Somebody Else

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Había tratado de ignorarlo. El distanciamiento de parte de Yuuri, su falta de interés por tener algún encuentro íntimo, la forma en la que lo evadía cada vez que Viktor quería hablar con él o salir de visita algún lugar. Eventualmente, se cansó de intentar acercarse a Yuuri y adjudicó todos estos aspectos a una etapa por la cual las parejas tenían que pasar tarde o temprano. Amaba al japonés; tenía que ser más paciente. Quería demostrarle que no importaba cuán indiferente se mostrara ante él, Viktor lo estaría esperando con los brazos abiertos, recibiéndolo con animosidad y afecto. Pero eso no impedía que doliera un poco. Cada vez que sufría un rechazo de parte del japonés, podía sentir como si su corazón fuese apuñalado una y otra vez sin darle la oportunidad de tomar un respiro. No quería que la relación que había entre los dos se desintegrara, pues Yuuri era lo único que tenía y lo único que quería en la vida. Habían pasado por muchas cosas juntos como para que de un día a otro lo que construyeron con tanto esfuerzo a lo largo de los meses se derrumbara así de fácil, así que se prometió a sí mismo ser tolerante ante la actitud de Yuuri. Transformó su mano en puño y apreció su anillo, acercando sus nudillos a su boca y plantándole un beso al accesorio, sintiendo el material frío hacer contacto con sus húmedos labios.

Levantó su mirada para encontrarse con la ciudad de San Petersburgo vista desde la ventana de su habitación, la cual compartía con el japonés. Había despertado y descubrió que una vez más, Yuuri no estaba a su lado. Ni siquiera se había molestado en dejar una nota sobre su paradero como lo hacía las veces anteriores.

¿A caso estoy haciendo algo mal?

Se preguntó a sí mismo, la culpa surgiendo dentro de él y asfixiándolo, volviéndose prontamente insoportable. Quería que Yuuri hablara con él y le explicara qué era lo que estaba pasando entre ellos, pero temía por la respuesta, la razón por la cual el distanciamiento entre los dos se hacía más y más grande con el paso de los monótonos días. Estaba asustado. ¿Qué haría si Yuuri lo abandonara? No tendría nada más que perder. El simple hecho de pensar en su vida sin el brillo de cierto japonés lo deprimió, y bajó su mirada, ignorando el nudo que con tanta facilidad se había formado en su garganta. Esperaba que todo saliera bien. Cerró sus ojos y un suspiro abandonó su boca. El tiempo lo diría todo.

Yuuri llegó dos horas después. Una bufanda roja rodeaba su cuello y cubría su boca y parte de su nariz. Vestía una chaqueta café y unos jeans azul oscuro. Un sonrojo adornaba sus mejillas y su aspecto lucía un tanto taciturno y pensativo. Viktor lo recibió como si no hubiese notado esa personalidad evasiva y reflexiva. Se acercó a él con una sonrisa amplia dibujada en sus labios, extendiendo sus brazos hacia adelante y envolviendo los mismos alrededor de Yuuri.

—¡Bienvenido a casa! —exclamó entusiasmado, un poco de falsedad percibiéndose en su voz. Las manos del japonés subieron a su pecho y tuvo la intención de empujarlo lejos, pero en vez de eso, rodeó su cuerpo hasta colocar sus manos sobre su espalda, abrazándolo con fingida animosidad. Viktor torció su boca evitando que las lágrimas bajaran de sus ojos azules. Rompió el abrazo dejando que sus manos quedaran sobre los hombros del japonés, y vio a éste sonriendo con forzada cortesía. La incomodidad que irradiaba de Yuuri era palpable, y Viktor se sintió insignificante y pequeño. ¿Dónde estaba el japonés que lo miraba con un brillo en sus ojos? ¿Dónde estaba el japonés que se sonrojaba cada vez que se acercaba a él, que lo mimaba, que le hablaba con un tono de voz dulce y sereno? Lo extrañaba. Extrañaba a aquel Yuuri que lucía tan lejano aún a pesar de estar a simples centímetros en frente de él. Soltó a Yuuri con cierta resistencia, y se encaminó hacia la cocina.

—¿Hace mucho frío? —preguntó para romper con el molesto silencio que los envolvía. El japonés emergió en la habitación tiempo después habiéndose quitado la bufanda y la chaqueta. Viktor sonrió al verlo mientras preparaba dos tazas de chocolate caliente.

Irreversible [YuuYu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora