Hace doce años, en una pista de hielo de dicha escuela que estaba localizada en San Petersburgo, se encontraba una joven pelirroja cuyo color anaranjado asimilaba al tono del sol en una atardecer, cayendo en finos caireles que llegaban casi a la altura de sus senos, sus ojos de color marrón casi asimilando al rojizo resaltando las pecas de su rostro. Fuera de la pista se encontraba un joven Viktor quien observaba a la joven que realizaba su práctica de rutina, la observaba con una mirada intensa pero dulce, cómo un enamorado ve a su amada.
La joven al sentir la presencia del joven Viktor esta le sonrió y detuvo su práctica para dirigirse rápidamente hacia los brazos de su amado.
Doce años después, Viktor quien ya tenía veintinueve años se encontraba en una situación íntima con su actual pareja Yuri de veinticinco años. Ambos estaban a punto de tener relaciones sexuales el cual no parecía ser el mejor momento para el joven japonés ya que estaban a un día para la final del Grand Prix el cual no sólo Viktor era su entrenador, sino también su rival.
–Viktor, no creo que debamos...
–Pero ha pasado más de una semana. –Dijo el chico de cabello plateado quien poseía gestos de berrinches y abrazaba fuertemente a su amado.
El joven japonés no pudo resistirse ante los ojos del ruso quien rogaba con tanta fuerza y terminó accediendo a su petición.
Ambos se turnaban para tomar el papel del activo y pasivo y cuando fue el turno del japonés en ser el pasivo, inconscientemente vio el rostro de su amado quien estaba muy excitado y sonrojado por el ambiente ardiente que se encontraba. Al seguir observando su rostro, el ruso comenzaba a repetir una y otra vez el nombre del japonés. La expresión de sus ojos mostraban satisfacción y ternura que no pudo evitar que el japonés pensara en que él no era el único quién había tocado el cuerpo del ruso, quizás era el primer hombre debido a que él le había afirmado que nunca había salido con un chico antes pero eso no significaba que era la primera persona en haberle mostrado esa expresión en una noche de intimidad.
Al terminar sus acciones, el ruso acabó agotado durmiéndose de inmediato, en cambio el japonés no podía pensar en el sueño por tener su mente ocupada por el recuerdo de esa expresión en los ojos de su amante.
Al ver el rostro dormido del ruso, podía notar que el chico de cabello plateado se encontraba en una gran tranquilidad, como si estuviera en un lugar feliz y gracias a eso el japonés comenzó a preguntarse si lo que estaba presenciando en ese momento, sus ex-novias también habrán podido verlo.
En la mañana del día siguiente, ambos patinadores dedicaron al máximo su tiempo para practicar sus rutinas, casi llegando al atardecer y al terminar, el ruso "sugirió" (obligó) al japonés que lo acompañara un rato a la playa antes de prepararse para la final del Grand Prix debido a que notó que el joven japonés estaba un poco nervioso provocando que sus saltos fallaran.
Al estar sentados en la arena, Yuri recordó aquel momento en el que el ruso quería saber de su vida amorosa y también de hablar de la suya pero en ese momento el japonés no estaba interesado hasta ahora...
–Viktor...
–Dime
– ¿Cuántas... con cuántas chicas has salido? –Desvió su mirada hacia el lado contrario del ruso para evitar que viera su sonrojado rostro.
– ¿Eeeeh? –Dijo con una sonrisa burlona. –Así que Yuri quiere saber de mi vida amorosa.
–S-Sólo era un tema para romper el hielo. – El rostro y oídos del japonés se coloraron aún más tratando de evitar que su amado lo notara.
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Yuri on Ice: Mi verdadera medalla.
FanfictionViktor y Yuri se preparan para el próximo Grand Prix, pero los organizadores de dicho evento le dieron a Viktor de tomar la decisión entre participar como un competidor o como un entrenador lo cual tanto él como Yuri deciden que se quede como compet...