¡No Dispares! (camren)

Camren

Lauren salió al balcón con un cigarrillo en la mano, últimamente fumaba las cajetillas completas, antes sólo se permitía encenderlos y apagarlos inmediatamente, eso era porque le gustaba tener el control de cómo y cuánto se podía consumir algo ante sus ojos.

Después de casi tres años supo el nombre de la morena <<Camila>> volvió a repetir en su mente, en las últimas semanas aquel nombre no había salido de su cabeza, pese a que olvidaba todo.

Por primera vez el miedo de dañarla se había ido, aunque sabía que era inevitable, pero estaba permitiéndose a si misma sentir algo. Pasaban más tiempo juntas, siempre tomaban el desayuno y Camila le ayudaba cuando algo se atoraba en su mente.

Lauren escucho unos ruidos en la habitación, esperó a que el cigarrillo se consumiera por si sólo entre sus dedos y entró al cuarto. Camila estaba sentada en la orilla de la cama, viendo su serie favorita, tras cada chiste que se decía en la televisión, la morena sonreía poniendo su lengua entre sus dientes y arrugando levemente la nariz. Lauren amaba verla así de feliz, le gustaba ver esa pizca de inocencia en la forma que sus ojos se iluminaban.

Creía completamente en ella.

Se detuvo unos 15 minutos a observar a la menor, hasta que el show terminó, los créditos salieron en la pantalla y por fin Camila noto su presencia "hey" dijo con sutileza desde la cama.

Lauren no contestó, pero caminó lentamente hacia la morena, separo sus piernas y se colocó de pie entre ellas, la miró con ternura y besó su frente con cariño, metió sus dedos entre su cabello castaño. Se mantuvieron mirando fijo por unos segundos, hasta que Lauren se inclino y selló sus labios, el beso fue casi casto, pero después los movimientos aumentaron, hasta que la respiración de ambas se torno pesada, Lauren acariciaba la nuca de Camila mientras el beso se intensificó a su máxima potencia.

La morena se apoyo con sus codos sobre la cama y se arrastro hasta llegar a la cabecera, Lauren la siguió colocándose encima todo el tiempo, las manos de Camila temblaban considerablemente mientras desabrochaba los botones de la ojiverde, pero unos segundos después ya se encontraba sólo en ropa interior.

Lauren tomo a Camila, elevándola un poco de las caderas para sacarle el vestido que llevaba, con velocidad desabrocho su sujetador y por primera vez la observo, no con lujuria y deseo, sino con amor y comprensión. Las mejillas de la morena se tornaron rojas tras sentir aquella mirada penetrante recorriendo todo su cuerpo "eres hermosa Cabello" susurro mientras con las yemas de sus dedos tocaba el cuerpo de Camila, pasaba sus dedos suavemente y sin ejercer presión, como si fuera irreal y quisiera comprobar su veracidad mediante el tacto.

Camila por su parte acariciaba las macadas costillas de Lauren y depositaba pequeños besos en su abdomen, hasta que la ojiverde la detuvo para tomar el control de la situación nuevamente. Aquella noche, con la Luna llena de testigo asomándose por la puerta del balcón, Lauren le hizo por primera vez el amor a Camila, mientras el recuerdo de cómo se conocieron, golpeaba a ambas.

*Flash back*

Lauren llevaba más de dos horas llorando y abrazando sus rodillas en la esquina de su departamento. Los resultados habían llegado, y como era de esperar, el gen estaba en ella. Su bisabuelo lo tuvo, su abuelo lo tuvo, su padre lo tuvo y ella también lo tenía. Demencia de Huntington. El doctor le había explicado todas las complicaciones a las que se enfrentaría al desarrollarlo tan joven, su miedo crecía y su llanto no paraba. La cama estaba completamente desordenada, pero no tanto como su mente, el televisor tenía la pantalla quebrada, sus libros estaban completamente desordenados, todo lo de sus muebles se encontraba en el piso.

Lauren se puso de pie, apoyándose en la pared, con dificultad llegó a la caja fuerte, colocó el código que alguna vez su padre había marcado, sacó un pañuelo rojo que cubría una pistola, la cual metió en la bolsa de su chamarra, sus manos temblaban, pero intentaba mantener su andar. Salió de su departamento con un rumbo fijo, un camino que se sabía de memoria, pero el cual llevaba un par de meses sin visitar, había nieve por todos lados; el lago estaba completamente congelado, al igual que la vista de Lauren, se sentó en la banca fría mientras el vaho salía de su boca tras sus sollozos, los recuerdos se volcaban frescos y el diagnostico medico estaba más que presente en su mente.

Las lágrimas continuaban saliendo sin parar, sus manos temblaban, metió una en su bolsillo y sacó la pistola, la observo por unos segundos, acariciándola con la yema de su pulgar, coloco el arma en su sien y llevó su indicé al gatillo, cerró los ojos y justo cuando estaba dispuesta a apretar el gatillo, la voz más dulce que alguna vez hubiera escuchado la detuvo  "¡No dispares!" abrió sus parpados aun con miedo, para encontrarse con unos ojos color chocolate que la observaban detenidamente con preocupación y cariño.

Lauren bajó el arma y la colocó en su bolso nuevamente, la  chica castaña se sentó a su lado y entonces la ojiverde pudo ver su rostro con claridad, no había maquillaje, pero le resultaba completamente hermosa, incluso con las manchas de suciedad que se acomodaban en su cara, sus labios eran carnosos y a Lauren le entraron unas ganas enormes de probarlos, pero se deshizo del pensamiento en seguida, cuando sintió sus mejillas arder, aclaró su garganta y estaba dispuesta a hablar, pero un acto repentino de la morena la freno, esta había tomado su mano y le daba pequeñas caricias en su piel suave.

"Esa no es la mejor salida" formuló la de ojos chocolate, sonriendo al terminar la oración, algo  dentro de Lauren tembló, sintió su corazón acelerarse y simplemente asintió con timidez, secó las lagrimas que ya llevaban la mitad de recorrido. El silencio se apodero de aquellas chicas, la ojiverde se sentía más tranquila con cada caricia que la otra chica le daba, aún así sabía que era hora de partir, se puso de pie y camino al lado contrario de quien la había frenado de disparar.

*fin del flash back*