Era el primer día de instituto después de las vacaciones de verano, estaba abrumada por la emoción del nuevo curso y por la impaciencia de consultar los listados donde indicaba con quien compartiría este nuevo curso. Eran las siete y media de la mañana, había quedado allí con mis amigas Lusi y Zahra para ponernos al día y esperar ansiosas por saber si por fin después de cinco años conseguiríamos estar las tres juntas en la clase.
-Seria verdaderamente gracioso que en nuestro último año y después de las decepciones de años anteriores no estuviéramos juntas en clase, dijo Zahra con una pequeña pero notable sonrisa mientras soltaba una aguda y leve carcajada.
Quedaban apenas cinco minutos para las ocho de la mañana y observamos como Harry el anciano y amable conserje colgaba las listas en pared que en un inicio fue blanca, pero se había vuelto de un tono grisáceo por el paso de los años, Harry, al vernos tan ansiosas en la puerta nos dedicó una gran sonrisa y vino inmediatamente a abrirnos.
Busqué mi nombre en la infinidad de listas que colgaban de la pared y me dirigí al costado derecho donde había un letrero donde ponía: segundo de bachillerato. Bajé mis ojos hacia la parte más baja de cada lista esperando encontrar mi apellido (Watters). Por fin logré encontrar mi nombre junto al de un tal Luke Wesler, era extraño, pero creo que no conocía ese nombre de nada y eso me produjo una gran curiosidad, que en ese momento de disipó al encontrar el nombre de mis amigas a la mitad de la lista.
Las tres gritamos emocionadas al unísono para después estallar a carcajadas al darnos cuenta de la cara de sorpresa que pusieron todos los estudiantes que estaban a nuestro alrededor.
Sonó el timbre que indicaba la entrada a las clases, pero en realidad al ser el primer día solo tendríamos una hará de clases con la tutora, que nos explicaría (aburridamente como todos los años) las normas del instituto y nos advertía de la dificultad de este curso.
¡Demonios!, me había entretenido demasiado pensando en mis cosas y ya solo quedaba un lugar vacío en toda la clase junto a un joven que me resultaba desconocido, sin pensarlo dos veces me acerqué sigilosamente y le pregunté en voz baja si podía sentarme.
-Si no hay más remedio, respondió poniendo los ojos en blanco mientras bufaba.
-No vas a tener más remedio que aguantarme, no hay más sitio libre. Contesté con un ligero tono de enfado.
La verdad es, que después de unos minutos de clase dejé a un lado mi infantil enfado y le pregunté cuál era su nombre.
-Luke, Luke Wesler respondió mirándome con sus ojos del color del océano directamente en mis pequeños ojos color miel. –Yo soy Sky dije sin apartar la vista de sus ojos profundos color azul, quedé hipnotizada por su mirada penetrante mientras admiraba sus hermosos rasgos y su pelo negro azabache hasta que noté el carraspeo de la profesora indicándonos que atendiésemos a la clase. Me sonrojé al notar que toda la clase nos observaba, e inmediatamente dirigí mi mirada hacia la mesa intentando evadirme de esa vergonzosa situación. Mi mente seguía distraída pensando en la sensación que me había provocado la profunda mirada de ese misterioso chico, y de repente sin previo aviso, cuando seguía metida en mis pensamientos escuche nuevamente el característico timbre que indicaba la salida.
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Nada sobre él...
Mystery / ThrillerSky Watters es una chica normal que simplemente quiere acabar segundo de bachillerato con buenas notas, pero el primer día de clase conocerá a un chico, un chico diferente a todos los demás: guapo, solitario, misterioso... Este chico resulta totalme...