CAPITULO HOT!!no me hago cargo de traumas
Mitchell sabía que había algo que tenía que decir esa noche, pero con esos labios, suaves y dulces, contra los suyos, no se podía concentrar. Pareciera como si llevara meses, sin tener contacto con un cuerpo femenino. Cuando la imagen de Monique apareció en su mente, desmintiendo lo anterior, se apartó bruscamente de su esposa.Los enormes y grandes ojos de Dove, lo miraban entre confusos y apasionados. A través de la oscuridad, Mitchell pudo ver en el fondo de aquellos enormes ojos verdes. Ella dio un paso, como si dudara de lo que debería hacer a continuación y eso le desgarro un poquito más por dentro. Era su esposa, no tenía por qué dudar, ¿en qué clase de marido de **** se había convertido, para que ella dudase de acercarse a él?
Olvidándose de que todavía no había hablado con ella, ni le había contado la verdad, el tomo su rostro entre las manos y la beso, suave y dulce, en los labios. Esa noche no iba a haber palabras, más que las que él le dijera para hacerla sentir amada. Esa noche, él le iba a hacer el amor, lenta y dulcemente, para hacerle olvidar, todos los meses de porquería que habían pasado lejos.
Sintiendo todo el cuerpo de su esposa apretado contra el suyo, Mitchell tomo camino a las escaleras. No iba a amar a su mujer en el sofá, lo haría en la cama, su cama. Teniendo cuidado de no caer mientras subían besándose las escaleras, ella le quito la chaqueta, que cayó al piso. Cuando tropezaron, llegando al final y terminaron sentados en el último escalón, Dove aprovecho para sacarle la camisa de los pantalones y desabotonarla. Ella aprovechaba para acariciar su pecho con los nudillos luego de quitar cada botón, y cuando su esposa le arranco los dos últimos y paso sus manos lentamente por todo su abdomen, él decidió que era hora de seguir subiendo.
Pareciera que la borrachera se le había pasado, porque cuando se puso en pie y la tomo en sus brazos, todo fue rápido y eficiente. Dove acerco la boca a su cuello y lamio con la punta de su lengua, el punto donde se podía sentir el pulso de Mitchell. El alcohol en sus venas fue reemplazado por lava, cruda y ardiente en su interior. Se quemaba y planeaba que ella lo hiciera con él.
Sin darle tiempo a nada, la lanzo sobre la cama y posiciono su cuerpo sobre el de ella, iba a darle todo el placer que pudiera, antes de obtener el suyo. Comenzó besando su cuello, su piel era suave, y olía a vainilla y galletas, era una extraña combinación de olores, teniendo en cuenta que con esa ropa, lo más seguro es que estuviese en un bar o con un hombre. Alejo la idea antes de que se desarrollara, esa noche eran solo los dos, los demás quedaban fuera. Fue bajando con sus labios, siguiendo el profundo escote que llegaba hasta su ombligo, con la punta de su lengua realizo el camino de vuelta, ella arqueo todo su cuerpo, saber que podía ponerla así, fue toda la estimulación que necesito.
Subió a sus labios y la beso ardientemente, mientras sus manos sacaban la blusa y la falda, fuera de su cuerpo. Vio la forma en la que sus pechos subían y bajaban, oscilantes por su respiración rápida, y el cómo su cuerpo yacía allí, esperando por él. Se sacó la camisa y el cinturón, el pantalón debía esperar, todavía no podía sacárselo, si lo hacía no iba a perder tiempo y se hundiría en ella tan rápido, como tuviese la oportunidad, y eso no debía suceder. Tomo los pezones con sus manos y los retorció y pellizco, torturándolos y torturándola a ella.
- Mitchell... - Era una súplica y un regaño. Bajo su boca hasta sus pechos y calmo sus ansias, con sus labios. Ella arqueo la espalda, empujando su pecho más hondo dentro de su boca, luego el decidió prestarle la misma atención al otro. Su mano bajo por su estómago y comenzó a tomar rumbo al centro de su placer. Cuando lo sintió allí, Dove lanzo una exclamación ahogada. Mitchell la conocía y en cuestión de segundos, la tuvo retorciéndose debajo de su cuerpo. La acaricio, moviendo su pulgar en círculos en su punto sensible. Abandono sus pechos y subió sus labios para susurrarle al oído.
-Vamos, cariño. – Su voz ronca, se oía de otro mundo. Siguió animándola, hasta que lo sintió. Estaba a punto de correrse.- Te amo. – Ella grito y levanto la pelvis. Todo su cuerpo estaba arqueado contra él. Luego se dejó caer en la cama y después de unos segundos abrió los ojos. Mitchell sonrió y le dio un ligero beso en los labios. Enormes y preciosos ojos marrones le devolvieron la mirada. – ¿Lista para la siguiente? - Y sin darle tiempo a responder, se alejó cuando las manos de ella lo tocaron, aun no, todavía tenía mucho por besar y acariciar.
Tomo un tobillo entre sus manos, paso sus labios por allí, hasta llegar a la entrepierna, se detuvo sin tocarla y luego repitió el proceso con la otra pierna. Ella se retorcía y rogaba, pero no importaba cuanto lo hiciera, lo iba a hacer despacio. Cuando llego a su feminidad, apretó sus labios contra ella y la oyó gritar. Lamio, beso y chupo, hasta que supo que Dove apenas podía respirar, y luego la llevo tan alto, que el grito de placer que desgarro la garganta de ella, debió haberse escuchado en toda la ciudad.
Mientras ella se recuperaba de los temblores que sacudían su cuerpo, por el orgasmo, Mitchell se quitó los pantalones y la ropa interior. Si no estaba dentro de ella ahora explotaría. Se acercó a su cuerpo y con los ojos de ella conectados con los suyos, comenzó a deslizarse en su interior. Dove retorció las caderas y Mitchell la sujeto. – Despacio. Cuanto más lento, mejor. – La réplica de ella fue un gruñido, que termino en un jadeo de placer, cuando él se enterró hasta el fondo. Mitchell tomo las manos de ella con las suyas y entrelazo sus dedos, levanto los brazos poniéndolos junto a su cabeza.
Se detuvo un momento para respirar y la miro a la cara. Sus ojos estaban cerrados y su boca entreabierta. Cuando ella sintió que él se detenía, abrió los ojos y lo encontró observándola. Mitchell bajo su cara y beso sus mejillas, su frente y su nariz, luego miro sus ojos, fijos en los suyos. – Te amo. – La beso en la boca, lenta y concienzudamente, mientras comenzaba a moverse en su interior.
Sintió la forma en como ella se apretaba a su alrededor, con brazos y piernas, como su interior lo ceñía y abrazaba, el calor y la suavidad de su cuerpo, lo acompañaba a cada segundo. Ella comenzó a jadear y su respiración se hizo rápida y agitada. Estaba llegando de nuevo. Ella jadeo y lo estrujo en su interior, su cuerpo entero tembló y lanzo un gritito ahogado. Él se dejó llevar y se abandonó al placer junto con ella.
Una vez que los espasmos lo abandonaron, ladeo un poco su cuerpo, sin separarse mucho de ella y enterró la cara en su cuello. Esa noche permanecería así. Estiro una mano, alcanzo una de las cobijas, que estaban medio caídas de la cama y los arropo a ambos. Respiro hondo y cerró los ojos. Por fin había vuelto a casa.
~amandolaescritura~
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Infiel-Dotchell-mini novela-Adaptada
AléatoireEspero que la amen:3 ~Amandolaescritura~