Parte Única

337 60 18
                                    

Dedicado a Kari, quien ama el SeokHoon y espero también me ame a mi (yo pidiendo cariño).

.
.

El frío se calaba en mis huesos de forma espantosa, a pesar que llevaba un abrigo que me llegaba casi hasta las rodillas.

Pero a pesar del incesante frío,  tan típico del invierno, yo no paraba de caminar. Con mi mochila al hombro y a paso rápido, esquivaba a la gente que pasaba a mi lado para llegar a ese lugar.

El día de ayer no pude venir a verlo, un profesor bastante fastidioso me dejo un trabajo extra en la universidad. Y como se le ocurrió dejármelo de un día para otro, no pude ni asomar mi nariz por este lugar.

Así que por mi falta de ayer, el día de hoy lo compensaría. Me quedaría con él hasta tarde, ya se leyéndole o cantándole, hasta que este completamente dormido.

Entro a ese gran edificio de paredes blancas, el cual odio y amo al mismo tiempo. Lo odio porque este lugar te mantiene encerrado y te priva de tantas cosas que podrías disfrutar en el exterior, pero a la vez lo amo porqué sin este lugar y la gente que labora aquí, tú no estarías vivo.

Inhalo todo el aire que puedo y lo retengo durante solo un momento, mientras el ascensor termina de subir hasta el piso dónde estas ubicado.

La puerta se abre y exhalo todo el aire que tenia contenido, pongo la mejor sonrisa que puedo y me digo a mi mismo que hoy no llorare, no lo haré.

Tu no necesitas mis lágrimas, tu necesitas que yo sea feliz, que te sonría y alegre tu día.

Camino por el largo pasillo y veo a tu madre, la pobre mujer a adelgazado por lo menos veinte kilos, su rostro esta demacrado y no queda ni un solo rastro de la hermosa mujer que conocí, hace ya tantos años atrás.

Ella me sonríe tan débilmente, sé cuanto le a costado hacerlo, y yo me acercó pensando que en cualquier momento se puede desmayar.

—Hola, Seokmin. —otra sonrisa débil— Ya que hoy te quedarás con Jihonnie, te dejo este pase. —ella me extiende ese documento que me permite quedarme a dormir.

—Vaya a descansar, señora Lee.—le digo al tomar el documento— Yo cuidaré de Jihonnie.

—Gracias, te lo encargo. Avísame si sucede algo, por favor.

Otra sonrisa forzada de parte de ella y levanta torpemente su mano para despedirse. Ella no tiene control de su propio cuerpo, se ve tan débil.

Giró para ir a la habitación 17-B, la cual llevas bastante tiempo ocupando , y me encuentro con mi reflejo en una de las lunas del ventanal, ese que brinda una vista a la calle. Y logró comprobar que me veo peor o igual que la señora Lee, estoy ojeroso, eh bajado quince kilos y mi piel, por falta de alimentación, ah adquirido un extraño tono que no sé definir.

Suspiro, me arregló el cabello y trato de sonreír una vez más, debo ser optimista para que tu lo seas.

Con paso tembloroso camino por ese pasillo, miro cada una de esas habitaciones, donde hay pacientes en las mismas condiciones que tú, y me siento peor.

"17-B/ Lee Jihoon"  Eso esta escrito afuera de tu cuarto junto al dibujo de una cama.

Me preparó mentalmente para entrar pero cuando al fin entro, compruebo que no importa cuantas veces te vea, siempre será sorprendente verte en ese estado.

Hay estás echado en una cama de hospital, con varias intravenosas conectadas a tu cuerpo y con un aparato de respiración artificial. En realidad el respirador es algo nuevo, nunca te había visto con él, aunque tu madre me dijo que habías tenido una recaída el día de ayer, pero no pensé que esta fuera tan grave.

Lluvia [SeokHoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora