⛸Viktuuri week⛸ (finalizada)

Dia 6: 🌧 A L M A S G E M E L A S☂️

N/A: Antes de comenzar a leer elige a Viktor o a Yuuri.

¿Listo?

Ahora continúa, te deseo suerte.

Cuenta la leyenda que las almas gemelas son antiguos amantes que en vida no se les permitió estar juntos.

La alarma resonó en sus oídos y medio despierto apago está porque aunque le ayudaba mucho en las mañanas el sonido le desesperaba. Soltó un bostezo y se quedó mirando el techo de la habitación por un momento, tenía que estar en la universidad en pocas horas para una presentación de uno de sus últimos trabajos para después graduarse pero antes de ir tenía la idea de tomar una buena ducha, vestirse con esa camisa de la suerte a la cual tanta fé le tenía y tomar un café antes de dirigirse hacia el lugar.

Al entrar al baño encendió la luz y hasta que sus ojos se acostumbraron a lo resplandeciente de la lámpara, se miro al espejo, pasó una mano por su rostro sintiendo lo suave de ella y pensando que tenía que dormir un poco más, quería deshacerse de las ojeras debajo de sus ojos pero no le tomó mucho atención cuando cambió el tema a como debería de dejarse el cabello aquel día, quería lucir bien para su presentación.

Se saco la ropa y entro a la ducha.

Dice que a lo largo de la vida conocerás a una persona muy diferente a cualquier otra. Que no se refiere de gustos, de sexualidad, de raza o de ninguna de las demás cosas que en realidad al amor no le interesan. Es una persona con la que puedes hablar por horas y el aburrimiento no llega. Que le puedes contar lo que quieras y no te juzgará, al contrario de ello, tratará de ayudarte.

Con una toalla en su cabello y la otra en su cadera busco en su armario aquella camisa que le daba un toque más de confianza, la saco de su lugar y la lanzó a la cama junto a un pantalón y un blazer.

Se vistió y reviso si en su mochila llevaba lo indicado para sus clases. Tomó las llaves de el apartamento y las metió en su bolsillo contrario a donde su móvil y por casualidad vio por la ventana de la pequeña sala como algunas gotas comenzaron a caer en ella. Agradeció haber comprado una pequeña sombrilla hace una semana y tomándole en manos salió de el apartamento.

Pero al ser un ser humano sin más conocimiento alguno que lo que te enseñan en el instituto o que aprendes en el mundo exterior, todo esto parece una mentira. ¿Sabes por qué? Porque nadie nunca nos enseña en que el amor va más haya de el primer amor, que el vecino que te gusta, que aquel desconocido que viste en la calle y por su físico llamo tu atención. Que va más haya de donde vives y de la distancia. De un idioma o de otro. De nuestras diferencias. De nuestras igualdades.

Es porque nadie nos ayuda a creer en el destino así como nos enseñan en el kinder que la suma es para agregar más y la resta para quitar.

Al salir del apartamento abrió la sombrilla y al acomodarla correctamente comenzó a caminar hacia la cafetería donde siempre solía ir.

Caminaba con paso lento viendo las gotas de agua estrellarse en el suelo y convertirse en charcos tras ello y se cuestionó que ¿por qué si tanto amaba la lluvia llevaba sombrilla? ¿Por qué no se dejaba mojar por ella?

Ese pensamiento le abandonó cuando al cruzar la esquina soltó un estornudo y su piel entera se erizo.

— Será para otro día — dijo y colocó su mano sobre su nariz —