Mi gran secreto

7.No más disculpas.

Aquella mañana,Louis se levantó antes que Holly.Algo poco habitual en él,ya que ella acostumbraba a despertarse bastante temprano debido a la costumbre.

Se dirigió a la ducha y lavó su cuerpo con tranquilidad.Le esperaba otro día de entrenamiento con aquella muchacha que conocía de hace ya dos meses y algo más.Mientras desempeñaba su higiénica tarea,se dedicó a meditar sobre Holly.La noche anterior se besaron.Sí,Pero fue un beso inocente,sin nada de por medio.Simplemente se besaron porque él estaba afectado por rescordar su pasado.Nada más.O eso pesaba...

Holly se levantó sin reparar en que Louis no ocupaba su lugar en la cama.Fue al baño y se sentó en el báter totalmente adormilada.

-¿Holly?-Dijo Louis asomándose tras la cortina.

Ella,que no esperaba encontrárselo allí,dió un respingo y lo miró con ojos como platos.

-¡Louis! Lo siento,salgo ahora mismo.-Dijo ella levantándose.

-No,no importa.Sólo quería ver si eras tú.-Dijo él en la misma posición.

-Ya me salgo.Dúchate tranquilo.-Dijo ella y salió.

Al cabo de poco tiempo,Louis salió de la ducha tapado con tan solo una toalla en su cintura.Su esculpido pecho cubierto de piel morena quedaba totalmente al descubieto,dotado del brillo del agua.Al igual que sus fuertes brazos y su musculada espalda mojados del mismo modo.Su pelo alborotado y húmedo dejaba caer algunas gotas por su rotro.

-Ya tienes el baño libre.-Se limitó a explicar.

-Gracias.-Dijo ella,incapaz de articular ninguna otra palabra.

Un rato más tarde ya se encontraban de nuevo en la llanura de Texas comenzando con un nuevo entrenamiento.Esta vez,Louis llevaba una cuerda para ello.Holly llevaba preguntándose todo el camino el porqué de aquel nuevo elemento.

-Siéntate.-Ordenó Louis.

Ella obedeció algo sorprendida.Pero despues de aquel tiempo,se esperaba cualquier cosa de aquel individuo.

Él comenzó a atarla de mano y pies.De un modo nada delicado y bastante rudo.Pero ella no pensaba poner queja,ya que si sucedía en la realidad no lo harían con pañuelos de seda.

-Hoy vas a practicar cómo desacerte de unas ataduras hechas concienzudamente con nudos que no sabes ni que existen.La clase ha comenzado.-Esa última frase la dijo muy cerca se su rostro.Tanto que ella pudo sentir su aliento sobre sus rosados labios.

-¿Cómo me libero de esto?-Preguntó ella una vez que él se hubo incorporado.

-Éso es lo que debes averiguar.-Dijo Louis y se giró dirección a la moto.

-¡¿No irás a dejarme aquí?!-Preguntó ella asustada.Él giró el cuello pero no el cuerpo.

-Cuando pases por esto no me tendrás a mí.-Volvió a girar el cuello hacia delante.Pero no le dió tiempo a dar un solo paso.

-¡Louis!-Él no se movió.-Louis,por favor,no me dejes sola.Al menos dime cómo quitarme ésto.Si no me lo dices ahora no sabré cómo hacerlo en un futuro.

Él se giró y andó hacia ella.Se agachó y la miró a los ojos frente a frente.Ella perdió la concentración debido a la cercanía.

-¿No se te ha ocurrido utilizar alguna piedra?-Dijo él sin apartar la mirada.

-Sí.-Pensó en reprocharlede de algún modo,pero prefirió permanecer en silencio antes de decir algo que no pudiese arreglar.

Louis se puso en pié y la rodeó.Cuando estubo tras su espalda se agachó.Le cogió de los antebrazos delicadamente y bajó hasta sus muñecas.

-Con este tipo de nudos...-Comenzó a explicar de un modo cálido y relajado.- hay que saber dos cosas.La primera,es que mientras más tires,más se aprietan.-le cogió de las manos.-Y la segunda es que... Si relajas la tensión entre las cuerdas...La tensión...-Se acercó al oido de Holly.-Se va.

Holly sintió cómo sus ataduras se ablandaban y caían al polvoriento suelo.Pero también sentía cómo su carozón se había acelerado al oir a Louis tan cerca de su oido,al sentir sus manos tocando las suyas tan delicadamente,la sensualidad en su voz...Ése hombre la estaba seduciendo.Y ella se sentía débil ante sus encantos.Sabía cómo hacerla sentir excitada sin pasarse de los límites establecidos.

-¿Lo has comprendido?-Aquella pregunta la sacó de sus cavilaciones.

-Sí,sí.Comprendido.

Louis acarició las muñecas de Holly con suavidad.Ella no pudo evitar cerrar los ojos en ese momento.Todo aquello la sobrepasaba.No podía controlar lo que sentía.Él la hacía sentir deseada,y eso le encataba.La volvía loca.De repente sintió el impulso de besarle.Besarle con todas sus ganas.

-Lo siento.-Dijo él suavemente.

-¿Por qué?-Preguntó ella casi sin aliento.

-Por ser tan rudo.-Holly oyó cómo su voz se apagaba.

-No te preocupes.-Dijo ella del mismo modo que en la anterior respuesta.

-Te he hecho moratones en las muñecas.-Argumentó él.

Holly llevó sus manos hacia delante y observó sus muñecas.Era cierto.Tenía una linea morada rodeando ambas muñecas por donde había estado la cuerda.Pero ella no sintió nada hacia esas marcas.Simplemente no le importaba.

-Perdón.-Dijo Louis con la cabeza baja.

Holly se giró y miró el cuerpo encorvado de Louis,apoyado en las rodillas y mirando al suelo.Ella le acarició la barbilla con el índice haciéndole mirarla.Quería ver esos azules ojos que tanto la hacían perderse en ellos.

-No me pidas perdón nunca más.-Dijo ella con una sonrisa tranquilizadora.

-Pero...

-Shshshs...-Louis suspiró.

-De acuerdo.

-Lo pasado,pasado está.No tienes que seguir sintiéndote culpable por nada de lo que hagas.No tienes que seguir disculpándote.

Él la miró con una mirada que nunca había visto antes.Una mirada de tranquilidad,de satisfacción.Parecía que ella lo hubiese liberado de un gran peso que llevaba a las espaldas.Louis la abrazó con fuerza.A Holly le sorprendió su reacción.Pero no pudo negarse a desistir.Ella lo rodeó del cuello y lo abrazó hundiendo su rostro en el cuello masculino.

-Gracias.-Dijo él en un suspiro.