Mi corta relación Asexual de larga distancia.

Hablando en privado.

Finalmente envié mi foto, lo peor que podría pasar es que mi físico no le agrade y sigamos hablando como de costumbre en el chat público.
Por fin todos nos vimos las caras, hablamos de lo bien que se veían todos, los chicos hablaban se su pelo, y de quien le gustó a quién, en ese momento yo cerré la App y me senté en un sillón a mirar el techo, cuando me llega la invitación de un chat privado, me emocione tanto que me tiré del sillón a tomar mi celular, no podía creerlo era ella!!!, me hablo privado, me preguntaba que la había motivado y rápidamente acepte el chat.
-Hola. Me dijo, le respondí seguido, y le pregunté por que me había escrito, a lo que respondió: -por que me pareces muy linda. Lo leo y no me lo creo, estaba tan nerviosa y sorprendida que solo pude decirle:
-Gracias...
Pero reaccioné al instante y le dije que ella también me parecía muy linda, así iniciamos hablar por privado, al principio sólo hablamos como amigas y a medida que pasaban los días ella fue notando que me gustaba y sin rodeos me hizo una pregunta muy directa:
-Yo te gusto?, me quede tiesa, mis dedos no respondían, me quede sin decir nada al rededor de diez minutos, hasta que ella volvió a escribir y dijo:
-Que no te de pena decir que no.
Le respondí que si, que me gustaba muchísimo, al momento que dije eso mi cara se puso completamente roja, pero me relajé un poco cuando ella me confesó que yo también le gustaba, era un sueño, no podía creerlo.
Poco a poco íbamos tomando confianza a medida que pasaban los días, compartíamos fotos nuestras, nuestros nombres, fotos de viajes, lugares favoritos de nuestros países, comida, canciones, veíamos película que reproducimos al mismo tiempo, mientras nos contábamos por chat que tal nos había parecido esa parte, intercambiamos números de teléfono y redes sociales.
Habíamos avanzado mucho, ya solo hablábamos por whatsapp, hasta nos llamábamos y duramos horas hablando, su voz era hermosa, su acento Uruguayo era droga para mis oídos, me encantaba escucharla hablar, me olvidaba del mundo por ella.