Polos Opuestos

Un dia normal...

Desperté, estaba en mi cama, pensando en lo sucedido, mi mente divagaba. Quien era ese extraño? Sintió lo mismo que yo?...Sacudí mi cabeza para dejar esos pensamientos y comencé mi día, me levanté de mi cama y observé a no alrededor.
Quien lo pensaría? Apenas comenzaba mi carrera laboral, cuando comencé a estudiar pensé que seria mas divertido dedicarme a esto, jamas pensé que debía alejarme tanto de las personas a las que amo.
Tenia 3 meses que no había hablado con mi madre, y mis hermanas ya habían comenzado su vida. Ellas son extraordinarias, su vida estaba destinada a ser de la misma forma, y no podía cambiar nada de ello. En cambio, yo soy totalmege ordinaria, administrativa, ordenada. Siempre fui él bicho raro en mi familia, la excepción a ella... Otra vez me perdí en mis pensamientos, me di cuenta de que nisiquiera me había movido del lugar en él que me había parado en primer lugar, nuevamente sacudí mi cabeza y comencé a hacer mi cama, después me fui a bañar y finalmente en apuros salo de mi departamento, ni siquiera desayune. Tome las llaves de mi auto y lo encendí. Camino al trabajo me di cuenta del horrible trafico que hacia, además de que no era otro día soleado como solía ser lo en esta ciudad, no, esta vez llovía. Amaba ese clima, frío, nostálgico, perfecto para acurrucarse con un delicioso té.
Llegue a la oficina y estacione mi auto, nuevamente mi día rutinario había comenzado.
Salí del elevador cuando me sentí maraleada y me desplome al suelo, pero no caí... Alguien me detuvo, estaba demasiado débil para fijarme siquiera quien, solo sentí como mis ojos se cerraban y quede inconsciente...
Desperté, estaba en él sofá de mi oficina, pero, quien me trajo?
Miré a mi alrededor, pero no había nadie, me reincorpore lentamente y me puse de pie. Estaba a punto de salir de mi oficina para investigar que sucedió, cuando abrí la puerta...
Ahí estaban, esos hermosos ojos nuevamente.
-hola, me llamo Alexander- Dijo, y extendió su mano en forma de saludo.
Le extendí la mia:
-hola, soy simona-
-simona?- preguntó él
-un nombre descomunal, me gusta- dijo
No se si me sonroje, supongo que si, suelo hacerlo, es otro de mis tantos defectos.
Sonrió y comenzó a explicarme lo sucedido.
-debió haber sido él que no desayune?-
Comenzó a reírse y solo se retiró.
Me quede parada, en la puerta pensando en lo sucedido.
Mis colegas sólo me miraban y sonreían. Que fue lo que recién sucedió?
Una de ellas se me acercó, Lizzy, una de las únicas amigas que he hecho desde que me mudé.
-soy yo o eso fue muy raro?-comentó
-lo fue, podrías explicarme todo él panorama?-
-pues esto sucedió: te desplomaste frente al elevador y justo antes de caer él te tomo entre brazos y te levantó, preguntó por tu oficina y te trajo, esperó media hora a que despertarás y cuando finalmente lo hiciste, bueno, pues ya sabes que sucedio-
Pensé y pensé, pero no había nada que analizar, solo fue un accidente y casualmente él estaba ahí para "salvar él día".
-bueno, creo que es hora de que comenzemos a trabajar no?...tenemos mucho que hacer-
-claro!- me contesto, me sonrió Misteriosamente y regreso a su asiento.
Entre de nuevo a mi oficina, me senté y comencé a analizar los dstos de mi computadora. Estaba concentrada y distraída a la vez, cuando por fin lo vi, en mi correo, con letras remarcadas...
"PROYECTO APROBADO"
Señorita labuhn, nos complace informarle que su proyecto de escuelas y hospitales verdes fue aprobado, asista a la oficina general de ecología para recibir los informes y tramitar los permisos para comenzar su proyecto.

Salí de mi oficina emocionada y grité
-lo logre!-
Enzeñe mi correo y comencé a saltar de emoción, Lizzy tomo él correo y comenzó a leerlo en voz alta.
Cuando terminó, me abrazo y me beso en la mejilla
-felicidades! Oficialmente eres la chica mas joven a la que le han aprobado un proyecto!-
Estaba tan feliz, no podía dejar de sonreír. Tome mi bolso, la mano de Lizzy y comencé a caminar.
-vamos, tenemos que celebrar-
Fuimos a un bar, cerca de ahí, tomamos, conversamos y reinos, también Hable con mis hermanas y mi madre, quien por cierto recibió la noticia muy orgullosa.
Estábamos a punto de irnos, cuando me voltee y ahí estaba, otra vez, alexander y sus hermosos ojos que me atrapaban cada vez que lo miraba.
Sonrió, y me extendió la mano...
-bailas, extraña?-
Tome su mano y me levanté.
Bailamos, parecía que todo a nuestro alrededor desaparecía.
Pero, cómo termino ahí? Acaso me estaba siguiendo?
No importaba, él momento fue mágico, lo disfruté.
La canción terminó al igual que nosotros de bailar.
- podría verte otra vez?-
Preguntó el, Sonreí , tome su mano, una pluma de mi blusa y anoté mi numero en su brazo.
- hasta entonces, extraño-
Regrese con Lizzy, ella me miró pretenciosa.
Regresamos al estacionamiento y amans entramos a mi auto. Me quede mirando el vacio recordando ese mágico y extraño momento.
Este día no resulto como yo pensé, no fue rutinario, no fue monótono.
De camino a casa de Lizzy no dijimos palabra alguna, solo intercambiábamos miradas de vez en cuando.
Llegamos y subimos las escaleras, nos cambiamos y nos acostamos.
-bendito seas viernes- dije
-es todo lo que dirás?...acaso solo yo note la química del momento?- me dijo ella
La mire, Sonreí y comencé a hablar
-nisiquiera yo se que sucedió!... Que hacia él ahí? Fue tan mágico, pero ni siquiera lo conozco! No puedo explicar que sucedió! Acaso tu puedes hacerlo?-
-no, no puedo explicarlo, pero puedo decirte que algo así, no sucede todos los días-