3. ¿PERDONA QUE?

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Me quedé mirándolo como si fuera un desconocido.

-¿Perdona que?-pregunté extrañada.

-He dicho, que Marco deberá pintarla a usted- sonrió y se cruzó de brazos satisfecho. -Podéis quedar las tardes, os dejo la clase y...

Le interrumpí.

-Debe estar de broma.- Miré a Marco pensando que estaría de acuerdo pero evitó mi mirada desviándola a cualquier otro objeto de la habitación.

-Yo nunca hago bromas de ningún tipo- dijo caminando hacia su mesa de trabajo. -Lo que creo es que una chica como tú puede dar mucho que pintar...-comenzó a recoger los materiales que tenía en su vieja maleta- Y si es buena modelo puede que la recompense.

Al instante mi rotundo no comenzó a derrumbarse. 

-Si convence a la profesora Rita de que no debo entregarle una redacción seré su modelo o como lo quiera llama. 

Cuando lo dije pensé que se negaría o se reiría de mi pero tan solo asintió.

-De acuerdo.-Sentenció. 

Se acercó a Marco le dio unas palmaditas en el hombro y le entregó unas llaves. 

-Espero poder colgar su trabajo en la exposición; y si no es así puede que le quede restringida mi clase. ¿Me ha entendido bien?-dijo Rodrigo con seriedad.

-Si se lo prometo, no le defraudaré- contestó Marco efusivamente.

Rodrigo le sonrió y abandonó la sala. Marco y yo nos quedamos solos y porque no admitirlo con un silencio bastante incómodo. 

Marco fue el primero en hablar.

-Bueno parece que se nos ha girado trabajo...-dijo mientras  se sentaba encima de una mesa. -Lo siento por todo lo que deberás aguantar esta semana yo no quería que esto acabase así pero a veces Rodrigo hace cosas muy raras.

Le sonreí un poco sonrojada. Su pelo rizado le tapaba un poco los ojos y eso le hacía ver un poco guapo. 

-No te preocupes, tampoco creas que tenía mucha cosa que hacer.-dije alegremente. Saqué mi móvil para mirar la hora y me di cuenta que Andrea me esperaba para comer y que cuando llegase al comedor me esperaría buena bronca.

-Lo siento debería marcharme yo... tengo que comer. Cogí la asa del bolso con fuerza y anduve hasta la salida. Antes de salir me giré hacia Marco.

-Más vale que te salga bien mi retrato- dije con tono burlón. 

Él me miró con un extraño brillo en los ojos y una expresión seria. 

-Creo que es imposible que salga mal.


Amor y pinturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora