Corazón Robótico / Parte 5

7 0 0
                                    


Una vez quedé inconsciente, los brazos comenzaron a trabajar, dejándome confinado dentro de la prisión que es mi cabeza, para buscar a subconsciente, pues tenía que discutir lo que había sucedido con Haxwell.

No sabia qué estaba pasando aparecí en lugar negro, sin saber muy bien dónde estaba o cómo llegué ahí.
Mi cuerpo dolía, pero decidí levantarme y comenzar a andar a través de los confines de este extraño lugar.
No hay nada en ningún lado, no objetos, ni luz, aunque lo de la luz es relativo, pues puedo ver a lo lejos como el color negro sigue y sigue y mi vista no se ve forzada para distinguir el lugar.

En teoría no hay suelo, o no lo parece. Sólo camino en el espacio sin saber muy bien a donde me dirijo, siguiendo un camino inherentemente irracional, pues estoy eligiendo direcciones al azar, cada cierto tiempo, cada vez en intervalos más cortos, creyendo que mi cabeza quiere matar el tiempo, creyendo que quiere llevarme a un lugar agradable, hasta poder encontrar un indicio de dónde estoy.

Veo a lo lejos una televisión encendida, corro hacia ella, pero escucho el sonido proveniente de la misma, me detengo a una distancia aproximada de 10 metros, escucho crujidos, sabía que había escuchado eso antes, era la película de mis ojos, repitiendo la muerte de Haxwell. Parece que estoy entrando a una parte susceptible de la memoria, pienso en que la representación de mi subconsciente está cerca.

Siento una presencia cerca aparte de lo que debería ser mi subconsciente, aunque no puedo afirmar que sea conocida, que sea mía, incluso. Es una sensación complicada de describir, pues sentía una mirada en mi espalda, sin embargo, por mucho que voltease, no veía nada, sólo negro.

Algo que hasta el momento no había notado es que mi brazo de delerium no estaba, en su lugar, mi brazo original, se encontraba intacto, era raro, porque aún sentía mi corazón acelerado.
Seguí andando, en mi cabeza sentía que ya habían pasado horas, y aún no encontraba nada aparte de esa televisión.

A falta de algo mejor que hacer, comienzo a gritar:

-¡Hola! ¡¿Subconsciente?!-  grité unas cuantas veces, hasta que me di cuenta de que si hubiera estado en lo que sería el mundo real sería jodidamente estúpido.

-¿Si?- escuché al fondo, muy a lo lejos, apenas audible

-¿Eres mi subconsciente?- pregunté con cara de estúpido y desconcertado.

-¿Quién más podría ser?-

-¿Qué clase de pregunta es esa?-

-Deberías poder responderla, o al menos se supone, después de todo, supongo que conozco todo de ti-

-Si conoces todo de mí, ¿qué debo hacer? ¡¿Por qué maté a Haxwell?!-

-Quisiera saber el por qué, sin embargo eso es algo que no sé de ti-

-Quieres decir que nadie de todos los que deberían de estar aquí, sabe el por qué-

-Efectivamente-

-¿Cómo es eso posible?-

-Nosotros no lo sabemos, pareciera que simplemente nos desconectaron, simplemente, por momentos dejamos de existir, hay algo que no pertenece aquí, dentro de ti, ese algo nos quiere desconectar, quiere deshacerse de nosotros, no sabemos qué es, sin embargo, creemos que tu los sabes-

-Tampoco lo sé, ¿desde hace cuánto sucede esto?-

-Apenas días, es muy reciente, sin embargo, todos aquí estamos aterrados, Razón sabía que algo malo pasaría, sin embargo esa presencia se lo llevo, nadie lo ha visto desde lo acontecido con Haxwell-

-¿Razón? ¡¿Quién carajos es Razón?!-

-Razón, tu sentido de la razón, imbécil-

-¡¿Qué mierda estás diciendo?!-

-Oh, mierda, está aquí, - se escuchó un estruendo en la misma dirección que la voz de mi subconsciente- ayúdanos, eres el único que puede salvarnos, no hay salida, debes matar lo que sea que haya dentro de aquí para poder salvarnos-

-¡¿Aquí?! ¡No sé donde mierda estoy!-

-Estás dentro de tu cabeza, así que empieza a correr, busca a Imaginación, si es que sigue vivo, él puede darte alguna ayuda, hasta aquí llego yo, adiós Hadrien-

El estruendo volvió a escucharse a lo lejos, junto con algunos gritos de Subconsciente. Mi cabeza dolía, sentía calor dentro de mi cráneo. Parecía que mi cerebro estaba dentro de una olla con agua hirviendo.

Corrí todo lo que pude, hasta estar cansado, giraba la cabeza hacia la dirección de la que me alejaba, viendo en ocasiones brillos metálicos a lo lejos, sin poder distinguir mucho aparte de unas cuantas luces rojas.

Continuaron los estruendos, se hicieron mas fuertes y sonaban en intervalos cada vez mas cortos.

No sabía que cosa me estaba siguiendo, a cada estruendo lo acompañaba un pinchazo en la parte trasera de mi cráneo.

Llegué a un lugar que ya no era negro, era gris, donde había mesas con equipo médico, robots y bodegas de laboratorio.

Historias fuera de tiempo y contextoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora