Nathaniel Kurtzberg un artista novato, despierta sentimientos hacia su modelo de dibujo y compañera de clase Marinette
la actitud pacifica y noble de Nathaniel se ve corrompida por el enemigo de Paris, aceptando su trato, no intenta conquistar a la...
Gracias infinitas a ~ SyckyuuLee ~ por su enorme ayuda en este capitulo, espero seguir contando contigo \(^.^)/
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Después de lo sucedido en la casa del rubio decidí confesarle a Marinette lo que siento por ella
En menos de una hora llegaría a la sesión de dibujo, mi mente trabajaba para idear una situación que no se me saliera de las manos, ni me hiciera ver como un desesperado
Como siempre ella llego tarde, era una cualidad que cualquiera vería molesta, pero si no llegara retrasada no seria mi Marinette
— lamento el retraso -fue lo primero que dijo- — no hay problema, pasa -bajamos al sótano- ¿que tienes pensado para hoy? — bien, como ya casi es san Valentin, me llegaron una lluvia de ideas, desde una falda abultada hasta algo inspirado en cupido
Mi mente trabajo rápido, ¿cupido usa muy poca ropa, no? Mi bendita imaginación rápidamente me regalo la imagen de ella con alas, en posición fetal ocultando sus atributos en un escenario con telas blancas simulando nubes...
— ¿que dices? -pregunto sacandome de mis pensamientos se nuevo- — tu sabes que amo todas tus ideas -sonrei- — bien, entonces me cambiare
Paso a el pequeño cuarto que había en el sótano, tenia que concentrarme y enfocarme en decirle lo que siento
Salio con un atuendo de cartero, era obvio que ella jamas posaría para mí en esa forma, Sonreí, se veía adorable
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Intentaba concentrarme en el dibujo, detallando su cabello
— ¿oye Nathaniel?... - pregunto un poco avergonzada- ¿puedo preguntarte algo? — claro dime -respondi sin dejar de trabajar- — ¿tu?... ¿Tu ya has besado a alguien?...
La mire directo a los ojos, era muy raro que ella preguntara algo así, estaba nerviosa, ¿seria acaso una señal para confesarme?
— depende -intente sonar relajado- existen muchos tipos de besos — ¿muchos tipos? — si, hay besos para expresar cariño, como un beso en la mejilla, otro para expresar un sentimiento mas familiar como en la frente, también hay para demostrar deseo, agradecimiento o hasta simple cordialidad...
Deje mi lápiz y me senté un lado de ella, quien se sentó junto a mi a escucharme
— yo, yo preguntaba un beso, en los labios... — -No pude evitar sonreír, mi día va genial- ¿tu si? — no... Yo todavía no e besado a nadie... Pero, todavía no me contestas
En un movimiento lento, me acerque a ella, tome su mejilla y conteniendo mi deseo, la bese delicadamente en los labios
Sentí mi cuerpo vibrar por ese roce tan deseado, ella no se separo, lo que me indicaba que ella también quería esto
— ahora si -le dije al separarme de ella-
En un giro de acontecimientos, ella se puso totalmente roja, yo no podía hacer mas que verla de manera tierna e inocente
— te, te... -intentaba decirme algo- ¡Tengo que irme! -dijo sin más- — -¡espera! ¿Que? La chica se paro rápidamente- Marinette...
Subía las escaleras sin decir nada, la alcance, la tome de la mano para detenerla. Cuando volteo a verme me di cuenta que sus ojos estaban cristalizados, me sorprendió, sin decir nada solo la deje ir, ella continuo marchándose hasta que desapareció se mi vista, escuche la puerta abrirse y cerrarse, me senté en una de las escaleras...
¿Que había pasado? Todo parecía ir tan bien... Toque mis labios, podía sentir todavía su calor, ¿por que lloraba? Al bajar me di cuenta que estaba aquí su mochila, tenia que arreglar esto rápido, antes que se vaya todo al carajo
Tome sus cosas y salí tras ella rápidamente, si no arreglaba esto pronto, podría perderla para siempre
Corrí sin parar hasta que no pude más, me detuve y me senté en la banca de un parque cercano para tranquilizarme
¿Por que Nathaniel hizo eso? Yo... Yo no creí que hiciera algo así, solo quería preguntarle a un chico sobre el tema, que me diera su opinión...
El beso que me dio Chat noir me dejo muy inquieta y ahora Nathaniel me...
— hola señorita -ahogue un grito- tranquila soy... ¿Por que lloras? -pregunto Chat noir sentándose junto mi- — no estoy llorando, no te preocupes, no es nada -mire al suelo, no quería que me viera- — ¿nada eh? ... Nadie llora por nada princesa, además estas agitada ¿alguien te hizo algo?
Voltee a verlo rápidamente, de seguro por la cara que hice el supo que dio en el blanco, miro a los alrededores supongo que para verificar si quien quiera que sea me seguía...
— ¿alguien te hizo algo?
Volvió a preguntarme, sonaba preocupado, vi como el seguía mirando con insistencia a su alrededor
— no, nadie me hizo nada, tranquilo, mejor me voy a casa -me levante- gracias por preocuparte -sonrei y el también- — ¿ya te han dicho que te vez linda cuando sonríes? Tengo una idea, esperame aquí, ¿de acuerdo? — si, aquí te espero
El héroe gatuno se fue saltando entre arboles y apoyándose con su bastón mágico
Conozco desde hace poco a Marinette, pero no necesito mucho tiempo para saber que algo no iba bien, decidí recorrer la manzana, para buscar a alguien sospechoso
Entre la gente vi a alguien que llamo mi atención, un chico pelirrojo que corría desesperado por las calles
Nathaniel, un chico reservado de mi clase... Entre las manos tenia la mochila de Marinette ¿que como sabia que era de ella? Es fácil recordar las cosas de la persona que te gusta, la verdadera pregunta es ¿que le hizo ese tomate a mi Marinette?
Lo seguí con sigilo, no tenia pruebas claras, el diviso a Marinette en la banca, se detuvo un instante, apretó su puño y se dirigió a ella
Con agilidad me escondí en un árbol para escuchar esa conversación
— Ma... Marinette... -claramente ella se tenso al verlo- yo... — por favor no digas nada, yo debí, mejor dicho no debí -ella comenzó a inquietarse, miraba a otro lado- — se qué lo qué hice te molesto, pero no pienso pedirte perdón... Tengo sentimientos por ti y si me disculpara contigo seria negarlos, Marinette, dime ¿correspondes a ellos? — Natha...
Decidí que no quería escuchar una respuesta, así que me interpuse entre los dos, mire a Nathaniel, Sonreí retándolo, tome a Marinette fácilmente en mis brazos, le arrebate sus cosas y de un brinco, sin decir nada, lo deje ahí, su incredulidad y confusión, sentí como el agarre de Marinette se tenso, escondió su rostro en mi cuello, sentía claramente su pulso marcado y acelerado
Al llegar al balcón de su casa la baje con delicadeza, ahora ambos compartíamos un sonrojo, tomo sus cosas con pena
— podrías decirme ¿que paso entre ustedes princesa? -insistí- — ... — ¿princesa? — ¡todo comenzó por tu culpa!
