino mi vida.

Mi camino.

Él es un ser perfecto.

Ta hermoso...

Muy callado pero no me importa.

"Yokozawa Takafumi, ¿Por qué te fuiste?"

***Flash-back***
Paseaba por el barco tomando fotos a los bellos paisajes.

Es hermoso el mar, siempre me ha gustado.

Empecé a tomar fotos hasta que anocheció.

Las revele y en una salía un hermoso peliazul mirando el horizonte con una cálida sonrisa.

-Hermoso. –susurre.

Acaricie la foto y sonreí.

-Debo conocerlo.

Al día siguiente di una vuelta a todo el barco buscando a mi hermoso chico.

Pero no lo encontré.

Eso me desanima.

Es mi musa.

Seguí con mis fotos hasta que choque con alguien.

-Lo siento. –comente.
-No pasa nada. –suspiro.

Lo mire y pude darme cuenta que ese chico era el que buscaba.

Sus ojos azules su postura, su voz...

Realmente un ángel.

-Hola. –susurre.
-Buenas tardes.
-Mi nombre es Kirishima Zen. –estire mi mano.
-...Yokozawa Takafumi.

"Un lindo nombre..."

-Por lo que veo eres un fotógrafo.
-Sí, y muy profesional.
-Ya veo. –sonrió.

***Fin del flash-back***

Realmente quiero ser parte de él.

Espero que nos encontremos de nuevo.

---Hiroki---

A penas llevamos casi un día entero en este lugar y me he enamorado de cada rincón.

Es algo mágico.

Realmente me agrada haber venido.

Me quede leyendo un libro y escuche a Ishi vomitar.

Apenas logre que comiera algo y todo se fue por el caño.

No me está gustando nada.

Aunque no lo quiera, mañana temprano iremos al doctor para que lo revise.

Me preocupa tanto.

Yo no tuve hermanos y lo aprecio tanto.

Él es como mi hermanito menor.

Por eso quiero que este bien y...

Escucho varios ruidos cerca de la ventana.

O mejor dicho en el exterior.

Deje mi libro a un lado y abrí la ventana.

¿Huh?

Mire por todos lados.

-Qué raro.
-¿Qué sucede Hiro-chan?
-Creí escuchar un ruido extraño.
-Oh...

Cerré la ventana y las cortinas.

-¿Cómo te sientes? –pregunte.
-Ya se me paso el asco.

Toque su frente y suspire.

-Al menos no es fiebre.
-Te lo dije.
-Ishi, mañana iremos al doctor.
-No es necesario.
-Ishi...
-Está bien, me hare unos análisis.
-Gracias.

Él se quedó dormido y yo decidí salir un momento.

Al pasar por recepción una señora ya mayor me detuvo del brazo.

-¿Qué ocurre?
-N-No salgas.
-¿Huh?
-D-Demon.
-¿Demon?

Ella asintió y se fue.

¿Qué habrá querido decir?

Suspire y solo salí a las calles más cercanas.

Me sorprendí de que no hubieran personas, solo guardias vigilando las calles.

Es algo muy raro.

El parque se veía tentador pero por alguna extraña razón...

Siento que me observan.

Como si alguien estuviera ahí.

Estaba a punto de regresar cuando escuche el llanto de un niño provenir de ese parque.

No lo pensé dos veces y corrí hasta el lugar.

-¿Hola?

Camine por los árboles.

-¿Estás bien?

No podía ver a nadie.

¿Hay alguien?

-Jejeje, caíste
-¿Eh?

Sentí como alguien me empujaba al suelo y pude ver sus ojos tan rojos como la sangre.

-Hueles delicioso. –sonrió.

Pude ver que su cabello era rojizo solo eso.

-S-Suéltame.
-Por fin encontré algo decente.

Siento tanto dolor en mis muñecas.

-D-Déjame.

Siento su lengua pasar por mi cuello y algo filoso rozar mi cuello.

Cerré los ojos.

-NO LO TOQUES, ESA ES MI PRESA. –escuche un gruñido.

De un momento a otro el pelirrojo me soltó y vi otra silueta empujándolo con fuerza.

-¿Q-Qué pasa...?

Mi cabeza dolía mucho por el golpe.

Maldición.

Me levante con torpeza y mire al pelirrojo acercarse pero la otra silueta lo detuvo.

-NO LO TOQUES...

Camine con torpeza pero mis piernas flagelaron y caí al piso.

Cerré los ojos tratando de relajarme.

-Sí que los humanos son muy vulnerables.

No podía abrir mis ojos ya que se sentían muy pesados mis parpados.

-Ya decidí que serás el platillo principal.

¿De qué demonios habla?

-Que tengas dulces sueños.

De un momento a otro ya no escuche nada.

-Hiro-chan...

Abrí mis ojos de golpe y vi a Ishi.

-¿Ishi?
-¿Estás bien?

"¿Fue un sueño?"

-Sí, estoy bien.
-¿Nos vamos al doctor?
-Solo me doy un baño y nos vamos.

---Akihiko---

Termine de escribir ya muy tarde.

Quería llamar a mi lindo novio pero ya era muy noche.

Deseo tanto decirle lo que ha pasado.

Mi lindo novio.

Mi amado.

Me quede dormido imaginando en cómo sería un bebé de los dos.

Mi amado es un doncel.

Capaz de darme hijos.

Eso es tan perfecto.

Sé que Aikawa pueda enojarse por no acabar con los libros a tiempo.


Pero...

Eso es lo de menos.

A la mañana siguiente me arregle y le llame a mi amado.

-¿Akihiko?
-Hola mi amor.
-H-Hola.
-¿Te desperté?
-S-Sí.
-LO siento amor.
-No pasa nada, -suspiro- ya dormí demasiado.
-Mi flojo Ishi.
-Baka.
-¿Cómo estás?
-Bien.
-Me alegro amor.
-Akihiko.
-¿Huh?
-No podía esperar para decírtelo.
¿Qué cosa?
-A-Acepto.
-¿Cómo?
-A-Acepto casarme contigo.
-¡¡¡¡ISHI!!!
-N-No grites baka, te escucho perfectamente.
-¿Lo dices enserio?
-Sí.
-Que felicidad mi amor, te juro que te haré muy feliz.
-Lo sé.
-En cuanto termine los libros iré corriendo a tu lado y te daré el anillo.
-Sí no es hoy entonces no aceptare.
-Ishi...
-Solo bromeo. –rio- Te estaré esperando.
-Daré lo mejor de mí.
-Te amo Akihiko.
-Y yo a ti futuro señor de Usami.
-Baka.
-Por cierto.
-¿Sí?
-Hay algo que quiero decirte, una gran noticia.
-¿Cuál es?
-Mejo te la diré cuando este a tu lado.
-Eres malo.
-No mucho. –reí.
-Pero aun así te amo.